BRIGADA CIMARRONA SEBASTIAN LEMBA.
Ecológica. Social y progresista.
La explotación petrolera en el Ártico pone en peligro el futuro de la humanidad.
La quema de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón) emite hacia la atmósfera dióxido de carbono, CO2, este se acumula en la atmósfera, retiene parte del calor que la tierra emite y calienta el planeta.
La concentración actual de los gases de efecto de invernadero es la mayor en al meno más de 650, 000 años. El Ártico es la zona del planeta más sensible al calentamiento global.
Desde que en el 1979 comenzaron las mediciones por satélite, el Ártico pierde hielo aceleradamente, el pasado 16 agosto ocupaba 5,95 millones de kilómetros cuadrados, un 22% menos que la medida del periodo 1975-2000, según el centro de datos del hielo y la nieve de Estados Unidos de Norteamérica, (NSIDC, en sus siglas en ingles).
El cinco de agosto de un glaciar en la costa oeste de Groelandia –donde se perfora- se desprendió una placa de hielo de un tamaño que duplica la ciudad de Barcelona.
Este año es el segundo con menos superficie helada de este periodo sólo por detrás del 2007, el hielo seguirá derritiéndose hasta septiembre y luego volverá a crecer.
El Ártico posee el 22% de las reservas de gas y petróleo del mundo por descubrir, según el servicio geológico de los Estados Unidos de Norteamérica, esto ha despertado la ambición de un mundo que se resiste a buscar alternativas viables a la energía fósil y prefieren sacrificar el futuro de la humanidad y se han lanzados en una carrera por controlar la segunda mayor reserva de crudo del mundo, ayudadas por el calentamiento global, sin valorar los riesgos que eso conlleva para ese ecosistema y por consiguiente para la humanidad, un vertido de petróleo en el Ártico, sería mucho más negativo, que el que sucedió en el Golfo de México, ya que a los equipos para intentar detener el derrame se les haría imposible llegar y el crudo apenas se evaporaría.
Los trágicos desastres del Golfo de México y China este año ilustran la necesidad de abandonar la dependencia del petróleo por lo riesgosas que son. Empresas como Cairn deberían abandonar el Ártico y trabajar para desarrollar alternativas seguras y limpias declaró Leila Deen, responsable de la campaña Greenpeace, a bordo del buque Esperanza. En la zona hay ballena azules, osos polares, focas y aves migratorias que se verán sensiblemente afectadas por las explotaciones petroleras en la zona.
Es vital detener la explotación petrolera en el Ártico, ya de por sí muy golpeado por el calentamiento global. Desde 1979 la capa de hielo Ártico se ha reducido en más de un 30% y la evidencia actual sugiere que para el verano del 2013 el océano Ártico no tendrá hielo un siglo más rápido de las proyecciones hechas.
Nosotros pensamos que la humanidad está ante la urgente necesidad de dar el salto hacia alternativas seguras y limpias de energía, como una forma de garantizar un futuro posible.
Fuentes consultadas: periódico el País, de España pagina 29 y 27 y brochur de climacción
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