No es tan sencillo vivir atrapado entre dos culturas.
Nuestro comportamiento a veces es el producto del desarraigo y de una imposición cultural de quienes nos han dominado todo este tiempo y nos han condenado a vivir anclados entre dos mundos, es una negación a la colonización cultural dominante en el sentido más amplio de la palabra, es la rebeldía al estigma de ser indígena, al rechazo al que somos sometidos por las sociedades de nuestro continente que no termina de aceptarnos como una realidad, como el producto de más de quinientos años de resistencia, de buscar nuestro espacio, de buscar el lugar que nos quitaron a fuerza de pisotear nuestros derechos arrebatándonos los sueños y la vida.
Hay que entender que quinientos años después, es poco lo que ha cambiado y que no es tan sencillo asimilar la cultura de quienes te oprimen, te matan y te arrebatan tus tierras para entregárselas a las multinacionales.
Domingo Acevedo.
Abril/19
Tomada de la red
