Que me perdonen los que piensan
que es contra Haití que debemos defender nuestra patria y nuestra soberanía,
pienso que están equivocados. Nuestra patria hay que defenderla contra los que desde
dentro de nuestro país se la roban y la entregan a empresas multinacionales y a
las mineras para que se lleven nuestras riquezas a costa de dejarnos sólo pobreza
contaminación y muerte y dejar los bolsillos de los negociadores y los
funcionarios corruptos llenos de dólares. Es contra ellos que debemos defender
nuestra nación, contra los ladrones enquistados en el gobierno que se han
robado la esperanza de nuestro pueblo de tener una vida digna.
También debemos aclarar que no
nos oponemos a que se regulen a los inmigrantes, no sólo a los haitianos, sino
a todos los ilegales de otras nacionalidades que tenemos en el país. A lo que
nos oponemos es a la retroactividad de la sentencia del Tribuna Constitucional y
a la desnacionalización de cientos de personas residentes en la Rep. Dominicana. Es
a eso a los que nos oponemos, no a que nosotros como nación empecemos a
resolver el problema de la inmigración ilegal, que es una prerrogativa de todos
los piases.
Estamos de acuerdo que la gran
cantidad de haitianos que tenemos diseminados en barrios y campos son una carga
para nuestra maltrecha economía y ese es un problema que debemos resolver de
manera responsable y en el marco del respeto de sus derechos como seres humanos
y forzar a las naciones comprometidas con esa deprimida nación a que asuman su
responsabilidad en la crisis, invirtiendo los recursos necesarios en su reconstrucción,
en educación, en agricultura, empleos y en creación de mecanismos para su institucionalidad. Hay que devolverles a los
haitianos la esperanza en su nación
También nos oponemos a la campaña
internacional, que quieren hacer ver al pueblo dominicano como racista y
enemigo del pueblo haitiano y no es así, esas naciones como España, Francia,
Italia, Estados Unidos de Norteamerica, entre otras, hay que ver que es lo que
hacen con los inmigrantes ilegales en sus países, por ejemplo España que hace
con los gitanos y los marroquíes y estados unidos con los mejicanos
especialmente, entonces quieren aplicar con nosotros una doble moral y eso es
inaceptable.
En barrios, campos y bateyes,
dominicanos y haitianos conviven hermanados y pasan las mismas necesidades,
tienen las mismas precariedades y el hambre es la misma, es la misma pobreza,
no es distinta para unos y otros, porque los pobres en donde quieran que estén son
iguales
Domingo Acevedo.
Nov/13