domingo, junio 05, 2016

Falleció Muhammad Alí, la gran leyenda del boxeo

Tomado de la nacion.

Murió a los 74 años; luchó contra el Parkinson durante más de tres décadas; fue el máximo campeón de los pesos pesados
 
Mohamed Alí felleció a los 74 años.  Foto: Archivo 
PHOENIX, Estados Unidos (AFP) - El ícono del boxeo Muhammad Alí falleció este viernes a los 74 años en Phoenix (Arizona), informó su familia en un comunicado.
"Después de 32 años de luchar contra la enfermedad de Parkinson, Muhammad Alí murió a la edad de 74 años", dijo su portavoz, Bob Gunnell. "El triple campeón de pesos pesados del mundo murió en la noche", dijo el comunicado. El portavoz del boxeador más famoso del mundo explicó que su funeral se llevará a cabo en su ciudad de Louisville, Kentucky, pero sin precisar fecha. "La familia de Alí quiere agradecer a todos los que le acompañan con sus pensamientos, oraciones y apoyo y exige también respeto a su privacidad", concluye el comunicado.
Muhammad Alí había sido hospitalizado el jueves por un problema respiratorio. Su portavoz había anunciado entonces que "estaba en un buen estado de salud" y que "su tiempo (hospitalizado) debía ser corto". Pero una fuente cercana a la familia indicó la noche del viernes a la agencia AFP que el ex boxeador "estaba en una condición muy grave", confirmando la información de varios medios de comunicación estadounidenses, incluyendo el diario Los Angeles Times y el canal de televisión NBC News. Alí sufrió durante más de treinta años la enfermedad de Parkinson y había sido hospitalizado dos veces a finales de 2014 y principios de 2015 por neumonía e infección del tracto urinario.
Nacido como Cassius Clay, campeón olímpico en Roma en 1960, comenzó su carrera profesional el mismo año, convirtiéndose en el campeón mundial de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en 1964 al derrotar a Sonny Liston por nocaut en el séptimo asalto.
Mohamed Alí vs. George Foreman en 1974.   Foto: AP
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El maestro indiscutible de los pesos pesados, el hombre apodado "El más grande", había conmocionado a los Estados Unidos en 1967 por negarse a hacer el servicio militar e ir a la guerra de Vietnam por sus creencias religiosas.
Fue encarcelado, despojado de su título y se le prohibió el boxeo durante tres años y medio antes de volver a ser campeón del mundo en 1974, al lograr los títulos de la AMB y CMB, cuando ganó por KO (8 round) a George Foreman durante la "Batalla en la Selva" en Kinshasa, en la República Democrática del Congo, antigua Zaire.
Alí perdió luego su título por puntos ante Leon Spinks el 15 de febrero de 1978 y lo recuperó después en la revancha el 15 de septiembre del mismo año. Terminó su carrera en una derrota por puntos contra Trevor Berbick el 11 de diciembre de 1981 en el Centro de Deportes Queen Elizabeth en Nassau.

1970, Muhammad Alí vs Oscar Bonavena

Los dueños del rocío.



Ya son más de las cuatro de la tarde, el sol empieza a acrisolar el horizonte con sus rayos que se van atenuando con el paso de las horas  vistiendo de colores las nubes que raudas se alejan, huyendo de las sombras.

Por el camino los labriegos regresan de sus conucos, sobre sus hombros cargan el peso amargo de la pobreza. La tierra con esta larga sequia es poco lo que da.

Regresan cansados con sus azadas al hombro, sus machetes en el cinto, con sus sombreros de paja, las camisas sudadas, los pantalones remangados y los pies descalzos.
Julio es un mes árido donde el calor que se eterniza más allá de las noches parece quemarlo todo, hasta los sueños.

Ya hace un rato que el tío Juan de la Rosa y el tío Alberto regresaron de más allá de las lejanas praderas del rocío, se alejaron tanto hacia el oeste buscando pastos que cruzaron las claras aguas de la cañada de Guajimía y llegaron a Manoguayabo, en donde el ganado comió hasta hartarse y después abrevó en las aguas del rio Haina.

Son más de las siete  de la noche imagino que ya el abuelo Ismael llegó a su casa, en el km7 de la carretera Sánchez, llevó a Julia donde pasa la noche, se dio un baño, cenó y luego como todas las noches se sentó bajo los limoncillos florecidos de sobras y estrellas, junto  a Mimina, su esposa a ver como se alejan por la carretera Sánchez los pocos carros que pasan rumbo a Haina o San Cristóbal.

En la esperilla, los hombres después de darse un baño y comer algo se van juntando poco a poco en la pulpería de Andrés Longo a tomarse un trago, escuchar canciones en la vellonera y contarse viejas historias repetidas y carcomidas por el tiempo en donde olvidan lo amargo de sus vidas.

Es extraño pero Manuel hoy no ha dado señales de vida no se por donde andará mi solitario amigo. 

Hace un rato la tía Eufemia que venía de Manganagua, pasó por casa a saludar a mamá y siguió su camino hacia Borronoso, en donde vive con su familia.
Nosotros como es costumbre nos juntamos en el rancho de la abuela Mamá Tita, en el encontramos a  Ninito que hace un rato  llegó y mientras los adultos conversan en la enramada, nosotros correteamos por el patio, hacemos piruetas, danzamos  y nos hacemos dueños de la noche y construimos con la inocencia los sueños que nos permitirán sobrevivir a la vorágine del hambre.


Domingo Acevedo.


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