domingo, septiembre 01, 2024

Cimarrón herido por el tiempo

 


 

Que te puedo

yo

decir

hermano

sí ya estás muerto

sí te has ido silencioso y solitario

a poblar los lejanos recintos del olvido

sí nos ha dejado aquí

solos

desamparados

tristes en el dolor de tu partida

con las miradas heridas de ausencia

con las manos vacías de ternura

acongojados

arrinconados en la angustia inmensa

de saber que te hemos perdidos para siempre

Sansón de ébano

hijo natural del bosque y la lluvia

cimarrón justiciero que tejía con los hilos del rocío

los colores horizontales de los amaneceres

centauro que habita a la sombra de los recuerdos

cazador siempre al acecho de su presa

entre los matorrales achicharrados por la sequía

pescador

dueño de las noches salitreras del mar Caribe

adormecido al arrullo del canto de los grillos

en tu voz de salitre

el mar aún arremolina estrellas y sueños

 

A mi hermano Felipe Acevedo

 

 

Ausencia

 

Felipe 

en las noches 

cuando vayamos

a cerrar las puertas de la casa

para irnos a la cama a dormir 

miraremos en la oscuridad

el fulgor lejano de las luces 

de la ciudad

con la tristeza de saber 

que ya nunca más volverás


A mi hermano Felipe Acevedo















 






 

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