Miembros de diferentes iglesias y
muy especialmente de la iglesia católica han cometido en la República Dominicana
abusos abominables (pederastia) contra niños y niñas, en los que han estado
involucrados padres del país y del extranjero (polacos), incluyendo al representante
del Vaticano. Esas acciones no deben quedar impunes, deben ser castigadas, no
por la iglesia católica sino por la justicia ordinaria de nuestro país. Esos
padres deben ser traídos nuevamente a la República Dominicana
y juzgados como manda la ley.
Oct/13
Domingo Acevedo.