HORAS
AMARGAS
En estas horas
amargas añoro tu ternura
tu mirada
inefable
tu pelo que el
viento azul
de las tardes
rutilantes del verano alborota
tu sonrisa sonora
tu voz dulce
sí tus besos
añoro tus besos
tus caricias
tu compañía
el olor de tu piel
que me ata
a tus encantos de
mujer
infinita y simple
digna y valerosa
compañera mía
en estas
soledades de fríos barrotes
y paredes
ensangrentadas
tu recuerdo late
dentro de mí
y me da valor
para no flaquear
para mantener
la firmeza de mis
sueños
y la pureza de mi
ideal
amor de mi vida
en estas
soledades
amo tu amor
que me da la vida
que me quitan
Domingo Acevedo.