Muchos dominicanos no estamos de
acuerdo con la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional que despoja de la
nacionalidad a los hijos de haitianos nacidos en la Republica Dominicana
y nos oponemos a que se le de cumplimiento a ese funesto fallo, ahora lo que es
inaceptable es que haitianos quemen nuestra bandera, ya que eso es una ofensa a nuestra nación, a nosotros
como dominicanos, además hiere nuestro patriotismo y nos aleja más la necesidad
de un entendimiento entre las dos
naciones.
Es indudable que la gran cantidad
de haitianos que tenemos en el país son una carga que se torna insoportable y
que debe ser regulada en el marco del respeto a los derechos humanos y la
dignidad de esas personas y eso no debe ser tema de debate, ya que ese es un
derecho de toda nación.
Haití debe pedir a las naciones
que la han hundido en la miseria espantosa en que está que desembolsen los
recursos prometidos para sacarla del atolladero económico y encaminarla por el
camino del progreso y así devolverles la esperanza a sus habitantes para que
regresen a su país de origen a vivir en paz y en progreso.
Domingo Acevedo
Oct/13