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martes, mayo 27, 2025
RAMÓN ALMÁNZAR A DIEZ AñOS DE TU PARTIDA,SIEMPRE TE RECORDAMOS.
domingo, mayo 25, 2025
Ciguapa dormida en el viento, poema dedicado a mi madre en su dia hoy, ultimo domingo de mayo del 2025.
sábado, mayo 24, 2025
Bruce Lee.
La corrupción estatal.
miércoles, mayo 21, 2025
Nueve años de eternidad (1961-1970)
Esta narración que pretende ser un poema trata
de nuestro regreso a nuestras tierras después que fuimos desalojados por la dictadura
de Rafael Leónidas Trujillo en el 1959, después de su muerte en el 1961
volvimos a recuperar nuestro territorio, pero Balaguer nos desalojó nuevamente
en el 1970 y ya nunca más pudimos volver a nuestra tierra, por eso el título
nueve años de eternidad.
Hoy después de tanto tiempo nos queda la
tristeza y la impotencia ante los abusos del estado y el no haber podido volver
a la tierra que amamos tanto. 
El regreso fue feliz 
desenterramos nuestros sueños petrificados
debajo de la tierra  
con nuestra alegría poblamos los espacios de
la ausencia 
y volvimos a correr por los caminos
interminables del botao 
a buscar mangos y aguacates en el fundo de la
abuela Mama Tita
a levantarnos tempranito a buscar la leche
donde el tío Juan de la Rosa
a buscar agua al hotel Embajador 
volvimos a caminar por los senderos de los
sueños 
con el alma salpicada de lunas y estrellas 
recuerdo las mañanitas frías
las horas memorables del rocío
nuestros viajes interminables hacia los
amaneceres rosas de abril 
las mariposas amarillas
el olor de las guayabas
mayo que tejía con sus hilos de plata los
colores de la primavera
el relámpago
el rayo
el trueno
la lluvia
con diciembre llegaba la época del amor y la
nostalgia 
yo siempre me dejaba vencer por la melancolía 
de esos días efímeros 
adornados por las flores de pascua 
el viento del norte que nos endulzaba el alma 
con la tristeza de un siglo enlutecido por las
guerras y el odio 
mientras que en el cielo placido del invierno
la luna llena
amarilla y redonda 
como una moneda 
gastada entre mis ojos 
la noche buena
la navidad 
el año nuevo
el día de reyes 
la prisa para que anocheciera
para irnos temprano a dormir
y poner debajo de la cama 
la hierba de guinea para los camellos
el vaso de agua 
la menta verde
el cigarrillo crema 
y el papelito con los deseos
para los reyes magos
el desvelo 
y al otro día 
la decepción 
debajo de la cama no había ningún juguete
los reyes no pudieron entrar 
León asustó a los camellos con sus ladridos 
y siguieron de largo  
nos quedaba la inocente tristeza 
de no entender porque no teníamos
un juguete como los demás niños 
porque ellos sí 
y nosotros no
era tanta la impotencia 
que no advertíamos 
la tristeza de nuestros padres 
que desesperados nos decían 
no se apuren niños 
la vieja Belén pasará 
con algún juguete de lástima para ustedes 
después de tanto tiempo
todo nos parece tan hermosamente triste
El camino real 
por donde mi niñez aún se pierde en la
sinuosidad del tiempo 
buscando entre los recuerdos y la distancia 
sobrevivir a la nostalgia 
que después de más de un siglo
 de
ausencia 
nos hiere el alma 
con los cuchillos tristes de la impotencia.
la Jefrat 
Mata Hambre
el hotel Embajador 
el campo de golf
el colegio Valentín Salinero
Maprica
Borronoso
La carretera de Caliche
La sub estación eléctrica de la avenida Rómulo
Betancourt
entre la Francisco Soñé 
con Defilló
recostada en la mata de flamboyán 
que aún conserva bajo sus sombras 
los recuerdos más lejanos de mi infancia
la vieja plantica 
como la llamaban los habitantes de la
Esperilla 
es una referencia histórica 
de aquella época en que la familia vivía unida
a la tierra en el amor y la solidaridad 
la Esperilla
el camino real
el colmado de Birín
el almacén de Amarante
que estaba ubicado donde está hoy el BHD
en la Núñez de Cáceres con 27 de febrero
la pequeña escuela 
el viejo maestros 
que cuando Andrés Longo 
se emborrachaba lo hacía huir 
y tenía que dormir en el monte 
doña Ericka 
la esposa del embajador de Alemania en el país
que siempre nos agradeció aquel gesto de Pepe
y Ñoño 
que encontraron a sus dos hijos perdidos 
en el campo de golf del hotel Embajador 
y se lo entregaron sanos y salvos
las monjitas de la nunciatura
siempre tiernas y cariñosas
sor Refugio 
sor Milagros 
sor Inés 
el seminario que estaba entre la avenida 27 de
febrero
y la avenida Bolívar 
donde hoy está la Pontificia Universidad 
Católica Madre y Maestra
el padre Mancilla
los monaguillos
la misa
las catequistas
el catecismo
el bautizo
la primera comunión
hemos crecido tanto 
que ya todo es desilusión
y nostalgia 
los profesores 
Rafael
Digna
Carmen
Eligio
Estervina
Héctor 
María
que nos enseñaron de una forma 
muy distinta a la que ya conocíamos 
a leer
escribir
y contar
pero que no pudieron con su sabiduría 
aunque lo intentaron 
evitar que destruyeran el bosque 
y con él 
una parte importante de nuestras vidas 
porque cada árbol
cada hoja
cada animal
cada ave
cada insecto
cada piedra
cada sendero
cada palmo de tierra
estaba íntimamente ligado a nuestra existencia
hoy 
después de tantos años 
sólo nos quedan los recuerdos de aquella época
resumida en nueve años de eternidad
los días fúnebres de la guerra de abril
el miedo
la tristeza
el desamparo
la muerte
el llanto
el luto
la rabia
la patria herida 
el patriotismo
Bulo con sus borriquitos 
repletos de sacos de carbón
perdiéndose en el olvido
el ensanche
Quisqueya  
la calle 18
el colmado de Inoa
los Bajos
la tierra de doña
María
la privada 
por donde el sátrapa
solemnemente
paseaba en silencio
su crueldad 
Cato
Celia
Ovidio
Chéche
La clínica de Zaiter
en donde las personas encontraban la calidez
de los afectos 
de un médico dedicado a curar a los pobres
Bebe leche
Guancho
Enrique
Mariquita
José Pozo
Tatica Soler
Belen y Francisca las parteras que con sus
manos maravillosas
hacían posible que la vida ya concebida por
Dios
brotara del vientre de las madres abandonadas
en el olvido
Elio
Billigo
Coquillo
Poche
Grillin
los Dendenes dueños de las madrugadas y el
rocío
Esteban
Moncho
Lolita
Rosita
el viejo Magaleno
Genoveva 
Isabel la mamá de Antonio 
que en enero 
después de reyes 
para la vieja Belén 
cruzaba el horizonte 
regalando juguetes y ternura 
a los niños pobres
Pepé el Loco
Cohete
Juanita Creta
Luis Vaquero
Mallen y Doble Tapa 
heridos por los puñales de la tristeza y el
desarraigo
todavía deambulan por las calles de la ciudad 
buscando el origen de sus vidas perdidas 
en los absurdos parajes de la miseria
Fermín
Fabio
Blanca Nieves 
El friero
Miñimiñi
Julio que con sus manos de alfarero  
hacía panes de ternura  
que repartía en las madrugadas 
a los fantasmas de la ciudad 
para mitigar el hambre de toda la vida 
Bertilia
Víctor Enrique
la tía Aurora
Aladino
todavía Diego y canina 
todos los días 
llegan tempranito a casa 
con el olor del rocío pegado en la piel 
a buscar un poco de café 
para luego seguir su camino 
hacia los conucos 
en donde la primavera 
florece en sus corazones
como evidencia 
de que los días de hambre 
quedaron en el olvido
Mangula
Folla
Minó
Juan Ballenilla
Papá Goyo
Piringo
El maestro ingles 
desterrado de su país  
y condenado a vivir en esta tierra 
en donde murió sin más gloria que el olvido
Juana su esposa
abandonada 
y sola
con sus hijos
José Menkis 
León
Julian
Fernelis
Raquel 
Celsa
Rebeca
que por más que buscaron en su interior 
no pudieron encontrar el camino de regreso a
sus orígenes 
y se quedaron en la isla
prisioneros del tiempo y la nostalgia 
mirando tristemente 
como la ausencia consume los sueños 
La tía agustina 
El tío Alberto
Doña Lola
Mamucha
Silvio el hijo de Minta
Chacho que lo curaba todo con sus botellas
hechas con hojas y raíces del bosque
Subendo
la tía Tatín
Juan de la Rosa
el abuelo Ismael
la vellonera de Andrés Longo
con aquellas canciones de Niní Cáfaro
eternizándose en las noches tristes de nuestra
ausencia
Taína
Minimito
Guillermo
Juan Barriga
Ninito que todavía cabalga despacio 
por el camino de los atardeceres 
hacia donde la abuela Mamá Tita 
lo espera con los brazos abiertos
Quiquita
Titín el barbero
Tiro
Domingota
mi madrina Zoila
la laguna de Manganagua
que atesoraba entre sus aguas el alegre
chapoteo 
de las tilapias y las jicoteas
Damiana la Patana
Mario el tuerto
Majenga
Pulía
el pley a dónde íbamos a tirar piedras a la
luna
Popó Candela
Ramón Nolasco
Ramonita
Enrique Paniagua
Mandinga en su soledad 
todavía camina triste por el camino real 
hacia ninguna parte
Salvadora
Juanita Tiro
la tía Eufemia
Caquín el zapatero plebe remendón y borrachón
José Morocota
Eusebio
la vieja Tiesa
Altagracia y Mambo 
que llegaron de no sabemos donde 
a quedarse con nosotros para siempre 
a compartir la ternura 
y los sueños de la vida 
resumidos en el amor a la tierra
Juan Caco de Yuca
Felimón
Chuchú
Vía
La pulpería de Zira 
la mamá de Fafa Taveras
sus medios hermanos
Pipí
Tirso
y Pichón 
Ulises su esposo 
que alguna vez nos paseó a todos en su vieja
motoneta
por las calles de fantasía de la ciudad 
alegre de más allá de la alborada
mi padrino Higüeyano 
Chenchita
el tío Gugú
Palilo
Brito el policía amigo 
que después de la guerra 
en esa época oscura de terror y muerte 
de los 12 años
cayó abatido 
víctima de la violencia política
en una calle de Santo Domingo
Isidro el caballo
Fabrí
Cheo
Yoyo
Andresito el compadre de papá
que vivía en Hatillo
San Cristóbal 
que se dejó morir de tristeza 
cuando supo de la muerte de su hijo 
a manos de no se sabe quien 
Rosita
Flora
Pipí
Miche
Eduviges que cuando supo que tenía que irse 
para siempre de sus tierras 
se dejó morir atropellada por un vehículo
En la avenida 27 de Febrero 
frente a Manganagua 
María de los Ángeles
Felipe y Pimpa
Joaquín la Flecha
Josefita empeñada siempre 
en esconder detrás de un disfraz varonil
sus atributos de mujer
Pichao
Guaroita
El tío Pichón
Blanco
el tío Vallejo 
solitario y tierno 
vagando por la tierra que lo olvida
con su saco llenos de sueños y ternura 
tocando puertas que hace siglos la vida le
cerró para siempre 
el tío Rafael 
Amantina
Felipito
Sergio
Enrique
Papo
a donde se fue Sesen  
a morir entre los recuerdos de la guerra
patria 
el olvido
y sus sueños inconclusos  
El Café
Herrera
El Palmar 
Engombe
Bayona
Manoguayabo
Guajimia 
Sus aguas rumorosas y cristalinas 
en su lento camino hacia el río Jaina 
todavía serpentea alegre en nuestros recuerdos
llena de peces 
jaibas 
y camarones 
Helena
Juana
Toñita
Aura
Jovina
los edificios para maestros hechos por
Balaguer 
a final de la década del 1960
la Casa San Pablo
el Carol Morgan
el colmado de Elupina
la Rómulo Betancourt
sus luces de neón
nos embrujaron de tal manera 
que no nos dimos cuenta que marcaban nuestro
destino
el final de una época en que compartimos la
vida y los sueños
abrazados al amor y la ternura
la felicidad de poder correr por el monte
hasta alcanzar el cielo
las nubes
la luna 
y las estrellas
cuando despertamos 
de nosotros no quedaba nada
solo ruinas y tristezas
sobre los huesos calcinados y rotos del bosque
ya habían construido una ciudad
y nuestras huellas se diluyeron 
entre la tristeza y la nostalgia del
desarraigo
desde donde añoramos con dolor el tiempo
vivido en la Esperilla
Gero
Nego
Pascuala
Yolanda
Altagracita
Juliana
aun repica en nuestra memoria 
el ritmo frenético de las tamboras 
que nos llaman del pasado 
para que nos juntemos 
en el presente 
para que no se pierda en el tiempo 
el legado de los abuelos
y para que no olvidemos tantas penas
y tantas alegrías 
y amarremos nuestras lágrimas 
y nuestras risas a los recuerdos 
para hacer de ellos un motivo de vida 
que en las noches alegres 
cuando la luna brille 
con todo su esplendor en el cielo 
alrededor de la fogata 
debajo de una ceiba 
al son del repique de las tamboras 
evoquemos en una danza 
lo tristemente felices 
que a pesar de todo 
hemos sido
Domingo Acevedo.
martes, mayo 20, 2025
No solo ellos nos mintieron, hay muchos otros intelectuales en silencio complices con la maldad.
Carta abierta a Tony Rafúl y Andrés L. Mateo

Entre el ayer y el hoy, Shorinji Ryu Renshinkan,Rep.Dominicana, escuela Nordesa III, sensei Restituyo.
“LAS ESCLAVAS USABAN MAPAS EN SUS TRENZAS PARA ESCAPAR”
El legendario explorador noruego, Leonhard Seppala
El legendario explorador noruego, Leonhard Seppala, sostiene a su perro principal, Togo. Seppala, un prominente músher, es más famoso por su papel en el Serum Run to Nome de 1925, a menudo referido como la "Gran carrera de la misericordia. "
 
 
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