El Karate, su práctica, su filosofía, nos hace mejores seres humanos, con él buscamos el sentido espiritual de la vida, el sendero que nos lleva a encontrarnos con nosotros mismos en la lucha permanente por matar nuestro ego, que nos envilece frente a los otros seres humanos, que nos vuelve egoístas, vanidosos, crueles, carentes de humanidad.
El karate nos abre las puertas de la humildad y nos enseña el valor de la vida en el sentido más amplio de la palabra.
Domingo Acevedo.
Mayo/2024.