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miércoles, julio 25, 2012
eso era la vida.
Un espacio para compartir los sueños y las esperanzas de juntos poder contruir un mundo mejor a través de la poesía.
Hace tiempo la sueño
Hace tiempo la sueño
vestida de luna en su desnudez
dejando sus huellas sobre las alfombras nocturnas del
tiempo
alejándose para
siempre entre las luces y las sombras
de la ciudad agrietada por la ausencia
hacia los antiguos suburbios del alba
Un espacio para compartir los sueños y las esperanzas de juntos poder contruir un mundo mejor a través de la poesía.
Luis Miguel - Incondicional - Video Oficial
Un espacio para compartir los sueños y las esperanzas de juntos poder contruir un mundo mejor a través de la poesía.
EL RASTRO DE UN LÁGRIMA.
EL RASTRO DE UN LÁGRIMA.
He seguido el camino de una lágrima dibujada en
el rostro del atardecer, ya oscurece, esperamos a Felipe y a Ñoñó que fueron a
pescar tilapias a la laguna de Manganagua, ha sido duro el día en el largo
trajinar del hambre, la sequía destruyó
toda la cosecha y la peste mató a todas las gallinas, el monte achicharrado por
el sol de julio resplandece con las primeras estrellas y nuestras miradas se
pierden entre las sombras del anochecer a ver si vemos aparecer a nuestros
hermanos por el camino real.
Nos preocupa su tardanza, además el hambre ya
hace estragos en nuestros estómagos. En la cocina mamá mantiene el fuego encendido,
papá aun no regresa del monte, anda cortando la leña para mañana preparar el
horno. Han sido largos todos estos días de hambre, no hay maquey, ni
yambí, el monte está desolado con esta prolongada sequía y hasta las aves
escasean.
Desde aquí puedo ver el fuego de la cocina de
Popó Candela, Negra su esposa debe estar haciendo la cena. Imagino a Miguela
jugando con las sombras de la noche, más allá de las anacahuitas gemelas, bajo los limoncillos florecidos de eternidad de la tía Tatín. El orgullo nos impide ir a pedir un poco de comida a las casas ajenas,
preferimos morirnos de hambre, inmersos en nuestra soledad. Desde aquí
escuchamos las canciones tristes de la vellonera del negocio de Andrés Longo,
cierro los ojos y se me humedecen de estrellas.
No sabemos que horas es, pero presentimos la
presencia cercana de nuestros hermanos. Oteamos el horizonte, el viento nos
trae su olor mezclado con el olor de los pescados, suspiramos tranquilos, ya
podemos sentir sus pasos certeros en la oscuridad, silban, para decirnos que ya
llegaron, viene felices, cargados de tilipias y jicoteas. En medio del patio
nos abrazamos bajo el cielo infinito de estrellas, mamá sale y también los
abraza, nos preparamos debajo de la mata de javey, para quitarles las escamas a
los pescados, ellos apartan un poco para llevarlos a sus casas, son muchos no
nos lo comeremos todos esta noche. Papá llega, sudoroso, con toda la oscuridad
de la noche pegada en la piel, deja a Julia, libre, que se acerca hasta donde
nosotros estamos, rebuzna y sacude la cabeza y la estruja contra nuestras
espaldas, es su manera de decirnos, yo también estoy aquí, León ladra alegre,
juguetea, salta, nos lame las piernas y
luego se acomoda en el suelo junto a nosotros.
Después de limpiar los pescados, buscamos un
lugar en el patio donde encender una fogata y nos sentamos alrededor de ella,
ya mamá hierve los pescados, hace un
cardo con sal, ajo y orégano, no hay nada más, pero será suficiente por el día
de hoy, reímos, contamos historias, entonamos viejas canciones ancestrales,
León nos mira con asombro y Julia descansa hasta que mi padre la lleve al lugar
donde pasa la noche, cerca de la casa debajo de la mata de café cimarrón, ella
y León son parte de la familia, después de comer, Felipe, se irá dormir con la tía Aurora y Ñonó, se irá a
donde Amantina, ella lo crió desde muy
pequeño. Más allá de la alambrada los grillos cantan incesante a las estrella.
Entre mis ojos cabe todo el universo, la noche
huele a bosque seco, a luna llena y caldo de pescado, busco el calor de mis dos
hermanos mayores, me siento entre ellos
y los miro con orgullo, ellos son buenos
pescadores y mejores cazadores, un día
seré como ellos y podré ir por el monte y
llegar más allá de los limites ancestrales y cazar la quimera, para
entregarle a mis padres la felicidad eterna.
Mamá nos llama, es hora de comer, entramos a la
casa, en la sala la llama de la lamparita jumeadora danza al compás del viento,
por momentos parece que se apagará, para luego renacer de sus cenizas como un
ave fénix, está sabroso el caldo, sólo que la tilapias tienen muchas espinas hay
que comerlas con sumo cuidado para que no se quede una en la garganta, es una
pena que no apareció un coco para cocinarlas, nos quedan algunas tilapias para
mañana y tres sabrosas jicoteas, para
los días siguientes, podremos invitar a otros vecinos para
compartir la comida.
Manuel,
mí pequeño y solitario amigo hace rato se fue, tal vez con hambre, imagino que
vive allá, muy lejos, donde se ve aquella lucecita distante, él nunca ha
querido llevarme a su casa.
Ya
comimos, es hora de dormir, Felipe y Ñonó se despiden entre abrazos y sueños y
me dicen que mañana temprano me llevarán con ellos a las distantes regiones del
norte, a cazar, que me prepare, que pasarán a las seis de la mañana por mí,
cada uno toma el rumbo de su casa, me quedo en el patio hasta que se desvanecen
en la oscuridad, miro al cielo y luego me voy a la cama tan feliz que el
corazón no me cabe en el pecho, mañana por fin,
podré ir cazar.
Nosotros
conocemos y amamos cada palmo de nuestra tierra, amamos al viento, las nubes,
las aves, los árboles, los animales, las mariposas, la lluvia, la primavera que
hace florecer al bosque, cada camino
tiene un horizonte que termina en nuestros sueños y en
definitiva, nuestro amor por la madre tierra, es el amor por la vida, es el
amor a Dios que lo ha creado todo tan perfecto.
Para
mí lo más importante es que se acerca el día en que podré atravesar los límites
ancestrales del monte y atrapar la quimera, para entregarles a mis padres la
felicidad eterna.
Mientras
cierro los ojos, escucho los tambores lejanos que invitan para mañana en la
noche a bailar en el patio de la abuela Mamá Tita, la danza de la lluvia para
conjurar la sequía.
Un espacio para compartir los sueños y las esperanzas de juntos poder contruir un mundo mejor a través de la poesía.
Sólo la lucha organizada y decidida nos hará libres.
Creo firmemente que sólo luchando seremos totalmente libres, la violencia viene desde el poder, desde quienes nos gobiernan, el pueblo sólo se defiende.
Un espacio para compartir los sueños y las esperanzas de juntos poder contruir un mundo mejor a través de la poesía.
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