Es prima noche, por el
camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del
tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.
en el cielo, el
destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la
grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos
elevan una sinfonía al infinito y junto
al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con
el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un
monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su
cotidianidad de hambre y miseria.
Domingo Acevedo.
ATARDECER EN SAN SIMON, FOTO DOMINGO ACEVEDO.