I
Las huellas
heridas de un centauro
Se pierden
entre la espesura del bosque
dejando un
rastro de sangre en la mirada azorada de sol
qué triste se
esconde detrás las montañas
que sirven de
escondrijo a la muerte
que se
enseñorea en su trono púrpura
y cabalga
implacable contra los guerreros de ébano
que en Bahoruco
se negaron a
deponer las armas
y siguieron el
rumbo inexorable de la historia
II
Decapitado Lemba
su cabeza en
la puerta de la ciudad amurallada
es un trofeo a
la ignominia
mientras el
último cacique
vencedor
póstumo de su raza
acongojado y
solo
recostado en
sus recuerdos
termina sus
días en el delirio de su traición
mirando con
pena
cómo los
últimos remanentes de su tribu
se diluyen en
el tiempo
Domingo Acevedo.
Fotos tomadas de la red.