El supuesto ataque con sustancias químicas, en Dumas, Siria, no es más que otro pretexto de Estados Unidos para seguir justificado la agresión de ese país contra el pueblo Sirio.
Con que moral Estados Unidos acusa a otros países de genocida, cuando los crimenes cometidos por este, no tienen parangón en la historia de la humanidad.
Sólo recordemos a Hiroshima y Nagasaki, la sociedad Norteamericana carga sobre su conciencia el peso de los millones de personas muertas alrededor de todo el planeta victimas de la politica imperialista de esa poderosa nación.