martes, enero 29, 2013

Malditos apagones, maldito gobierno.


Doce horas de apagones diarios para los barrios pobres es más que un abuso




A los barrios pobres este gobierno abusador les da doce horas de apagones diarios y lo peor no es eso, sino que esos malditos de las EDES como una burla te mandan la electricidad y a los cinco minutos se la llevan de nuevo.

Doce horas de apagones es demasiado, las personas que no tiene planta o inversores, no pueden ver televisión, ni tener nada frío en el refrigerador, ni usar el computador tranquilo, ni leer un libro, es una tortura, es estresante, ningún país sin electricidad se puede desarrollar, los pequeños negocios de los barrios han quebrados por la tanda diaria de apagones y además que los barrios a oscuras se vuelven nidos de delincuentes en donde no hay seguridad para nadie.

 Además de que aquí en la Rep. Dominicana tenemos una de las tarifas eléctricas más caras del mundo, de que los privatizadores de ese bien del pueblo se la vendieron como vaca muerta a ellos mismos, se la repartieron los tres partidos que han hundido a este pueblo en la pobreza y la desesperanza (PLD, PRD, Y PRSC) con contratos onerosos, que lesionan el interés nacional, para beneficiar intereses particulares, por ejemplo a las generadoras eléctricas hay que pagarles en dólares aunque estén apagadas, miren ustedes que gobiernos más abusadores nos gastamos nosotros que entregan nuestro patrimonio a otros y de que manera, claro eso generó pingues beneficios a los negociadores.

Pienso que debemos despertar, que debemos educar al pueblo, que debemos organizarlo para que luche por sus derechos, para derrotar a los que nos oprimen.

Domingo Acevedo
21/1/13

Un monumento a la pobreza.




Es prima noche, por el camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.

en el cielo, el destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos elevan una sinfonía al infinito  y junto al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su cotidianidad de hambre y miseria.

Domingo Acevedo.

Archivo del blog