domingo, octubre 27, 2013

Léelo a ver si puedes

Tomado de facebook

Quemar la bandera dominicana es una ofensa imperdonable a nuestra nación.




Muchos dominicanos no estamos de acuerdo con la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional que despoja de la nacionalidad a los hijos de haitianos nacidos en la Republica Dominicana y nos oponemos a que se le de cumplimiento a ese funesto fallo, ahora lo que es inaceptable es que haitianos quemen nuestra bandera, ya que eso  es una ofensa a nuestra nación, a nosotros como dominicanos, además hiere nuestro patriotismo y nos aleja más la necesidad de  un entendimiento entre las dos naciones.

Es indudable que la gran cantidad de haitianos que tenemos en el país son una carga que se torna insoportable y que debe ser regulada en el marco del respeto a los derechos humanos y la dignidad de esas personas y eso no debe ser tema de debate, ya que ese es un derecho de toda nación.

Haití debe pedir a las naciones que la han hundido en la miseria espantosa en que está que desembolsen los recursos prometidos para sacarla del atolladero económico y encaminarla por el camino del progreso y así devolverles la esperanza a sus habitantes para que regresen a su país de origen a vivir en paz y en progreso.

Domingo Acevedo

Oct/13



Los pederastas religiosos.

Miembros de diferentes iglesias y muy especialmente de la iglesia católica han cometido en la República Dominicana abusos abominables (pederastia) contra niños y niñas, en los que han estado involucrados padres del país y del extranjero (polacos), incluyendo al representante del Vaticano. Esas acciones no deben quedar impunes, deben ser castigadas, no por la iglesia católica sino por la justicia ordinaria de nuestro país. Esos padres deben ser traídos nuevamente a la República Dominicana y juzgados como manda la ley.

Oct/13

Domingo Acevedo.

Presentación de antología.

Tenemos el agrado de invitarlos a la presentación de la 5º Antología del foro: "Vitraux de Letras" a realizarse el lunes 4 de Noviembre de 2013 a las 19 hs en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges de la calle Anchorena 1660 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Se ruega puntualidad


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