En el preámbulo de un proceso
huelgario en el 1990, un 23 de septiembre cayeron abatidos, Eduardo. Pedro y
Ayanes, miembros activos de la Union de Estudiantes Revolucionarios UNER, hoy 23
años después nosotros sus compañeros honramos su memoria recordándolos y
siguiendo su ejemplo de lucha y sacrificios.
Ellos murieron luchando por
construir una mejor sociedad, justa y solidaria.
ESTUPOR
después
del estupor
nos
queda la terrible sensación de la ausencia
y un
hondo vacío nos llena
y la
soledad nos atrapa
en su
irreal maraña de silencio y angustia
y la
alegría desde entonces
nos
sabe amarga
y en
medio de la pena
el
recuerdo de los amigos
que
partieron a destiempo
nos
sobrecoge el alma
y nos
deja en la boca
el
sabor a sangre de la tristeza
por los
que partieron con prisa y sin querer
por Mármol
que fue
el constructor
infatigable
de sueños
el
eterno y solidario militante
el
combatiente
el
hombre
el
amigo
leal
y
humilde
abnegado
y justo
lo
recuerdo
en
medio de los gases lacrimógenos
y el
fuego de los neumáticos
en
medio de las banderas multicolores
entre
los estudiantes sudorosos
y las
consignas airadas
en
medio de todo
siento
que retorna en el viento
que
germina en la lluvia
y se
multiplica entre las flores
sabéis
Mármol
tiene
de la noche
la
estatura de las estrellas
por Ayanes
que fue
siempre díscolo
romántico
y fraterno
siempre
presto al sacrificio
a dar
lo mejor de él en la lucha
por la
redención del pueblo
Ayanes
siempre
vivirá entre los sueños
de la
multitud que ama
y
construye con tesón
el
futuro cierto de la patria
por Pedro
el
militante puro y simple
que nos
dejó su sonrisa fresca
su
tierna alegría
su
ejemplo
sus
sueños
un
volveré impreso en la noche eterna
de un
septiembre envenenado y maldito
que nos
arrebató de las manos
a los
amigos que no olvidaremos nunca
sé
Pedro
que
allá entre los sueños y la alegría
entre
las mariposas y las flores
duermen
ustedes apacibles
esperando
que nosotros
construyamos
con su ejemplo
la
nueva patria
donde
ustedes dejarán de ser
simples
mártires de la pequeña burguesía
afiches
olvidados en paredes húmedas
un
recuerdo doloroso en el tiempo
y se
convertirán entonces
en luz
esperanza
amor
y
libertad
Este
poema está dedicado a mis compañeros de la UNER, a Pedro, Ayanes y Eduardo,
caídos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana.
VIEJO ROBLE
Sé que
te levantas
de la
sangre todos los días
que
germinas
que
creces
que
vives
que los
pájaros cantan
tu
alegría de guitarra
y la
brisa guarda
tu
historia de soldado
pero
sabes viejo roble
aún el
viento
no
logra detener el tiempo
que
avanza inexorable
hacía
el olvido
mas yo
sigo caminando hacia ti
con mis
manos
llenas
de flores rojas y azules
para
enterrar en tu alma la primavera
para
que tu mirada quieta
se
llene de pájaros y colores
de
mariposas y distancias
sabes Mármol
tu ausencia
remota
nos
entristece y nos duele
por eso
te busco incesante
entre
las ruinas de la sangre
que
manchó de angustia
el
rostro alegre
de las
horas de septiembre
entre
las sombras líquidas
de mis
sueños cotidianos
que
corren libres y transparentes
sobre la
superficie sedienta
de las
montañas lejanas
allí te
busco
donde
sé que habitas
en el
apacible eco
de los
que sólo han tenido
como
voz su silencio
en el
ruido de átomo deshecho
por la
incertidumbre de la muerte
bajo la
tierra te busco
en ella
los que
te aman tanto
sembraron
tu cuerpo
como
quien siembra un árbol
para
que germine la esperanza
para
que no muera la alegría
y
cuando te encuentre viejo amigo
pondré
en tu frente
una
estrella reluciente y amarilla
para
que la luz planetaria
de tu
sonrisa
no se
apague nunca
para
que el marfil
de tus
dientes muerda el alba
para
que tu rostro sea un espejo puro
y
cristalino
donde
el hombre pueblo
se
pueda mirar a sí mismo
y
entienda que en el presente
hay que
construir el futuro
a golpe
de sacrificios dolor y sangre
A
Eduardo Mármol, caído en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el 23 de
Septiembre del 1990.
Domingo Acevedo.