domingo, abril 16, 2017

Un mundo nuevo es posible.


Nosotros los pobres de todo el mundo desde que venimos al mundo estamos luchando por nuestras vidas, luchamos contra la pobreza en la que nacemos, contra el hambre que nos acompaña por toda la vida, luchamos contra las inclemencias del tiempo, las guerras y sobre todo nuestra lucha más feroz es contra el sistema que nos arrincona y nos elimina lentamente con el hambre, las enfermedades y las guerras provocadas para eliminar cierto porcentaje de pobres que no estamos en capacidad de producir sino que somos consumidores pasivos, así lo establece la estrategia de dominación mundial de los países poderosos.

No nos damos cuenta de esa realidad, las mismas necesidades y la prisa no nos permite entender que somos objetos de un sistema que nos usa y nos deshecha a su antojo, que limita nuestro desarrollo porque nos necesita ignorantes, por eso nos niega el derecho a la salud, la educación, el derecho a un trabajo y un salario digno y hasta a divertirnos sanamente.
Nos condena a vivir marginados, apretujados en los barrios pobres, al lado de los ríos. En las laderas de las montañas, en los cauces secos de los ríos y las cañadas, abandonados en campos y montañas, en lugares vulnerables en donde vivir es un heroísmo.

Es de esa pobreza desde donde procedo, no soy el único,  hay miles como yo diseminados por todo el mundo, personas que no nacimos para ser felices, ni estar alegres, ni tristes, personas que nacimos para levantar la bandera multicolor de la esperanza, la justicia, el amor, la solidaridad y la equidad.

Un mundo nuevo es posible.

Domingo Acevedo.
Abri/17




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