No olvidemos cuanta sangre ha costado nuestra dominicanidad, contra quienes hemos tenido que luchar para ser lo que hoy somos, orgullosamente dominicanos.
Hemos derramado nuestra sangre heroica contra los corsarios ingleses Penn y Venable, 1655, contra los remanentes Napoleónicos en la isla, 1808, contra los Haitianos 1844, contra los Españoles, 1863 y dos veces en el siglo pasado contra los Gringos, 1916 Y 1965.
Despertemos Dominicanos y no permitamos que unos pusilánimes y cobardes nos mantengan arrodillados ante la dictadura del clientelismo, la corrupción y la impunidad que diluye nuestra nación en la oscuridad de un futuro incierto.
Pienso que estamos en un momento crítico como sociedad, donde se impone la unidad de todos los sectores revolucionarios y progresistas, para salvar la nación de la podredumbre en que la han sumido los que nos gobiernan.
Somos orgullosamente Dominicanos, hijos de Caonabo, Lermba, Duarte, Luperón, Manolo y Caamaño.y ese legado no se negocia..
Domingo Acevedo.
Sept/18
Sept/18