sábado, enero 21, 2012

EL RASTRO DE UN LÁGRIMA.

EL RASTRO DE UN LÁGRIMA.

He seguido el camino de una lágrima dibujada en el rostro del atardecer, ya oscurece, esperamos a Felipe y a Ñoñó que fueron a pescar tilapias a la laguna de Manganagua, ha sido duro el día en el largo trajinar del hambre, la sequía destruyó toda la cosecha, el monte achicharrado por el sol de julio, resplandece con las primeras estrellas y nuestras miradas se pierden entre las sombras del anochecer, a ver si vemos aparecer a nuestros hermanos por el camino real.
Nos preocupa su tardanza, además el hambre ya hace estragos en nuestros estómagos, en la cocina mamá mantiene el fuego encendido, papá aun no regresa del monte, anda cortando la leña para mañana preparar el horno, han sido largos todos estos días de hambre, no hay maquey, ni yambí, el monte está desolado, con esta prolongada sequía, hasta las aves se han ido a otros lugares.
Desde aquí puedo ver el fuego de la cocina de Popó Candela, Negra su esposa debe estar haciendo la cena. Imagino a Miguela jugando con las sombras de la noche, más allá de las anacahuitas gemelas, bajo los limoncillos florecidos de eternidad de la tía Tatín. El orgullo nos impide ir a pedir un poco de comida a las casas ajenas, preferimos morirnos de hambre, inmerso en nuestra soledad. Desde aquí escuchamos las canciones tristes de la vellonera del negocio de Andrés Longo, cierro los ojos y se me humedecen los ojos de estrellas.
No sabemos que horas es, pero presentimos la presencia cercana de nuestros hermanos, oteamos el horizonte, el viento nos trae su olor mezclado con el olor de los pescados, suspiramos tranquilos, ya podemos sentir sus pasos certeros en la oscuridad, silban, para decirnos que ya llegaron, viene felices, cargados de tilipias y jicoteas. En medio del patio nos abrazamos bajo el cielo infinito de estrellas, mamá sale y también los abraza, nos preparamos debajo de la mata de javey, para quitarles las escamas a los pescados, ellos apartan un poco para llevarlos a sus casas, son muchos no nos lo comeremos todos esta noche. Papá llega, sudoroso, con toda la oscuridad de la noche pegada en la piel, deja a Julia, libre, que se acerca hasta donde nosotros estamos, rebuzna y sacude la cabeza, es su manera de decirnos, yo también estoy aquí, León ladra alegre, juguetea, salta, nos lame las piernas y luego se acomoda en el suelo junto a nosotros.
Después de limpiar los pescados, buscamos un lugar en el patio donde encender una fogata y nos sentamos alrededor de ella, ya mamá hierve los pescados, hace un cardo con sal, ajo y orégano, no hay nada más, pero será suficiente por el día de hoy. Reímos, contamos historias, entonamos canciones ancestrales, León nos mira con asombro y Julia descansa hasta que mi padre la lleve al lugar donde pasa la noche, cerca de la casa debajo de la mata de café cimarrón, ella y León son parte de la familia, después de comer, Felipe, se irá dormir con la tía Aurora y Ñonó, se irá a donde la tía Amantina, ella lo crió desde muy pequeño. Más allá de la alambrada los grillos cantan incesante a las estrella.
Entre mis ojos cabe todo el universo, la noche huele a bosque seco, a luna llena y caldo de pescado, busco el calor de mis dos hermanos mayores, me siento entre los dos y los miro con orgullo, ellos son buenos pescadores y mejores cazadores, un día seré como ellos y podré ir por el monte y llegar más allá de los limites ancestrales y cazar la quimera, para entregarle a mis padres la felicidad eterna.
Mamá nos llama, es hora de comer, entramos a la casa, en la sala la llama de la lamparita jumeadora danza al compás del viento, por momentos parece que se apagará, para luego renacer de sus cenizas como un ave fénix, está sabroso el caldo, sólo que la tilapias tienen muchas espinas hay que comerlas con sumo cuidado para que no se quede una en la garganta, es una pena que no apareció un coco para cocinarla, nos quedan algunas tilapias para mañana y tres sabrosas jicoteas, para los días siguientes, así que podremos invitar a otros vecinos a compartir nuestra comida.
Manuel, mí pequeño y solitario amigo hace rato se fue, tal vez con hambre, imagino que vive allá, muy lejos, donde se ve aquella lucecita distante, él nunca ha querido llevarme a su casa.
Ya comimos, es hora de dormir, Felipe y Ñonó se despiden entre abrazos y sueños y me dicen que mañana temprano me llevarán con ellos a las distantes regiones del norte, a cazar, que me prepare, que pasarán a las seis de la mañana por mí, me voy a la cama feliz, el corazón no me cabe en el pecho, mañana por fin podré ir cazar.
Nosotros conocemos y amamos cada palmo de nuestra tierra, amamos al viento, las nubes, las aves, los árboles, los animales, las mariposas, la lluvia, la primavera que hace florecer al bosque, cada camino tiene un horizonte que termina en nuestros sueños y en definitiva, nuestro amor por la madre tierra, es el amor por la vida, es el amor a Dios que lo ha creado todo tan perfecto.
Para mí lo más importante es que se acerca el día en que podré atravesar los límites ancestrales del monte y atrapar a la quimera, para entregarles a mis padres la felicidad eterna.
Mientras cierro los ojos, escucho los tambores lejanos que invitan para mañana en la noche, a bailar en el patio de la abuela Mamá Tita, la danza de la lluvia para conjurar la sequía.
Dic. 2010

MI ORIGEN

MI ORIGEN

La tarde recrea ante mis ojos la nostalgia de mi origen perdido en África.

La tristeza de estos largos años de exilio en que hemos perdido nuestra identidad, hace florecer entre mis ojos lirios de agua.

La pena acumulada durante estos siglos de huir a ningún lado golpea mi memoria como un látigo de sal que abre viejas heridas que vuelven a sangrar bajo el sol púrpura de nuestro ocaso. Tantos años de olvido han dejando en mi boca el agrio sabor de la ausencia

África sigue es en mi corazón una hoguera que se enciende entre mis ojos cuando mira hacia atrás, se que ya no volveré al acrisolado mundo de mis sueños; me he resignado a morir en esta tierra tan ajena y tan mía, pero mi vida sigue allá, en la aldea de donde una noche mi ADN sin querer, empezó a viajar en un cuerpo desconocido hacia una isla perdida en el mar Caribe.

Quinientos años después, la mirada triste de la abuela Mamá Tita, me despierta en medio del estruendo de los arcabuces y los gritos de los hombres que defendían a los suyos, hasta terminar atados a la codicia de unos hombres que contra el reflejo de la aldea incendiada los conducían por un sendero de horror hasta una embarcación anclada en un océano de cadáveres, emprendiendo un viaje sin retorno hacia el dolor.

Yo apenas era menos que un sentimiento perdido en la memoria de alguien que aún no había nacido, pero ya llevaba sobre mis hombros el peso de una historia de látigo y sudor, donde la vida nunca dejó de ser un canto que en las noches, se multiplicaba en la voz alegre de las tamboras.

MIRA LO QUE DICE UN PREMIO NÓBEL DE MEDICINA

MIRA LO QUE DICE UN PREMIO NÓBEL DE MEDICINA

No tiene desperdicio… es una bomba!!!!!!!
Ahí va el escándalo... -muy valiente este Premio Nóbel de Medicina-. Qué lástima que esto no salga en los noticiarios de todas las cadenas para que la reaccione en masa... es de vergüenza...

Premio Nóbel de Medicina: Las Farmacéuticas bloquean las medicinas que curan porque no son rentables impidiendo su distribución,
Posted on 9 april, 2011
El ganador del Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts denuncia la forma en la que operan las grandes farmacéuticas dentro del sistema capitalista, anteponiendo los beneficios económicos a la salud y deteniendo el avance científico en la cura de enfermedades porque curar no es tan rentable como la cronicidad.

Hace unos días se publicó una nota sobre datos revelados que muestran que las grandes compañías farmacéuticas en Estados Unidos gastan cientos de millones de dólares al año pagando a doctores para que éstos promuevan sus medicamentos. Para complementar reproducimos esta entrevista con el Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts quien señala que los fármacos que curan no son rentables y por eso no son desarrollados por las farmacéuticas que en cambio sí desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de forma serializada. Esto, señala Roberts, también hace que algunos fármacos que podrían curar del todo una enfermedad no sean investigados. Y se pregunta hasta qué punto es válido y ético que la industria de la salud se rija por los mismos valores y principios que el mercado capitalista, los cuales llegan a parecerse mucho a los de la mafia. La entrevista originalmente fue publicada por el diario español La Vanguardia:
¿La investigación se puede planificar?
- Si yo fuera ministro de Sanidad o el responsable de Ciencia y Tecnología, buscaría a gente entusiasta con proyectos interesantes; les daría el dinero justo para que no pudieran hacer nada más que investigar y les dejaría trabajar diez años para sorprendernos.
- Parece una buena política.
- Se suele creer que, para llegar muy lejos, tienes que apoyar la investigación básica; pero si quieres resultados más inmediatos y rentables, debes apostar por la aplicada…
- ¿Y no es así?
- A menudo, los descubrimientos más rentables se han hecho a partir de preguntas muy básicas. Así nació la gigantesca y billonaria industria biotech estadounidense para la que trabajo.
- ¿Cómo nació?
- La biotecnología surgió cuando gente apasionada se empezó a preguntar si podría clonar genes y empezó a estudiarlos y a intentar purificarlos.
- Toda una aventura.
- Sí, pero nadie esperaba hacerse rico con esas preguntas. Era difícil obtener fondos para investigar las respuestas hasta que Nixon lanzó la guerra contra el cáncer en 1971.
- ¿Fue científicamente productiva?
- Permitió, con una enorme cantidad de fondos públicos, mucha investigación, como la mía, que no servía directamente contra el cáncer, pero fue útil para entender los mecanismos que permiten la vida.
- ¿Qué descubrió usted?
- Phillip Allen Sharp y yo fuimos premiados por el descubrimiento de los intrones en el ADN eucariótico y el mecanismo de gen splicing (empalme de genes).
- ¿Para qué sirvió?
- Ese descubrimiento permitió entender cómo funciona el ADN y, sin embargo, sólo tiene una relación indirecta con el cáncer.
- ¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el europeo?
- Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital privado, es mucho más eficiente. Tómese por ejemplo el espectacular avance de la industria informática, donde es el dinero privado el que financia la investigación básica y aplicada, pero respecto a la industria de la salud… Tengo mis reservas.
- Le escucho.
- La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas.
- Explíquese.
- La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital…
- Como cualquier otra industria.
- Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.
- Pero si son rentables, investigarán mejor.
- Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos.
- Por ejemplo…
- He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad…
- ¿Y por qué dejan de investigar?
- Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que hacen crónica la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.
- Es una grave acusación.
- Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para convertir en crónicas dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que le digo.
- Hay dividendos que matan.
- Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie ese tipo de abusos.
- ¿Un ejemplo de esos abusos?
- Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año pasado a un millón de personas.
- ¿No me habla usted del Tercer Mundo?
- Ése es otro triste capítulo: apenas se investigan las enfermedades tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.
- ¿Los políticos no intervienen?
- No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.
- De todo habrá.
- Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos – y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras...

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