NUDO DE LAGRIMAS
Ya nadie podrá desatar el nudo
de lágrimas
que me ata a tu recuerdo
aquí estoy
perdido entre los oscuros
espacios que dejan los sueños
en los resquicios de la nada
goteras de sal caen sobre las
sábanas blancas del insomnio
y de luto se han ido vistiendo
todos los árboles del camino
que lleva hasta mi casa
desnuda y triste la quimera
danza en mi memoria hasta morir
pájaros de sombras anidan en los
sonidos oxidados de mi voz
y hace siglos que los ojos de la
ausencia lloran mi vida
sobre las grandes capitales del
mundo
el humo de las chimeneas bosteza
su veneno
es la luz
un espejo donde el horizonte se
mira y envejece
y en las íntimas habitaciones
del agua
una sirena llora desconsolada su
eternidad
y desde la ventana principal de
la alborada
alguien que no conozco me dice
adiós
Domingo Acevedo.