NUESTRA
INFANCIA
Nuestra
infancia transcurrió
entre
los conucos y los pastos lejanos
arreando
vacas hacia los potreros
de
las lejanas regiones del rocío
maroteando
en los montes interminables
de
nuestros sueños
corriendo
por los caminos sin fin
hacia
el olvido
buscando
entre las flores las huellas ancestrales
de
nuestros abuelos que escaparon hacia los manieles
huyendo
de la crueldad de la esclavitud
todavía
conservo en mi alma el olor de los potreros
el
recuerdo lejano
de
los amaneceres esplendorosos de la primavera
el
canto de los pájaros
el
perfume de las flores
y
el húmedo y cristalino destellos del rocío
los
conucos
el
maíz
sus
espigas doradas
símbolo
de nuestros días de esplendor
evidencia
de que el hambre había quedado atrás
enterrada
entre las cenizas de las noches festivas
en
que alrededor de la hoguera
bailábamos
al compás rítmico de los tambores
la
danza de la buena cosecha
hasta
que los rayos del sol en el horizonte
anunciaban
que un nuevo día comenzaba
y
todos nos íbamos felices de haber compartido
en
una danza la alegría y los sueños de vivir unidos
por
el lazo fraterno del amor a la tierra