domingo, diciembre 07, 2025

El apartheid






Como la esclavitud y el apartheid, la pobreza no es natural. Está hecho por el hombre y puede ser superado y erradicado por las acciones de los seres humanos. Y superar la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente. Mientras la pobreza persista, no hay verdadera libertad.

En memoria de Nelson Mandela que murió hoy hace 11 años. Fue uno de los mejores luchadores por la libertad y héroes de la historia.
Mandela, por supuesto, soportó 27 años de prisión en su lucha contra el inhumano sistema racista de apartheid en Sudáfrica. Pasó a convertirse en el presidente de Sudáfrica en 1994. Celebramos su vida con algunas de sus citas:
- La pobreza masiva y la desigualdad obscena son tan terribles flagelos de nuestros tiempos - tiempos en los que el mundo se jacta de avances impresionantes en ciencia, tecnología, industria y acumulación de riqueza - que tienen que clasificarse junto a la esclavitud y el apartheid como males sociales.
- Te damos las gracias por venir hoy. A veces cae sobre una generación ser grande. Puedes ser esa gran generación. Deja florecer tu grandeza. Por supuesto, la tarea no será fácil. Pero no hacer esto sería un crimen de lesa humanidad, contra el cual pido ahora a toda la humanidad que se levante. Hacer la pobreza historia.
- Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen, o su religión. La gente debe aprender a odiar, y si pueden aprender a odiar se les puede enseñar a amar, porque el amor viene más naturalmente al corazón humano que lo contrario.
- No hay un paseo fácil hacia la libertad en ningún lugar, y muchos de nosotros tendremos que pasar por el valle de sombra de muerte una y otra vez antes de llegar a la cima de nuestros deseos.
- Cuando en 1977, las Naciones Unidas aprobaron la resolución por la que inaugura el Día Internacional de Solidaridad con el pueblo palestino, afirmaban el reconocimiento de que en Palestina se estaban perpetrando injusticia y graves violaciones de los derechos humanos. En el mismo período, la ONU adoptó una fuerte postura contra el apartheid; y a lo largo de los años, se construyó un consenso internacional que ayudó a poner fin a este inicuo sistema... Sabemos demasiado bien que nuestra libertad es incompleta sin la libertad de los palestinos.
- También encontramos inspiración en la vida y ejemplo de José Marti que no solo es un héroe cubano y latinoamericano, sino un símbolo admirado para todos aquellos que luchan por la libertad. También honramos al gran Che Guevara cuyos esfuerzos revolucionarios sobresalientes, incluso en nuestro continente, fueron de tal magnitud que ninguna prisión ni censura pudieron ocultarlo. Su vida es una inspiración para todos aquellos que aman la libertad. Siempre honraremos su memoria.
- Debo mencionar que cuando quisimos tomar las armas, nos acercamos a numerosos gobiernos occidentales en busca de ayuda y sólo pudimos hablar con los funcionarios de más bajo nivel. Cuando visitamos Cuba fuimos recibidos por las más altas autoridades que inmediatamente ofrecieron todo lo que queríamos y necesitábamos. Esa fue nuestra primera experiencia con el internacionalismo cubano.
- Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de haber vivido. Es la diferencia que hemos hecho en la vida de otros lo que determinará el significado de la vida que llevamos.
- He caminado ese largo camino hacia la libertad. He intentado no vacilar; he cometido errores en el camino. Pero he descubierto el secreto de que después de subir una gran colina, solo uno encuentra que quedan muchas más colinas por escalar.

guerra de independencia de Cuba contra España

 Antonio Maceo: el valor de la honradez




En los procesos políticos, sociales y militares siempre hay múltiples causas. Nunca es una sola. En la guerra de independencia de Cuba contra España fueron varios, como siempre ocurre, los factores que determinaron su surgimiento y triunfo. Unos fueron objetivos, fáciles de ver, y otros subjetivos, y difíciles de ver a simple vista.
Hay conscenso, por ejemplo, de que la capacidad militar del General Máximo Gómez fue un factor clave en el triunfo de los mambises.
Pero además de ese determinante factor hubo otro, también de importancia estratégica, que a mi juicio merece ser analizado detenidamente.
Es el hecho de que el ejército libertador no se vio envuelto en disputas internas, como sucedía con frecuencia en las luchas de independencia de América Latina, que lo pudieron haber llevado a la división, que de haberse producido, sin duda, hubiese dificultado, por no decir imposibilitado, el triunfo.
La jefatura de Máximo Gómez, promovida por José Martí y apoyada por los generales, era aceptada con la mayor disciplina y conciencia de su importancia.
Nada es más dañino para una causa política o militar que una división, tan frecuentes en nuestra accidentada historia. Así como la unidad ayuda a la victoria la división ayuda a la derrota.
En esa lucha había un hombre que estaba en capacidad de encabezar una división de las fuerzas independentistas. Ese hombre era Antonio Maceo.
El prestigio ganado en los campos de batallas donde fue herido de balas muchas veces era tan grande que le hubiese permitido, de haberlo querido, encabezar una rebelión contra Gómez. Con o sin éxito una iniciativa de ese tipo encabezada por un hombre de su prestigio hubiese sin duda afectado seriamente la revolución.
Pero, por fortuna, Antonio Maceo, conocido también como El Titán de Bronce, no era de esos generales con el ego tan inflamado como para encabezar rebeliones y divisiones. No era de los que ponían su interés particular por encima del bien y el mal. Su causa era solo la independencia de Cuba.
Antonio Maceo era un mulato, hijo de un pequeño propietario, y tenía 23 años cuando Carlos Manuel de Céspedes se rebeló en 1968 en “La Demajagua” contra el dominio español.
Cuando supo de ese acontecimiento se integró a las fuerzas revolucionarias como soldado, pero con el tiempo y por su arrojo y valentía, iba a ser, al decir nada menos que del profesor Juan Bosch, "el más grande de los generales de su país".
En su libro titulado "Cuba: la isla fascinante", el profesor Bosch escribió un penetrante perfil de Antonio Maceo que no hay manera de leerlo y no sentir admiración por el personaje. Es la prodigiosa pluma de Bosch unida a las hazañas de un héroe.
El profesor nos dice: "Bajo el mando de Gómez aprendió el arte y la ciencia de combatir...Como en el caso de Máximo Gómez, ya en el destierro vio crecer su prestigio incesantemente, hasta llegar a figurar entre los tres hombres que habían de dirigir la revolución del movimiento libertador. Se le quiso matar en Haití; fué herido en Costa Rica por fanáticos españoles. Cuando Martí tuvo listo todo lo necesario para iniciar la guerra, a principio de 1895, le escribió diciéndole que sin él era imposible llevar la libertad a Cuba y que debía embarcar...Hecho un huracán sobre su caballo, seguro de sí mismo, Maceo era en los combates la fuerza de la tierra desatada. Había salido de la década sangrienta con trece heridas, algunas de ellas gravísimas; pero nadie creyó jamás que aquel cuerpo de gigante, lleno de poderosos músculos, podía ser abatido a tiros. Le llamaban el Titán; el Titán de bronce le dicen hoy. Los negros de Cuba le decían, simplemente, el General Antonio. Después de peralejo dio la batalla de Sao del Indio; más tarde encabezó la invasión hacia Occidente...Desde el 22 de octubre de 1895 hasta el 22 de enero de 1896, a lo largo de una ruta de más de ochocientos quilómetros, vadeando ríos, trasponiendo lomas, evadiendo trampas, combatiendo, atacando, retirándose, con una fuerza que en ocasiones iba hambreada y que llevaba tras sí gran impedimenta; dejando a la espalda enemigos y delatores; atravesando una isla que por largos días no ofrecía mas terreno que enormes llanuras y que a veces no tenía cuarenta kilómetros de anchura; escurriéndose por las célebres trochas, líneas compuestas de fortines distantes entre sí mil metros nada más, de costa de mar a costa de mar, Maceo marchó y contramarchó, todo aquel ejército a su cuidado, pues a él confió Gómez el mando de las tropas...
Pasma pensar que esa marcha pudo llevarse a cabo. Pasma pensar que la fuerza invasora se mantuvo unida; que no cejó un pie, que fue capaz de concebir la hazaña y de realizarla.
La marcha de la invasión llenó de asombro al mundo. El nombre de Maceo resonó en Francia, se repitió en Inglaterra, era dicho en las dos Américas. Se había convertido en el caudillo por excelencia, en el símbolo de la revolución...."
Sigamos leyendo:
"El prestigio de Maceo no conocía paralelo. Millones de oprimidos, en Cuba y en todas partes, veían en él un ejemplo y una esperanza. Era mulato y comandaba un ejército libertador; había sido arriero y su machete tenía en vilo a un imperio multisecular". Y aquí el profesor nos suelta este fulminante párrafo, que ojalá sirva de lección para los líderes de hoy, porque la historia no es solo para narrarla, sino fundamentalmente para aprender de ella: "Sin embargo, Maceo respetó su gloria. Su título era el de lugarteniente General; por encima suyo estaba Gómez, y Maceo, que era implacable en la demanda de disciplina, obedecía sin un reproche cualquier orden de Gómez o del poder civil de la revolución. Pudo haber dicho: “Quiero el mando supremo”, y lo hubiera tenido. Jamás fue capaz de pensarlo. Era un gran capitán, pero un gran cubano".
Lo que queda claro después de leer el maravilloso relato de Bosch es que el Titán era un guerrero profundamente honrado, con alto sentido de la dignidad personal. En él, definitivamente, el valor de la honradez voló muy alto. Es lo que le permitió, como dice el maestro vegano, ser disciplinado, respetuoso del mando de Gómez y "respetar su gloria".

Poema «Hay un país en el mundo»



Hay un país en el mundo
[Poema – Texto completo.]

Pedro Mir
Hay un país en el mundo
colocado
en el mismo trayecto del sol.
Oriundo de la noche.
Colocado
en un inverosímil archipiélago
de azúcar y de alcohol.

Sencillamente
liviano,
como un ala de murciélago
apoyado en la brisa.

Sencillamente
claro,
como el rastro del beso en las solteronas antiguas
o el día en los tejados.

Sencillamente
frutal. Fluvial. Y material. Y sin embargo
sencillamente tórrido y pateado
como una adolescente en las caderas.

Sencillamente triste y oprimido.

Sencillamente agreste y despoblado

En verdad.
Con tres millones
suma de la vida
y entre tanto
cuatro cordilleras cardinales
y una inmensa bahía y otra inmensa bahía,
tres penínsulas con islas adyacentes
y un asombro de ríos verticales
y tierra bajo los árboles y tierra
bajo los ríos y en la falda del monte
y al pie de la colina y detrás del horizonte
y tierra desde el canto de los gallos
y tierra bajo el galope de los caballos
y tierra sobre el día, bajo el mapa, alrededor
y debajo de todas las huellas y en medio del amor.

Entonces
es lo que he declarado.

Hay
un país en el mundo
sencillamente agreste y despoblado.

Algún amor creerá
que en este fluvial país en que la tierra brota,
y se derrama y cruje como una vena rota,
donde el día tiene su triunfo verdadero,
irán los campesinos con asombro y apero
a cultivar
cantando
su franja propietaria.

Este amor
quebrará su inocencia solitaria.
Pero no.

Y creerá
que en medio de esta tierra recrecida,
donde quiera, donde ruedan montañas por los valles
como frescas monedas azules, donde duerme
un bosque en cada flor y en cada flor la vida,
irán los campesinos por la loma dormida
a gozar
forcejeando
con su propia cosecha.

Este amor
doblará su luminosa flecha.
Pero no.
Y creerá
de donde el viento asalta el íntimo terrón
y lo convierte en tropas de cumbres y praderas,
donde cada colina parece un corazón,
en cada campesino irán las primaveras cantando
entre los surcos
su propiedad.

Este amor
alcanzará su floreciente edad.
Pero no.

Hay
un país en el mundo
donde un campesino breve,
seco y agrio
muere y muerde
descalzo
su polvo derruido,
y la tierra no alcanza para su bronca muerte.

¡Oídlo bien! No alcanza para quedar dormido.
Es un país pequeño y agredido. Sencillamente triste,
triste y torvo, triste y acre. Ya lo dije:
sencillamente triste y oprimido.

Procedente del fondo de la noche
vengo a hablar de un país.
Precisamente
pobre de población.
Pero
no es eso solamente.
Natural de la noche soy producto de un viaje.
Dadme tiempo
coraje
para hacer la canción.

Plumón de nido nivel de luna
salud del oro guitarra abierta
final de viaje donde una isla
los campesinos no tienen tierra.

Decid al viento los apellidos
de los ladrones y las cavernas
y abrid los ojos donde un desastre
los campesinos no tienen tierra.

El aire brusco de un breve puño
que se detiene junto a una piedra
abre una herida donde unos ojos
los campesinos no tienen tierra.

Los que la roban no tienen ángeles
no tienen órbita entre las piernas
no tienen sexo donde una patria
los campesinos no tienen tierra.

No tienen paz entre las pestañas
no tienen tierra no tienen tierra.

…….

Miro un brusco tropel de raíles
son del ingenio
sus soportes de verde aborigen
son del ingenio
y las mansas montañas de origen
son del ingenio
y la caña y la yerba y el mimbre
son del ingenio
y los muelles y el agua y el liquen
son del ingenio
y el camino y sus dos cicatrices
son del ingenio
y los pueblos pequeños y vírgenes
son del ingenio.

Es verdad que en el tránsito del río,
cordilleras de miel, desfiladeros
de azúcar y cristales marineros
disfrutan de un metálico albedrío,
y que al pie del esfuerzo solidario
aparece el instinto proletario.

Pero ebrio de orégano y de anís,
y mártir de los tórridos paisajes
hay un hombre de pie en los engranajes.
Desterrado en su tierra. y un país,
en el mundo,
fragrante,
colocado
en el mismo trayecto de la guerra.
Traficante de tierras y sin tierra.
Material. Matinal. Y desterrado.

…….

Quiero ver su amargura necesaria
donde el hombre y la res y el surco duermen
y adelgazan los sueños en el germen
de quietud que eterniza la plegaria.

Donde un ángel respira.
donde arde
una súplica pálida y secreta
y siguiendo el carril de la carrera
un boyero se extingue con la tarde.

Después
no quiero más que paz.
Un nido
de constructiva paz en cada palma.
Y quizás a propósito del alma
el enjambre de besos
y el olvido.

Plan lea

SIETE DÍAS QUE LE DEVOLVIERON EL ALMA AL PUEBLO:

 SIETE DÍAS QUE LE DEVOLVIERON EL ALMA AL PUEBLO:

EL FESTIVAL QUE ROMPIÓ EL MIEDO Y ENCENDIÓ UNA GENERACIÓN**
🌺
El día en que la música dejó de ser música y se convirtió en país
En noviembre de 1974, mientras el miedo respiraba por las esquinas y la censura vigilaba hasta los susurros, la República Dominicana se atrevió a algo impensable: un festival internacional político-musical en plena represión.
No fue espectáculo.
No fue entretenimiento.
Fue valentía colectiva en su estado más puro.
El Primer Encuentro Internacional de la Nueva Canción “Siete Días con el Pueblo” (25 de noviembre – 1 de diciembre de 1974) se convirtió en la semana donde un país entero descubrió que la música también puede ser machete, abrazo, espejo, himno, desahogo… y sobre todo resistencia.
Fue un acto de audacia ética: cantar en voz alta lo que muchos apenas se atrevían a pensar.
El país vivía el balaguerismo duro, con represión política, asesinatos selectivos, exilios forzados y un clima de silencio heredado de la Guerra de Abril y de la muerte de Caamaño.
En ese terreno seco de injusticia brotó la Nueva Canción DominicanaNueva Forma, Convite, Expresión Joven– que unió música, denuncia y amor por el pueblo.
De esa mezcla nació la idea del festival:
poner arte donde había miedo, poner pueblo donde había exclusión, poner dignidad donde había censura.
Enrique de León propone el encuentro después de ver un evento similar en París; la CGT lo asume; Cholo Brenes articula el lado musical; los grupos de Nueva Canción lo convierten en un movimiento; y Casa de Teatro se vuelve santuario, refugio, centro de conspiración cultural.
El símbolo elegido no fue banderas ni puños alzados.
Fue una cayena:
una flor humilde, roja, viva.
Una belleza cotidiana convertida en símbolo de resistencia dominicana.
Ahí empezó la magia.
🌍
Los países, las voces y las manos que se cruzaron
Durante siete días, el mundo entero se asomó a la isla:
Argentina, Puerto Rico, Cuba, España, Venezuela, México, Uruguay…
La élite de la Nueva Canción Latinoamericana llegó sin cobrar fortuna, sin alfombras rojas, sin pretensiones. Llegaron porque entendían el momento histórico.
Entre los dominicanos:
Sonia Silvestre, Víctor Víctor, Johnny Ventura, Cuco Valoy, Convite, Nueva Forma, Expresión Joven, Alta Voz, Ramón Leonardo, Luis Días, y toda la constelación que definió nuestra identidad musical moderna.
El país entero cantó junto a ellos.
🎤
Canciones que estremecieron la historia
Los momentos que se volvieron epopeyas:
“Obrero, acepta mi mano”, de Convite, convertida en canción oficial.
“Mamá Tingó”, estrenada por Johnny Ventura, homenaje directo a la campesina asesinada por defender la tierra.
“Las casas de cartón”, de Los Guaraguao, que la multitud adoptó como diagnóstico vivo del país.
“No quiero ser militar”, de Víctor Manuel, que hizo llorar a un guardia en servicio.
La declamación de “Hay un país en el mundo” de Pedro Mir, que levantó la dignidad nacional como bandera.
Siete días bastaron para que el pueblo perdiera la vergüenza de decir lo que sentía y ganara el derecho de soñar otra vez.
🕊️
Historias orales: el otro festival, el que no salió en los afiches
Hay detalles que no aparecen en los programas oficiales:
Artistas alojados en casas de familias, compartiendo pan y esperanza.
Intérpretes afónicos por cantar con miedo y a la vez con toda el alma.
Gente que caminó kilómetros para entrar al Estadio Olímpico sin dinero… pero con ganas de existir.
Guardias que no sabían si cumplir órdenes de represión o dejarse llevar por la emoción del pueblo cantando a Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
Periodistas que se jugaban la vida por publicar crónicas de esos días.
Cada testimonio confirma que este festival fue una grieta luminosa en medio de un sistema oscuro.
📚
Qué dicen los historiadores
Los estudiosos coinciden en que “Siete Días con el Pueblo” es el evento artístico-político más importante de la historia dominicana contemporánea.
Un antes y un después cultural.
Un laboratorio de democracia.
Un movimiento que ayudó a moldear el clima social que hizo posible el cambio político de 1978.
Centros culturales, universidades, intelectuales y cronistas lo estudian como símbolo de:
participación popular
identidad latinoamericana
resistencia ética
memoria histórica
poder del arte en tiempos de opresión
Y aún hoy se analizan sus contradicciones, sus tensiones internas, su caos organizativo… pero también su impacto irreversible.
🌱
Legado vivo: lo que aún nos enseña aquel noviembre del 74
A 50 años, su huella permanece:
inspiró documentales, discos, conversatorios y nuevas lecturas
fortaleció la identidad de la canción social
abrió camino a generaciones posteriores
sembró una verdad poderosa:
un pueblo unido puede cantar tan fuerte que asusta a la dictadura
La música, cuando es honrada, no entretiene: despierta.
Cada vez que vuelvo a “Siete Días con el Pueblo”, siento que la historia dominicana nos deja una lección simple y profunda:
El pueblo no se quiebra por hambre ni miedo.
Se quiebra cuando pierde la esperanza.
Y en 1974, por siete días, la esperanza se volvió canción.
Ese festival es un recordatorio de que la cultura puede ser más poderosa que las balas, y que una canción, cuando nace desde la verdad, es capaz de abrir puertas que la política no sabe tocar.
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Para motivar a los comentarios
¿Quién te habló por primera vez de ese festival?
¿En tu familia alguien lo vivió de cerca?
¿Crees que hace falta una nueva generación de “canción social” para estos tiempos?
¿Puede hoy la música cambiar mentalidades como lo hizo en 1974?
Tu opinión es parte de esta memoria.











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