La grandeza de nuestros indígenas radica en su rebeldía, en su amor ilimitado por la libertad y la naturaleza, en su sentido de la equidad y la justicia, en su lucha permanente por ser visibles, porque se respeten sus derechos como pueblos originarios dueños de estas tierras en que habitamos.
Hay que seguir coordinando acciones a lo largo de todo el continente para que en América todos los gobiernos reconozcan el derecho que tienen nuestros aborígenes a sus territorios, a su autodeterminación, a vivir en ellos apegados a sus costumbres y leyes ancestrales.
Hay que seguir coordinando acciones a lo largo de todo el continente para que en América todos los gobiernos reconozcan el derecho que tienen nuestros aborígenes a sus territorios, a su autodeterminación, a vivir en ellos apegados a sus costumbres y leyes ancestrales.
Por lo que abogamos que los gobiernos del continente americano otorguen los derechos y la autonomía usurpados por siglos a los indígenas americanos, que reconozcan que ellos tienen derecho a vivir libres en sus territorios, alejados de la presencia y la intromisión del hombre blanco, basado en sus costumbres, tradiciones y leyes ancestrales.
Ya que ellos son los verdaderos dueños de estas tierras en la que habitamos y que por siglos les ha sido usurpada, condenándolos a vivir exiliados y marginados en sus propios territorios, muchas veces confinados en pequeñas reservas que les limita la existencia.
Es necesario que desde todos los rincones del continente elevemos nuestras voces para que a nuestros indígenas les sean reconocidos sus derechos.
Domingo Acevedo.
Julio/15
