Ahora que el olvido llega
Ahora que el
olvido llega y se lleva los recuerdos, quiero rendir un tributo permanente a:
Tatín, Mamá Tita, Agustina, Aurora, doña Lola, Eufemia y a las demás mujeres
que con su amor forjaron nuestros sueños en aquel tiempo donde vivir era tan
difícil para los pobres y muy especialmente a las parteras que con sus manos
fecundas nos sacaron del vientre de nuestras madres y nos mostraron el mundo
También a
los hombres que como Juan de la
Rosa , el abuelo Ismael, el tío Alberto, Ovidio y el tío
Rafael entre otros, fueron guardianes celosos de nuestra raza.
Domingo
Acevedo
Horizonte de
pájaros fugaces.
Se nubla el
horizonte de fugaces pájaros que esconden sus nidos detrás de los cristales de
la tarde.
Planean en
un cielo crispado de nubes y sombras, heridos por los rayos de un sol que
agoniza en los brazos de la noche.
Por el
camino real Ninito, con todo el peso de la noche sobre su espalda, cabalga
despacio hacia donde la abuela Mamá, Tita lo espera con los brazos abiertos.
Feb. 2012
Domingo
Acevedo.
En la oquedad del tiempo
mi voz es el eco envejecido del silencio
Dic/12
En la lejanía de mi voz
el mar se ahueca en un suspiro
Dic/12
Espiga de luz
llamaradas de sombras
racimos de estrellas
la noche
Dic/12
En la oquedad del tiempo
mi voz es el eco envejecido del silencio
Dic/12
Espiga de luz
llamarada de sombras
racimo de estrellas
la noche
Dic/12
Un monumento
a la pobreza
Es prima
noche, por el camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos
espacios del tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.
en el cielo,
el destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la
grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos
elevan una sinfonía al infinito y junto
al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con
el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un
monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su
cotidianidad de hambre y miseria.
Domingo
Acevedo.
Enero/13
En donde
están mis amigos.
En donde están mis amigos
esta noche que he vuelto del olvido
los he buscado por todo el barrio
y no los encuentro
a donde se habrán ido todos
dejándome la soledad como recuerdo
abril/12
La luna se
viste de horizonte
en la mirada del viento
la luna se viste de horizonte
y suspira
marzo/12
TU
VOZ, CANTO QUE NO CESA.
Tu voz regresa de la pena en una lágrima
tu voz
que resplandece como un rayo en su breve
eternidad
que de la sangre brota como un unicornio
de cristal
cabalgando en la noche de tu agonía
hacia los bosques fabulosos de la
esperanza
en donde tu vida herida por la ausencia
se escapa sin remedio al hastío
campanario de agua que ilumina de
mariposas tu sonrisa
enredadera de luna llena en las noches mas
frías del olvido
allá en las lejanas praderas de la soledad
detrás del espejo
tu cuerpo yerto
tus ojos que miran asombrado al mundo
perdido
tu voz
canto que no cesa
bandera victoriosa del olvido
por siempre en el viento ondea
Poema dedicado al inmenso Miguel Hernández.
Domingo Acevedo
Relámpago de
sombras
Un relámpago de sombras anuncia la noche
más allá de un horizonte marino
la luna como una gota de sangre
resbala por las paredes del insomnio
hasta el amanecer
La ciudad
que lo ignora.
Hundido en el abismo de la noche
un mendigo agoniza
en la ciudad que lo ignora
Como el día
solloza.
Veras como la noche borra sus huellas en el día
y como el día solloza todas las tardes
en los brazos del horizonte
La voz de la
sangre.
La voz de la sangre aúlla en la conciencia
de un mundo acorralado por las guerras y el hambre
Dos garzas.
Suspendidas en la mirada
Dos garzas atraviesan los límites de la tarde
Y se pierden en la oscuridad de la noche
En el cielo
De pronto
En el cielo
Anochecen
Golondrinas y nubes
Puñal de jade.
Puñal de jade clavado en la voz quebrada
del viento
luna de sal derritiéndose en un horizonte de sangre
pergaminos de lágrimas
caminos de ausencia
por donde el olvido galopa sin rumbo
en el caballo de la eternidad.
luna de sal derritiéndose en un horizonte de sangre
pergaminos de lágrimas
caminos de ausencia
por donde el olvido galopa sin rumbo
en el caballo de la eternidad.
Entre las sombras y la sangre.
Es la tristeza mi alegría
la soledad mi vida
la noche mi hogar
sin poder escapar
entre las sombras y la sangre
vivo atrapado.
la soledad mi vida
la noche mi hogar
sin poder escapar
entre las sombras y la sangre
vivo atrapado.
La luna se
viste de horizonte
Allá
en la mirada del viento
la luna se viste de horizonte
y suspira
Desde donde vivo
Desde donde vivo puedo ver el mar distante levantarse más allá del muelle, lamiendo con su lengua azul el horizonte. A veces el viento del sur nos trae residuos de olas resecas por el sol, plumas de pelícanos gigantes, huesos de peces invisibles y restos de barcos hundidos por los años.
El río Haina parte el muelle en dos partes iguales, el muelle que permanece iluminado más allá de la oscuridad de los barrios haineros. De vez en cuando una bengala ilumina la noche o un disparo largo de fusil estremece el viento y ahuyenta a los polizones y a los ladrones de furtivos de mercancías barata.
Cuando desde mi ventana veo a los barcos anclados tan lejos de los sueños, siento pena de los marineros prisioneros del salitre y la distancia, que sueñan con hermosas sirenas que les roban el corazón para esclavizarlos en su mundo submarino de calamares fantásticos, caballitos tiernos de mar y peces de colores.
Feb/12
Desde donde vivo puedo ver el mar distante levantarse más allá del muelle, lamiendo con su lengua azul el horizonte. A veces el viento del sur nos trae residuos de olas resecas por el sol, plumas de pelícanos gigantes, huesos de peces invisibles y restos de barcos hundidos por los años.
El río Haina parte el muelle en dos partes iguales, el muelle que permanece iluminado más allá de la oscuridad de los barrios haineros. De vez en cuando una bengala ilumina la noche o un disparo largo de fusil estremece el viento y ahuyenta a los polizones y a los ladrones de furtivos de mercancías barata.
Cuando desde mi ventana veo a los barcos anclados tan lejos de los sueños, siento pena de los marineros prisioneros del salitre y la distancia, que sueñan con hermosas sirenas que les roban el corazón para esclavizarlos en su mundo submarino de calamares fantásticos, caballitos tiernos de mar y peces de colores.
Feb/12
EL SONIDO
LAPIDARIO DE LA SANGRE
I
Voy
danzando en la voz del viento
más allá de
la transparencia de los días por venir
hasta la
unánime presencia del ocaso
donde el
sol curva el agua en lumínicos destellos
donde un
oleaje de sombras lo cubre todo
donde los
árboles azules de la fantasía
echan
raíces en los escombros perfumados de la noche
y donde el
olor de las azucenas recorre los caminos sin fin del olvido
II
Voy
cantando en la voz del viento
más allá de
los corredores interminables de la sangre
donde los
espejos repiten la imagen mutilada de mi estirpe
lirios de
agua destrozados en los balcones del alba
cuelga del
viento un ramillete de pájaros fantásticos
unicornios
de jade recorren los valles submarinos de la memoria
hasta
alcanzar la luna que amanece en los ojos de la quimera
III
En mi
sólo hay
una profunda herida en mi voz
escuchen
en la conciencia
de la humanidad
retumba el
sonido lapidario de la sangre
Agosto 2011
Dedicado al
periodista José Silvestre, asesinado recientemente en la Rep. Dom.
INCERTIDUMBRE
Que haremos
con la vida que no vivimos
que haremos
con los sueños que no alcanzamos
que haremos
con la vida que nos queda
y que nos
pesa tanto
que haremos
con el futuro
sí el
presente es tan incierto
LIRIOS Y ESPEJOS
Relámpagos
sombríos
nubarrones
oscuros y fugaces
truenos
lejanos
mayo está
cerca
las lluvias
llenarán de sombras la tierra
los caminos
se llenarán de lirios y espejos
el sol deja
en mi piel un rastro de eternidad
El canto
inefable de los grillos.
Pesada es la
oscuridad de esta noche
en que el canto
inefable de los grillos
enciende todas las estrellas de un cielo
que se apaga en mi rostro
Una gota de
sangre
Todas las tardes entre mis ojos
el camino real es una gota de sangre
que en la distancia
tinta de luz y colores las alas de un ángel
La tarde es
una flor
La tarde es una flor que se eterniza en los brazos
de un horizonte herido por el sol
Se hace
hombre
Es en mi voz
donde una ángel esconde sus alas
se hace hombre
y pierde el último tren hacia la eternidad
Manuel, mi
hijo más pequeño
Sé que Manuel
mi hijo más pequeño
un día irá tras las huellas del viento
que se pierden en el tiempo
más allá del horizonte encontrará
una estrella dormida entre mis manos
La soledad
Los días se van prolongando
más allá de la soledad
que me aprisiona entre sus manos
heridas de ausencia
Hilo de
sangre
Hilo de sangre con que el tiempo teje la vida
que agoniza en los recuerdos
Hoy mi voz
Hoy mi voz quedó atrapada en una lágrima
Densa
humareda
Densa humareda de sal es la noche
Un fantasma
herido
Un fantasma herido huye de la eternidad
Y se esconde detrás de los espejos del tiempo
Sangre y
lágrimas
Mi poesía está hecha de dolor
cada palabra en el papel
es una mezcla de sangre y lágrimas
Tu voz
distante y dulce
A veces imagino tu voz extraviada en las claras
habitaciones del agua
tu voz distante y dulce
tu voz estremecida en el viento
tu voz tu voz
que regresa del olvido
y trepa por las paredes de la noche
y se desgrana en el trino de los pájaros al amanecer
y salpica de mariposas la distancia
abril/12
Canta el agua del río
Por un camino de mariposas y flores
La tarde danza y se aleja
Abril/12
Cantan los gallos
El sol abre las puertas del horizonte
y bosteza
Abril/12
la palabra es huella que deja el tiempo
en los espejos de la ignorancia
1/1/12
Es tu recuerdo
un lucero de olas sangrando
en el abismo de los sueños
1/1/112
Cantan los gallos
un gato en el tejado
se esfuma en la luz de la alborada
1/1/12
Es huella la palabra que el tiempo olvida
1/1/12
Un silencio de palabras rotas tratan de justificar el
olvido
1/1/12
Sinfonía de guerra.
Río de sal en el rostro de un horizonte de azufre
sangre de unicornios sobre la primavera que enero
marchita
voz quebrada por el hacha homicida del verdugo
tarde de cenizas que el viento diluye a lo lejos
pergaminos rotos de una historia inconclusa
Sinfonía de guerra
canto de amor y entrega
donde la eternidad es una flor que brota de
cuatro pechos
ensangrentados en su heroísmo
y allí
solos
en medio de la nada
y sin ninguna posibilidad de romper el cerco
no les quedó más que morir
aferrados a sus sueños
Enero 2012
Amaury.
Alas de aves fantásticas llevan en la voz del viento
el nombre de Amaury
más allá de un ocaso de sangre
donde las sombras sucumben a la luz
de una estrella
que en su frente eterniza sus sueños
en el crepúsculo más puro de su breve vida.
Enero 2012
Domingo Acevedo.
A esta hora
el camino real.
El camino
real a esta hora esta desierto, una brisa caliente levanta nubes de polvo que
se pierden entre los matorrales resecos.
Es medio
día, en julio el verano achicharra todo el monte y la primavera es un vestigio
lejano de flores y mariposas derretido en el recuerdo de los abuelos que debajo
de una mata de mango dormitan en el efímero esplendor de los sueños.
Enero 2012
A ninguna
parte he ido todo este tiempo de vivir
A ninguna
parte he ido todo este tiempo de vivir. He caminado sin rumbo por los caminos
de la vida, he vivido una vida que no es mía, que es ajena, que le pertenece a
otros, he cargado sobre mis hombros sueños y dolores ajenos.
Hoy me he quitado
la mascara que he llevado puesta por tanto tiempo y he ido al espejo a mirarme
cual tal soy y no me conozco, no soy yo, mi rostro es el rostro de todos, soy
el pueblo, soy la vida, la esperanza.
Soy ese niño
que muere cada tres segundos de hambre, soy esa mujer crucificada en la mas absoluta pobreza, soy ese hombre que
después de un día de andar por la ciudad buscando una esperanza, vuelve a su
casa con las manos vacías, soy ese anciano abandonado a su suerte, soy el
mendigo de la calle, soy la muchedumbre acorralada por las guerras y el hambre,
yo soy el dolor, soy la vida, soy la esperanza última.
Enero 2012
Un unicornio
de plata
En las
lejanas praderas de una lágrima
Un unicornio
de plata deja huellas de sal
En las
noches de luna llena
Enero 2012
Domingo
Acevedo.
Estas noches
frías me acercan tanto al pasado
que dos
palomas de agua se posan en mi corazón
Feb 2012
En una
esquina de mi alma
Los duendes
de la noche
Tocan las tamboras del olvido
Feb 2012
Domingo Acevedo.