El fantasma de las movilizaciones pacificas recorre el mundo.
En el mundo se están produciendo cambios en los que ya no hay que disparar sólo tiro, las masas auto convocadas, se reúnen en una plaza y presionan hasta conseguir sus objetivos, se hace evidente que los personas están comprendiendo que el soberano es el pueblo y están haciendo uso de ese poder que da la unidad de todos los sectores alrededor de un objetivo común.
Túnez y Egipto son dos ejemplos evidentes del poder del pueblo, las masas en las calles hicieron huir a sus gobernantes perpetuados en el poder por más de veinte años, en que se enriquecieron a costa de empobrecer a la mayoría de la población, que mal viven en medio de la pobreza y el hambre, mientras ellos se daban la buena vida, disfrutando el dinero que se robaron del estado.
El fantasma de las movilizaciones pacificas recorre el mundo, pidiendo cambios, muchos gobiernos ponen sus barbas en remojo y miran escépticos lo que pasa a su alrededor y hasta se adelantan a proponer reformas, adelantándose a los acontecimientos que ya parece que son indetenibles, arrastrando en algunas partes al ejercito y a parte de los organismos represivos.
Ellos han entendido que no se puede matar a todo el pueblo y en algunos casos o permanecen indiferentes o se unen a las movilizaciones, porque ellos también son parte de ese pueblo oprimido por el hambre y las necesidades.
Aquí en América parece que falta mucho para que llegue ese despertar tan esperado del pueblo, hemos vividos épocas difíciles en que las dictaduras fueron una moda, apoyadas por los Estados Unidos de Norte América, esas dictaduras desangraron a casi todo el continente y sembraron de exiliados a muchos países del mundo y obligaron a otros hombres y mujeres a escoger el duro camino de las montañas en busca de un nuevo amanecer y muchos de los que osaron quedarse en las ciudades a reclamar su derecho a vivir en libertad fueron apresados, torturados, desaparecidos y asesinados.
De esa época quedan heridas que sólo el tiempo podrá cerrar y nos ha dejado como herencia, gobiernos títeres y corruptos, gobiernos arrodillados al gran capital, arrodillados a la política imperialista de nuestro vecino del norte, gobiernos que por desgracia cuentan a veces con un gran respaldo de una población, que arrinconada por la pobreza se ve obligada a girar en torno a las políticas clientelitas, de tal o cual partido.
En Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Nicaragua y otros países del continente se han producido cambios por la vía electoral con ciertos desniveles, en unos más avanzados que en los otros, pero en definitiva cambios que dan un respiro a la población, pero esos cambios deben ser profundizado y llevado a otros países, las masas deben entender que sólo la movilización permanente del pueblo en las calles, podrá enrumbarlo por el verdadero sendero de la democracia y la equidad social
Debemos tomar como ejemplo lo que esta pasando al otro lado del mundo, América Latina debe despertar, para que pueda alcanzar el sueño de Bolívar, de Sucre, de Betances, Sandino, el Che, el ejemplo de Tupac Amarú y tantos otros hombres y mujeres, que han caído tratando de forjar un mejor destino para nuestro continente. América Latina es una sola patria y por consiguiente tiene un solo destino, el de la libertad plena.
Domingo Acevedo.