Me inclino con
humildad ante todos mis maestros para rendir un tributo eterno a sus sabias
enseñanzas que me han guiado como un faro de luz por los caminos de la paz, la
honestidad, el honor, la dignidad, el amor al prójimo y la solidaridad.
Gracias maestros, ustedes viven y se
multiplican en cada una de mis acciones.
Domingo Acevedo.
Marzo/2024.