jueves, febrero 18, 2016

Te recuerdo como eras entonces

Pequeña criatura hija del milagro


Te recuerdo como eras entonces
tibio pedazo de azabache pulido por las manos maravillosas de Dios
taciturna y triste
como una muñeca dormida en las habitaciones tropicales del verano
atrapada entre los espejos de la nostalgia
tratando de escapar de la melancolía que te ata a tu origen
a tu estirpe imperial
a tu musical esencia caribeña 
perdida entre los siglos de los siglos
en una isla del Caribe
naciste del fuego
una noche en que el viento que venía del mar
bufaba entre los arboles
y estremecía la casa
y se alejaba airado más allá de las montañas
dejando a su paso el seco sonido de las campanas de la iglesia del pueblo
que repicaron por cinco días corridos
y luego enmudecieron para siempre
pequeña criatura hija del milagro
las comadres ya olvidaron tu nombre
que las tamboras gritan en las noches de luna llena
en que bajo las ceibas florecidas de sueños y estrellas
en una danza amanece la  esperanza
ya tus pequeñas huellas no se pierden por la playa
buscando duendecillos bajo las piedras húmedas
ni tu mirada se inunda de peces y pájaros marinos en el horizonte
ni tu falda ondea su sensualidad por las calles del pueblo
bajo las sombras del medio día
te has ido
te han llevado lejos tus sueños
a vivir entre las luces y la grandeza de una ciudad que se traga  a los seres humanos
y luego los vomita en cualquier lugar
estas aquí
vives en mis sueños
te conozco desde la eternidad
y te amo
te he amado desde siempre
desde la ausencia de estar a tu lado
te amo
nadie lo sabe
ni tú misma sabes cuánto  te amo
que disfruto estar junto a ti
sentir como tu pelo anochecido se enreda en el viento
y tu mirada estalla en la luz
y hace clarear la noche en tu sonrisa
sí te amo
 y te imagino desnuda de eternidad
danzando en los balcones de la alborada
hasta terminar enredada entre mis brazos
sudorosa y quieta
taciturna y triste

Domingo Acevedo.






Fotos tomadas de la red.

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