He dicho siempre que no he tenido más meritos en karate que el haber dedicado una gran parte de mi vida al estudio, practica, aprendizaje y enseñanza de las artes marciales.
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lunes, marzo 03, 2025
He dicho siempre.
Zoe saldaña.
domingo, marzo 02, 2025
Un paseo por la memoria.
LA FAMILIA.
El problema de los haitianos ante la violencia que azota a su país.
viernes, febrero 28, 2025
El karate más que un deporte es una forma de vida
jueves, febrero 27, 2025
Himno de la revolución de Abril 1965, 27 de febrero viva la patria, muerte a los traidores.
27 de febrero viva la patria, muerte a los traidores.
miércoles, febrero 26, 2025
27 de febrero dia de la Independencia Naciona;.
Día de La Independencia Nacional |
Estos habían sido colonizados y esclavizados tras varios pactos y acuerdos entre Francia y España, que eran, como lo son hoy, dos grandes potencias colonialistas. Eso fue así hasta los años 1803 y 1804 en que Toussaint y Dessalines, dos esclavos haitianos, se rebelaron y declararon la separación hecha por Toussaint primero y la independencia después de Haití proclamada por el analfabeto Dessalines respecto a Francia, que fue su país colonizador y esclavista, como ya hemos dicho anteriormente. Por razones que ameritan ponderarse y discutirse para ser bien esclarecidas, el 27 de Febrero de 1844 se produjo la declaración de separación dominicana de Haití, y a esto, andando el tiempo, se ha querido llamar fecha de la Independencia. En Haití, desde el 1804 en adelante se desarrolló uno de los procesos más espectaculares de las epopeyas por la independencia libradas en Indoamérica y El Caribe. Haití fue escenario de un proceso histórico en que se vinculó la lucha nacional por la independencia con la lucha social contra la esclavitud y los esclavistas y colonialistas, así como en contra de los agentes del colonialismo que allí eran representados por los mulatos o “afransechices” como los negros esclavos y ya en libertad les llamaban despectivamente con toda justicia y razón de sobra. Tras muchas vicisitudes históricas caracterizadas por grandes sucesos y verdaderas tragedias, los mulatos haitianos hicieron causa común con los negros de a verdad y se unificaron en Haití alrededor de la idea de arremeter contra la nación emergente de la parte oriental de la isla -la futura República Dominicana- que seguía aún precariamente en manos de los colonialistas españoles, y que estaba ya cuajando como lo que es la República Dominicana, esto es, como una nación con todas y cada una de sus atribuciones esenciales. Así, encabezando a las fuerzas haitianas, un general mulato llamado Charles Boyer invadió la parte oriental y que hoy es la República Dominicana. Esto aconteció en el 1822. La ocupación duró formalmente hasta el 27 de Febrero de 1844 cuando también de manera formal y con actos significativamente simbólicos se declaró inicialmente, poniéndose de común acuerdo los que de una y otra forma no comulgaban con la coyunda de los haitianos sobre los dominicanos, la separación, esto es, que los dominicanos nos liberamos definitivamente del dominio de los haitianos, reivindicando así los derechos de la nación dominicana de organizarse y vivir en forma distinta y separada de los haitianos, ya que a pesar de compartir el territorio de una misma isla con éstos, de por medio habían incalculables por numerosos otros factores que nos distinguían y separaban de los haitianos, fuesen éstos negros puros o mulatos, fuesen casi salvajes o ilustrados o medianamente ilustrados. La parte de República Dominicana estaba ya compuesta para entonces por blancos criollos de habla española, mulatos en forma muy acentuada de hábitos, costumbres e idioma próximos o casi iguales a los de los blancos criollos y negros puros que con los haitianos sólo compartían el color de la piel y un lejano origen africano, ya que en cuanto a la opresión, aunque los haitianos al invadirnos declararon abolida la esclavitud al imponer su Constitución y sus leyes, que se oponían a ésta, sobre esa abigarrada masa de mulatos, negros criollos y blancos criollos las cosas seguían igual o peor que antes, ya que soportar la forma de ser de los haitianos y su haitianidad nunca ha sido fácil de tragar y mucho menos de digerir y asimilar por los dominicanos y la dominicanidad. La Iglesia Católica, Apostólica y Romana, como institución, favoreció y aplaudió todo el tiempo que duró la invasión haitiana, y al efecto consta en los documentos de la historia que en 1835, por ejemplo, el representante de la Iglesia, el Arzobispo Portes, ofreció una misa Tedeum en la Catedral Primada de América en conmemoración y bendición de la llegada de las tropas haitianas, encabezadas por Charles Boyer, que no era buena cosa, consagrando así la Iglesia que la presencia de los invasores se efectuaba por obra y gracia de la voluntad divina de su dios, Jesucristo y Espíritu Santo. Cuando ya la efervescencia de los calderos en que se cocinaba la nacionalidad dominicana llegaba al punto crítico de ebullición, la gran prostituta, la ramera, la Iglesia de Roma, ordenó dar un giro hacia el respaldo del movimiento emancipador, sólo con el objetivo de permearlo, infiltrarlo y terminar mediatizándolo, como en efecto aconteció. El movimiento emancipador así queda teniendo un criollo español como su líder formal, que ya había demostrado, en los limitados objetivos que había trazado al movimiento, así como en su maridaje espúreo con la Iglesia Católica, que era la principal accionista de la compañía negrera del tráfico de esclavos negros robados en el Africa, llamada la Compañía de Senegal, que era vacilante e inseguro. Este líder inconsistente y de escasa visión y de grandes compromisos con los poderes tradicionales del colonialismo español, que guardaba discriminatoria distancia de la masa de mulatos y negros criollos, era Juan Pablo Duarte, que no fue capaz de imbuir al movimiento emancipador de ideas libertarias como las que desde mucho tiempo atrás inundaban a Europa, sobre todo a Francia que había visitado, respecto al oscurantismo religioso encarnado en la Iglesia Católica ni mucho menos fue capaz de darle a dicho movimiento independentista que imponía y reclamaba la marcha de la historia, un sustento material ni filosófico, a pesar de que había vivido en Europa y hasta en la mismo España, que aún siendo hasta hoy en día trasero del viejo continente colonial, en donde ya se conocía la Constitución de Cádiz. Rápidamente, por los compromisos evidentes de Duarte con los poderes coloniales y sus prejuicios complementarios, la Iglesia Católica y sus huestes como Santana, Bobadilla, etc., le acorralaron, y se le aisló, pasando a tener dicha camarilla el control del conjunto del movimiento que, de emancipador, independentista y libertario fue reducido a la limitadísima “separación”, e imponiéndosele el viejo separatismo como bandera, sólo del odioso yugo haitiano, pero sin confianza en el futuro de la nación próxima a nacer o ya nacida; y esperando que la República pasare de nuevo a estar bajo el dominio odioso de España. En tanto Duarte, víctima de sus propias limitantes conservadoras, le entrega la hegemonía del movimiento a la Iglesia, a Santana, al sacerdote católico Bobadilla, etc., hay un hombre mulato criollo, perteneciente por parte de su familia a grupos que sí confiaban y estaban interesados en la independencia y en los derechos económico-sociales y políticos de los mulatos y negros esclavos y vejados, y que no tenía resentimiento hacia los blancos criollos distanciados del coloniaje oneroso, brutal, afrentoso y vergonzoso de la maldita España negrera, baluarte inquisitorial del cristianismo esclavista. Este era Francisco del Rosario Sánchez, el único y verdadero Padre de la Patria dominicana y de la independencia nacional, ejemplo de la lucha contra los traidores, contra los lacayos, contra los entreguistas y contra todos aquellos cuyo mercenarismo les empuja a conspirar permanentemente contra las aspiraciones de la nación dominicana y su pueblo. Francisco del Rosario Sánchez jamás transigió con las fuerzas del coloniaje ni del entreguismo, por ello estuvo permanentemente perseguido desde el mismo 27 de Febrero y aún desde muchos años antes por las huestes antinacionales y anti-dominicanas de los haitianos invasores, de Santana, de Bobadilla, los españoles y la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Estos reaccionarios anti-dominicanos persiguieron implacablemente a los familiares y allegados a Francisco del Rosario Sánchez. Y el funesto déspota que fuera Pedro Santana lo fusiló junto a sus compañeros de armas tras lanzarse a la lucha armada por rescatar a la Patria vendida por los energúmenos y bestias entreguistas, dirigidas como siempre por la perversa Iglesia Católica, a través del anti-dominicano y traidor, judas, Pedro Santana. Del mismo modo Santana hizo asesinar a María Trinidad Sánchez, tía del Padre de la Patria dominicana, Francisco del Rosario Sánchez, quien en su acción, su propaganda y su postura trazó el camino de que todo aquel que en nuestro país quiera alcanzar una patria libre e independiente, debe estar dispuesto a los más grandes sacrificios, incluido abonar con su sangre el árbol de la justicia social contra entreguistas, déspotas y traidores, y jamás reducirse a un anacoreta cobarde y ruin que da las espaldas a las responsabilidades históricas para refugiarse en las supercherías oscurantistas.
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Maria Trinidad Sanchez, fusilada el 27 de febrero del 1845.
María Trinidad Sánchez, valerosa heroína independentista
- 15 junio, 2023
- Estudiantes • Historia
Hija de Isidora Ramona y Fernando Raimundo Sánchez, perteneció al grupo de febreristas que lucharon por la Independencia Nacional.
Vivía en un humilde bohío, de tablas de palma, ubicado en la calle de La Luna (hoy Sánchez), en una zona ocupada por los pobres. Fue considerada una de las mejores costureras de la ciudad. Se le atribuye haber participado junto a Concepción Bona en la confección de la bandera dominicana, agregándole una cruz blanca al pabellón haitiano.
Era como una segunda madre para sus sobrinos y se le reconoce haber sido una figura clave en la educación inicial de Francisco del Rosario Sánchez, su sobrino y uno de los padres de la patria.
Esta heroína fusilada en el gobierno de Pedro Santana el 27 de febrero de 1845, en el primer aniversario de la independencia, es la más destacada de las mujeres que lucharon en diversos escenarios para rechazar la ocupación haitiana.
Tenía 50 años cuando participó en la proclamación de la Independencia Nacional en el baluarte del Conde. El trinitario y febrerista José María Serra (1819-1888) aseguró que María Trinidad “cargó pólvora en sus propias faldas y elaboró muchos de los cartuchos que utilizaron Los Trinitarios la noche del 27 de febrero del 1844, cuando fue proclamada nuestra Independencia.
Debido a su fusilamiento el 27 de febrero del 1845, impuesto por un tribunal militar, se convirtió en mártir de la independencia. Fue condenada, junto a otros, por conspirar para derrocar al gobierno de Pedro Santana y crear condiciones a fin de que retornaran los trinitarios desterrados. Convirtiéndose en la primera víctima del crimen político en la historia republicana y es la más elevada expresión del liderazgo femenino en su época.
Fiel seguidora del pensamiento y las acciones de Juan Pablo Duarte, participó activamente en todo el proceso que culminó el 27 de febrero de 1844, momento decisivo para el destino de nuestra patria.
A juicio del historiador Roberto Cassá, Maria T. Sánchez, quien tenía antepasados esclavos, “mostraba una personalidad concordante con los estereotipos de la época”.
Sobre María T. Sánchez, el autor Ramón Lugo Lovatón aseguró que era amiga de frases sentenciosas y raras anécdotas. También se caracterizó por su marcada religiosidad y fue considerada una beata, que vestía hábito de virgen y realizaba penitencias. Formó parte de una comunidad de la parroquia del Carmen.
Al rebelarse las intenciones anexionistas del general Pedro Santana, se integró a los movimientos conspiradores que surgieron para derrocarlo. María Trinidad alojó en su casa a los descendientes del general Santana y organizó y orientó la conspiración del 1845.
Intentando por todos los medios legales que los defensores de la Independencia pudieran volver al país, el movimiento conspirativo entre civiles y militares tenía por plan un cambio de gobierno, dejando a Pedro Santana con plenos poderes para que éste ordenara el regreso de los patriotas, para luego derrocarlo.
Al descubrirse la insurrección, María Trinidad fue una de las primeras personas apresadas. Única conocedora del escondite de su sobrino, Francisco del Rosario Sánchez, a quien le llevaba las comunicaciones que le enviaban, jamás lo reveló. Junto a otros conjurados fue juzgada por un Consejo de Guerra que les condenó al fusilamiento.
El dictamen del Tribunal dice textualmente, que fueron condenados como autores instrumentales de la conspiración considerados hasta el momento, y por haberse negado obstinadamente la primera (María Trinidad Sánchez) a confesar (es decir, a delatar) los principales”. Estas palabras dejan ver la entereza de carácter de esta mujer, ya que en los interrogatorios se le ofrecía a gracia de la vida si denunciaba a sus compañeros de conjura, pero esta heroica mujer prefirió callar y enfrentarse al pelotón de fusilamiento antes de traicionarlos.
El 27 de febrero de 1845, al cumplirse el primer aniversario de la fundación de la República, se ejecutó la sentencia. Su muerte fue producto de la fidelidad a los intereses de la soberanía dominicana.
María Trinidad Sánchez camino desde la Fortaleza Ozama hasta el cementerio, donde sería fusilada, y al pasar por la Puerta del Conde exclamó:
“Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República”.
Como muestra de gratitud por su alto sacrificio en el proceso independentista, se han nombrado escuelas, instituciones, barrios y es el nombre de la provincia cuya capital provincia es Nagua lleva su nombre. La Provincia María Trinidad Sánchez fue creada por la Ley 5220 del 21 de septiembre de 1959 con el nombre de Julia Molina.
Fuentes:
- https://www.diariolibre.com
- http://eldia.com.do
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Estoy demasiado ocupado disfrutando el privilegio de vivir, para preocuparme pensando que un día voy a morir.
Siete invasiones haitianas.
Siete invasiones haitianas
Por séptima vez, desde 1801 al 2015, en más de un siglo, Haití ha invadido a la República Dominicana, dejando en cada intento un fardo de angustias y horrores en los dominicanos.
Será un maleficio o un instrumento de fatalidad que nos dejó España, desde 1492.
En el mes de enero del 1801 Toussaint Louveture, caudillo de la sublevación contra Francia en la antigua colonia del occidente de Santo Domingo, invade la parte española y comete vituperables actos de violencia. Al retirarse, se lleva el Batallón fijo de Santo Domingo y lo hace asesinar en las cercanías de Port-au- Prince.
En 1805, en febrero, cuatro años más tarde, Desalines, el emperador de Haití, invade la parte oriental de la isla, ahora bajo el dominio de Francia en virtud del Tratado de Basilea de 1795, cometiendo las mayores iniquidades en el Sur y en el Cibao, tanto a la venida como en la retirada, degollando a cientos de mocanos.
En febrero de 1822, el presidente de Haití, Juan Pedro Boyer, al frente de un ejército de más de 12 mil hombres, invade la parte española de Santo Domingo que se había declarado independiente el año anterior, ocupándola hasta el año 1844.
En marzo de 1844, el presidente de Haití, Charles Hérard, al frente de un ejército numeroso, invade por el norte y por el sur el territorio de la República Dominicana, llegando hasta Azua y Santiago.
Independencia de la República Dominicana.
Independencia de la República Dominicana
Guerra de la independencia dominicana | ||||
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![]() | ||||
Fecha | 27 de febrero de 1844-24 de enero de 1856 | |||
Lugar | Isla La Española | |||
Casus belli | Invasión haitiana de 1822 | |||
Resultado | Victoria dominicana | |||
Consecuencias | Independencia y creación de la Primera República | |||
Cambios territoriales | Separación permanente del territorio de Santo Domingo de Haití | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
Se estima que Haití perdió tres veces más hombres que República Dominicana3 | ||||
Fuente del Rodeo - Cabeza de Las Marias - Azua - Santiago - El Memiso - Tortuguero - Cachimán - La Estrelleta - Beller - El Número - Las Carreras - Santomé - Cambronal - Sabana Larga |
La Guerra de la Independencia Dominicana fue el proceso histórico mediante el cual se proclamó la República Dominicana y se logró su separación de Haití, el 27 de febrero de 1844.4
Durante los 22 años que precedieron a la independencia, toda la isla de La Española estuvo bajo el dominio de Haití, a consecuencia de la ocupación por parte de este país del estado de Haití Español, surgido fugazmente en 1821 en la parte oriental de la isla.5
La separación de Haití fue proclamada en la puerta de la Misericordia luego del disparo del trabucazo dado por el patricio Matías Ramón Mella en la madrugada del día 27 de febrero de 1844 y por el enhestamiento de la bandera tricolor en la puerta de El Conde por el patricio Francisco del Rosario Sánchez, ambos inspirados por los ideales del fundador de la nacionalidad, Juan Pablo Duarte.6
El fin a la ocupación haitiana tuvo buena acogida en los residentes de la ciudad de Santo Domingo quienes hondearon banderas españolas en su mayoría y algunas francesas . Como respuesta, Charles Rivière-Hérard encabezó desde Haití una invasión que fue sofocada por el general Pedro Santana, secundado por el general Antonio Duvergé en la batalla del 19 de marzo de 1844 en Azua. Quedaron en el campo más de 1000 haitianos muertos,7 mientras que los dominicanos solo sufrieron 2 muertos y 3 heridos.7 No obstante Hérard en su retirada incendió el pueblo de Azua, fusilando a los prisioneros que había hecho.
El 30 de marzo de ese mismo año las fuerzas dominicanas al mando del general José María Imbert en compañía de Fernando Valerio en su «Carga de los Andulleros» derrotaron al ejército invasor haitiano, el cual en su repliegue cometió numerosas fechorías, robos e incendios hasta llegar a Haití. La primera batalla naval se libró el 15 de abril de 1844. El resultado de la batalla fue que los dominicanos hundieron tres buques enemigos, sin perder ni uno solo de los suyos.
En mayo de 1845 el general Pedro Santana asistido por el general Antonio Duvergé y el general José Joaquín Puello, vencieron a las tropas haitianas en la Estrelleta y en Beller y capturaron en Puerto Plata a la escuadra haitiana que había bombardeado esa población causando cuantiosos destrozos.8
En marzo de 1849 el presidente de la República de Haití Faustino Soulouque inició su campaña contra la República Dominicana al frente de un ejército de 18 000 soldados matando a todo el dominicano que encontraba a su paso, haciendo que las poblaciones se llenaran de terror tratando de refugiarse en la Ciudad de Santo Domingo ante la violencia desatada por los soldados haitianos. En razón de esta situación, el presidente dominicano Manuel Jimenes fue derrotado en su intento de parar la invasión haitiana y se vio obligado a aceptar la decisión del congreso de la República de llamar al general Pedro Santana en compañía del general Antonio Duvergé para hacerle frente al ejército invasor. Más tarde el general Duvergé logró derrotar a los haitianos en la batalla de El Número, y tres días después de esta batalla el general Pedro Santana derrotó a los haitianos en la batalla de Las Carreras.9
En 1855, el emperador Soulouque invadió de nuevo la República con 30 000 soldados,3 divididos en tres columnas sembrando el terror e incendiando todo lo que encontraba a su paso hasta que fueron derrotados en las batallas de Santomé y en Cambronal huyendo los haitianos en dirección a Haití. Más tarde fueron reducidos en Sabana Larga. Este triunfo dominicano le valió al general Pedro Santana el reconocimiento del Senado de la República Dominicana y el 27 de febrero se celebra lo que se le llama la independencia dominicana.10
No obstante, como la situación fronteriza no quedó definida después del conflicto, Haití siguió ocupando el altiplano central, donde están emplazadas las ciudades de Hincha, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y San Rafael de la Angostura. Tras el tratado fronterizo de 1936, la República Dominicana terminó renunciando a esos territorios.11
Antecedentes
[editar]En 1801, Toussaint Louverture, líder de la revolución haitiana, llegó a Santo Domingo y proclamó la abolición de la esclavitud en nombre de la República Francesa. Poco después Napoleón envió un ejército que sometió toda la isla y la gobernó durante unos meses. Los negros y mulatos de la parte occidental de la isla se alzaron nuevamente en contra de los franceses en octubre de 1802 y finalmente los derrotaron en noviembre de 1803.12 El 1 de enero de 1804, los vencedores declararon a Saint-Domingue como la república independiente de Haití.13
Después de la derrota a manos de los haitianos, una pequeña guarnición francesa permaneció en la parte oriental de la isla, zona donde la esclavitud fue restablecida y de la que muchos de los emigrantes colonos españoles habían emigrado.14 En 1805, tras coronarse emperador, Jean-Jacques Dessalines invadió la parte oriental y llegó hasta la ciudad de Santo Domingo, pero tuvo que retirarse ante la resistencia de un escuadrón naval francés. Durante su retirada a través del Cibao, los haitianos saquearon las ciudades de Santiago y Moca, matando a la mayoría de sus residentes.
Los franceses gobernaron en la parte oriental de la isla hasta que fueron derrotados por los habitantes españoles en la batalla de Palo Hincado el 7 de noviembre de 1808, hecho que les obligó a concretar la rendición definitiva de Santo Domingo, el 9 de julio de 1809, bajo la presión de la Marina Real Británica.15
No obstante, las autoridades españolas mostraron poco interés en su colonia restaurada por lo que este período de la historia se conoce como España Boba.16 Este desinterés por la colonia de Santo Domingo se debió a la ocurrencia de la Guerra de la Independencia Española contra los franceses y al proceso independentista que surgió en muchas de las colonias españolas en América.17 El agotamiento de las riquezas de la colonia provocó el desinterés de la metrópoli para la producción de nuevas riquezas y bienes. Paralelamente, los grandes ganaderos llegaron a tener un fuerte liderazgo en el sureste, donde la «ley del machete» gobernó por un tiempo.18
El 1 de diciembre de 1821, el excapitán general y escritor José Núñez de Cáceres declaró la independencia de la colonia, llamándola Estado independiente de Haití Español, a la vez que solicitó la incorporación del nuevo estado a la Gran Colombia.19
Invasión y ocupación haitiana (1822-1844)
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A tan solo nueve semanas de que Núñez de Cáceres declarara la independencia, las fuerzas militares de Haití dirigidas por Jean Pierre Boyer ocuparon la nación. Esto se debió, en gran medida, al escaso apoyo internacional dado al nuevo estado.20
Desde que Boyer tomó posesión de la parte Este de la isla, dispuso una serie de medidas con el propósito de asegurar su unificación. Una de ellas fue la abolición de la esclavitud, que benefició alrededor de 8000 esclavos. No obstante, una vez libertos, fueron obligados a permanecer como trabajadores en las parcelas de tierra de los antiguos esclavistas, como una manera de conciliar intereses con este sector oligárquico. Esta nueva forma de producción agrícola pasó a ser la dominante en toda la isla, constituyendo la principal actividad comercial y económica.21
También impulsó la representatividad electoral de las poblaciones a diversos niveles y la puesta en vigencia del código civil francés en toda la isla. Impuso el servicio militar, a la vez que restringió el uso de la lengua española y eliminó algunas costumbres tradicionales, como las peleas de gallos. En 1827 se dio una situación crítica para el gobierno, debido a que los ciudadanos se opusieron rotundamente a pagar impuestos, que fue una de las medidas decretadas por Boyer. Este apeló entonces al recurso de emitir papel moneda, iniciándose así un proceso de devaluación del gourde, a la sazón moneda oficial en ambos lados de la isla. Al mismo tiempo, aumentó el descrédito internacional del gobierno de Boyer.22
Ante esta situación, muchos sectores empezaron a protestar y a conspirar contra el gobierno dictatorial de Boyer. A nivel contestatario tuvo cierta importancia la creación de nuevos movimientos integrados por los pequeños campesinos carentes de mano de obra y recursos financieros adecuados con los que desarrollar su actividad productiva.
A principios de 1830, el extremo control a que fue sometido el sector de los comerciantes determinó una fuerte caída de sus actividades, reduciéndose considerablemente el comercio de productos nacionales y la importación de artículos manufacturados provenientes del exterior. Esto estuvo vinculado a la implementación de una de las medidas más fuertes del régimen de ocupación que fue la prohibición a todos los dominicanos de dedicarse al intercambio comercial. Esta resolución establecía que solo podían ejercer el comercio las personas de origen extranjero, los ciudadanos de origen haitiano y los representantes de casas comerciales internacionales. Toda persona de la parte oriental que quisiera dedicarse a dicha actividad debía juramentarse primero como ciudadano haitiano. Con esta medida, se provocó un incremento de los movimientos conspiradores contra Boyer.
Otro hecho importante que coadyuvó al afán de independencia, lo fue el enfrentamiento que tuvo la Iglesia católica contra el gobierno de Boyer, ya que este le confiscó sus terrenos y bienes. También el choque directo con el arzobispo Pedro Valera repercutió en toda la población, la cual vio en esas y otras medidas la conculcación de sus derechos políticos, económicos y sociales.
En síntesis, la limitación de celebraciones de las fiestas religiosas, la prohibición de los juegos de gallos y de azar, la obligatoriedad de las labores agrícolas, el no uso del español en los actos y documentos oficiales, el cierre de la universidad, el reclutamiento militar de todos los jóvenes y el pago de los impuestos, fueron medidas que contribuyeron al disgusto y a la posterior revuelta contra el gobierno haitiano. Todo esto fue reforzando la percepción que de sí mismos tenían los "dominicanos", quienes se sentían diferentes a los haitianos en idioma, raza, religión y costumbres.
Resistencia
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Juan Pablo Duarte, joven educado y auténtico nacionalista, fue quien inspiró y ayudó a dirigir la guerra de la independencia de 1844. Duarte, junto con varios liberales dominicanos fundó en 1838 la sociedad secreta La Trinitaria, nombrada así haciendo honor a la Santísima Trinidad. Cada grupo iba reclutando adeptos, manteniendo estricto secreto, con poco o nada de contacto directo entre sí, con el fin de minimizar la posibilidad de ser detectados por las autoridades haitianas. Aunque muchos fueron los reclutados, la Trinitaria fue descubierta, lo que motivó el cambio de su nombre a «La Filantrópica».
En 1843, los Trinitarios se unieron al partido liberal haitiano que derrocó al presidente Jean-Pierre Boyer. Sin embargo, los Trinitarios que participaron en el derrocamiento llamaron la atención del sustituto de Boyer, Charles Rivière-Hérard. Este encarceló algunos Trinitarios y obligó a Duarte a abandonar la isla. Durante su exilio, Duarte buscó sin éxito apoyo en Colombia y Venezuela. En diciembre de 1843, los rebeldes le pidieron a Duarte que regresara, ya que tenían que actuar con rapidez ante el temor de que los haitianos se dieran cuenta de sus planes de insurrección. En febrero de 1844, como Duarte no había regresado por encontrarse enfermo, los rebeldes decidieron actuar bajo el liderazgo de Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, y Pedro Santana, un rico ganadero que comandaba un ejército privado de sus peones agrícolas.
En enero de 1844 fue publicada en varias ciudades dominicanas el Acta de Independencia de la República Dominicana, que manifestaba los motivos por el cual el pueblo dominicano ya no podía seguir unido al haitiano.
La noche del 24 de febrero de 1844, los principales miembros de La Trinitaria, se reunieron clandestinamente en casa de Francisco del Rosario Sánchez, y acordaron los planes y fecha del alzamiento, que fue una sublevación de carácter revolucionario que tomó el control de la amurallada ciudad de Santo Domingo. El 25 de febrero, fueron despachados los emisarios rebeldes hacia las diversas regiones del país, con el claro propósito de dar a conocer las decisiones tomadas en la reunión.
Guerra por la independencia
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El 27 de febrero de 1844, los rebeldes liderados por Sánchez ante la ausencia de Duarte, tomaron la Fortaleza Ozama en la capital Santo Domingo. La guarnición haitiana, fue tomada por sorpresa, aparentemente traicionada por uno de sus centinelas. Otro grupo de insurgentes, liderados por Matías Ramón Mella llegó hasta la Puerta de la Misericordia donde Mella disparó el legendario Trabucazo de la Independencia y Sánchez izó inmediatamente la nueva bandera dominicana al grito de ¡Dios, Patria y Libertad!. Había nacido la nueva república bajo la forma de un gobierno republicano y democrático, en un pueblo libre que rechazaba cualquier imposición extranjera. El gobierno provisional presidido por el conservador Tomás Bobadilla organizó rápidamente un ejército para defender la exitosa sublevación y aplastar la contraofensiva de las tropas de reacción enviadas por Puerto Príncipe.
En los días que siguieron a la proclamación de independencia, todos los funcionarios haitianos salieron de Santo Domingo. Tomás Bobadilla y Briones, un jurista conservador que había participado en la anterior insurrección, encabezó la junta provisional de gobierno de la nueva república. En marzo de 1844, las tropas haitianas invadieron nuevamente la parte oriental para restablecer su control, pero se vieron obligados a retirarse después de sufrir grandes pérdidas.23 A principios de julio de 1844, Duarte fue instado por sus seguidores a convertirse en presidente de la República. Duarte estuvo de acuerdo, pero solo si se hacía por medio de elecciones libres. Esta circunstancia fue aprovechada por Pedro Santana quien asumió el gobierno cuando fuerzas militares leales a él tomaron Santo Domingo el 12 de julio de 1844 y procedió a encarcelar a Duarte, Sánchez y Mella.
El 6 de noviembre de 1844, una Asamblea Constituyente redactó una constitución, basada en los modelos de Francia que establecía la separación de poderes y los controles legislativos sobre el ejecutivo. Sin embargo, Santana incluyó el artículo 210, el cual le concedió un poder ilimitado durante la guerra contra Haití. Esta guerra continuó durante todo septiembre y noviembre de 1845 donde los haitianos fueron derrotados en las batallas La Estrelleta y Beller.24 Las tropas haitianas en esos combates sufrieron más de mil muertos, miles de heridos y cientos de prisioneros. El 21 de diciembre las goletas haitianas Unión, Dieu Prótege y Guerriére accidentalmente quedaron encalladas cerca del Puerto Plata y los dominicanos tomaron 149 prisioneros sobrevivientes.3 Santana se mantuvo como presidente hasta 1848, cuando perdió las elecciones. En 1849, el Presidente haitiano Faustino Soulouque atacó la nueva república, pero fue derrotado en las batallas de El Número y Las Carreras.24 Más de 500 haitianos murieron.3
Expedición marítima sobre las costas de Haití
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A finales de la década de 1840, el presidente Buenaventura Báez consiguió el apoyo de marino francés Juan Carlos Fagalde para realizar una ofensiva marítima que fue trascendental en el afianzamiento de la independencia dominicana. La flotilla naval hundió barcos haitianos en Los Cayos, además de incendiar los poblados de Anse-à-Pitre y de Saltrou. También fueron capturados varios barcos haitianos llenos de provisiones. Según las crónicas de la época, no hubo ni una baja dominicana en esos aprestos ofensivos.25
La flotilla dominicana, mandada por el comandante Fagalde, fue por segunda vez a las costas de Haití; se fondeó en la Petite Rivière, desembarcó su gente, poniendo en fuga la guarnición y tomándole dos banderas; redujo a cenizas el pueblo y dispersó a cañonazos a los habitantes de Dame Marie.2 Frente a la población de Los Cayos se entabló un combate naval donde fueron hundidos varios navíos haitianos y hechos prisioneros sus oficiales. Los navíos dominicanos retornaron a Santo Domingo cuando se encontraron con un temporal.
Para 1854 ambos países estaban otra vez en guerra. Durante mayo la fragata dominicana Cibao y la goleta Buenaventura comandadas por el General Juan Alejandro Acosta, hicieron un crucero por la costa sur de Haití, destruyendo el comercio y haciendo desembarcos en la costa. En noviembre el bergantín dominicano 27 de Febrero y la goleta Constitución capturaron al buque haitiano Clarisé y bombardearon Anse-à-Pitre y Saltrou.3 La lucha terminó en 1856.
Secuelas
[editar]No obstante, como la situación fronteriza no quedó definida después del conflicto, Haití siguió ocupando el altiplano central, donde están emplazadas las ciudades de Hincha, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y San Rafael de la Angostura. Tras el tratado fronterizo de 1936, la República Dominicana terminó renunciando a esos territorios.
La flota dominicana (1845)
[editar]- La fragata Cibao — 20 cañones, fusiles, lanzas, machetes2
- El bergantín-goleta San José — 5 cañones2
- El bergantín-goleta La Libertad — 5 cañones2
- La goleta General Santana — 7 cañones2
- La goleta La Merced — 5 cañones2
- La goleta Separación — 3 cañones2
- La goleta 27 de Febrero — 5 cañones2
- La goleta María Luisa — 3 cañones2
- La goleta 30 de Marzo — 3 cañones2
- La goleta Esperanza — 3 cañones2
Batallas
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Batallas a las que enfrentaron los dominicanos para mantener su independencia.
- Batalla Fuente del Rodeo (13 de marzo de 1844)
- Batalla Cabeza de Las Marías (18 de marzo de 1844)
- Batalla del 19 de marzo (19 de marzo de 1844)
- Batalla del 30 de marzo (30 de marzo de 1844)
- Batalla de El Memiso (13 de abril de 1844)
- Batalla de Tortuguero (15 de abril de 1844)
- Batalla de Cachimán (4 de diciembre de 1844)
- Batalla de La Estrelleta (17 de septiembre de 1845)
- Batalla de Beller (27 de octubre de 1845)
- Batalla de El Número (17 de abril de 1849)
- Batalla de Las Carreras (21 de abril de 1849)
- Batalla de Santomé (22 de diciembre de 1855)
- Batalla de Cambronal (22 de diciembre de 1855)
- Batalla de Sabana Larga (24 de enero de 1856)
Personajes involucrados en la independencia de la República Dominicana
[editar]- Liberales
- Juan Pablo Duarte, creador del movimiento clandestino La Trinitaria. Ideólogo y propulsor de la guerra de independencia dominicana.
- Francisco del Rosario Sánchez, líder político que tras la ausencia de Duarte proclamó la independencia del país.
- Matías Ramón Mella, militar estratega que ayudó a la causa de Duarte.
- Juan Isidro Pérez, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Pedro Alejandro Pina, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Jacinto de la Concha, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Félix María Ruiz, fundador y miembro de La Trinitaria.
- José María Serra de Castro, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Benito González, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Felipe Alfau, fundador y miembro de La Trinitaria. Luego de la independencia, se inclinó por el bando conservador-anexionista.
- Juan Nepomuceno Ravelo, fundador y miembro de La Trinitaria.
- Juan Alejandro Acosta, militar que comulgaba con los trinitarios.
- Antonio Duvergé, militar y estratega republicano.
- Eduardo Abreu.
- Remigio del Castillo, militar alistado en Neyba.
- Tomás de la Concha.
- Cayetano Rodríguez.
- Ángel Perdomo, teniente general, asumió el cargo de Jefe del Batallón de Artillería.
- Marcos Rojas.
- Tomás Sánchez.
- Manuel Dolores Galván.
- Félix Mercenario.
- Manuel María Valverde, médico y profesor dominicano.
- Manuel Jimenes, político dominico-cubano. 2.º presidente del país.
- Mariano Echavarría.
- Victoriano Díaz, emisario.
- Juan Rodríguez.
- Martín Girón, centinela del Baluarte del Conde que permitió el cañonazo y la izada de la bandera dominicana.
- Wenceslao de la Concha.
- Pedro de Castro y Castro.
- José Llaverías.
- María Trinidad Sánchez.
- Concepción Bona.
- Félix María del Monte.
- Juan Bautista Cambiaso.
- Juan Bautista Maggiolo.
- José María Cabral.
- José María Imbert.
- Pedro Eugenio Pelletier.
- Fernando Valerio.
- Gaspar Polanco.
- Francisco Saviñón y Piñeyro.
- Ignacio Bona Pérez.
- Juan Pina.
- Josefa Pérez de Perdomo.
- Rosa Duarte, hermana de Juan Pablo.
- Manuela Diez, madre de Juan Pablo.
- Juana Saltitopa.
- Filomena Gómez de Cova
- Baltasara de los Reyes.
- Petronila Abreu y Delgado.
- María Rosa Montas, esposa de Antonio Duvergé.
- Josefa Antonia Pérez de la Paz (conocida por su apodo "Chepita").
- Ana Valverde.
- María de Jesús Pina y Benítez.
- María De Las Angustias Villa.
- Conservadores
- Tomás Bobadilla y Briones, jurista y líder del conservadurismo. Después de la independencia fue nombrado primer gobernador de la nueva Junta.
- Pedro Santana, rico terrateniente de la parte este del país, partidario del anexionismo. Se impuso como primer presidente constitucional del país.
- José Joaquín Puello, líder de la facción junto a Bobadilla.
- Gaspar Hernández, clérigo dominico-peruano y partidario a que la nueva nación se anexionara a España.
- Pedro Pamiés, clérigo que como Hernández era partidario de la anexión.
- Andrés López Villanueva, militar que estaba alistado en Puerto Plata.
- Buenaventura Báez, futuro caudillo de la República y partidario del anexionismo.
- Manuel Joaquín Delmonte, político y diplomático con tendencias anexionistas.
- Gabino Puello, músico dominicano.
- Eusebio Puello, militar anexionista.
- Ramón Santana.
- Manuel de Regla Mota.
- Micaela Antonia Rivera, esposa de Pedro Santana.
- Froilana Febles Rivera, esposa de Ramón Santana, hermano de Pedro.
A pesar de sus diferencias ideológicas, estos hombres se unieron por una causa, la independencia de la parte este de La Española. Su unión fue por medio de un manifiesto donde indicaban el porqué de su separación de Haití. A este nuevo periodo de libertad se le llamó Primera República (1844-1861).
Referencias
[editar]- ↑ Saltar a:a b Figueredo, D. H.; Argote-Freyre, Frank (2008). A Brief History of the Caribbean (en inglés). Infobase Publishing. p. 115.
- ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j k l «Obras Completas».
- ↑ Saltar a:a b c d e Clodfelter, Micheal (2017). Warfare and Armed Conflicts: A Statistical Encyclopedia of Casualty and Other Figures, 1492-2015, 4th ed (en inglés). McFarland. p. 302. ISBN 978-0786474707.
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- ↑ «Los 22 años en los que Haití gobernó Santo Domingo y cómo dieron origen a la actual República Dominicana». BBC News Mundo. Consultado el 18 de febrero de 2025.
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- ↑ Redacción (27 de febrero de 2024). «27 de Febrero: Día de la Independencia de la República Dominicana y de la Bandera Dominicana». Ciudadania RD Media. Consultado el 18 de febrero de 2025.
- ↑ «Ejército dominicano derrota a los haitianos en la batalla de Las Carreras». Vanguardia del Pueblo. 21 de abril de 1849. Consultado el 18 de febrero de 2025.
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- ↑ «La Armada y la Independencia». Listín Diario. Archivado desde el original el 9 de febrero de 2023. Consultado el 22 de julio de 2018.