He venido a edificar sobre las cenizas de mis sueños
un monumento a la muerte
a la terrible muerte
a la que tiene mil ojos diseminados en el viento
la que me vigila desde mis adentros
la que se alimenta desde mi silencio
la que se muta en mis sentimientos
la que se prostituye con el tiempo
la humanamente inhumana muerte
la que seduce y no da tregua
Domingo Acevedo.
Foto tomada de la red.