sábado, enero 11, 2014

Mis huellas vienen de ninguna parte






Mis huellas vienen de ninguna parte



Mis huellas vienen de ninguna parte y se pierden en una ciudad donde la soledad y el olvido se adueñan de todas las cosas.

Todos estos tiempo en caminado en circulo alrededor de la nada sin darme cuenta lo rápido que se han ido todos estos años, llevándose con ellos parte de mi vida.

Esta mañana me he mirado al espejo y me he visto tan desamparado que lloré imperturbable mi desdicha se ser humano.








No había nubes enjauladas en el cielo.

No había nubes enjauladas en el cielo
ni pájaros prisioneros en el viento 
ni árboles enclavados en la tierra
ni mares encerrados en el horizonte
sólo estaban  mis ojos agonizando eternamente
en el camino real



Domingo Acevedo


y se hace poesía

A veces tu nombre rueda por los bordes de una lagrima
y se hace poesía
una canción

Junio/13
Domingo Acevedo.


Cuando el arte y la cultura se convierten en un negocio alejan la posibilitad de la participación colectiva del pueblo.

Domingo Acevedo.




El barrio.


El barrio
la casa
la ventana siempre abierta
la puerta siempre cerrada
el cuadro en la pared
el gato
una cucaracha en la cocina
la estufa apagada
los platos sucios
la T.V.
la P.C.
el calor insoportable
los apagones
los niños que juegan en la calle
el coro de la esquina
el pleito de la vecina contra su marido borrachón
la banca de Claudio
el colmado de Manuel
la barbería de José
la iglesia de la esquina
la vieja pendenciera
el narcotraficante de poca monta que en el callejón de los cuernos
espera comprador
los jóvenes con el cerebro fundidos por los pericos
la niña coqueta que sueña en brazos de la quimera
Pirito el maricón
María la más puta
el olor pestilente de las aguas cloacales
los disparos
el corre corre
qué pasó
nada
un pleito entre tigueres
mataron a Martín la navaja
y de nuevo el barrio
la pobreza
el hacinamiento
la desesperanza
los policías corruptos en su moto DT
el microtrafico
el peaje
el pillaje
el desasociego
la inquietud
el estrés
la paz que no llega
la maldita paz
en fin
el barrio es la suma de ilusiones
que mueren en el día a día

Junio /13
Domingo Acevedo


En tus ojos la luna es una flor

En tus ojos la luna es una flor 
que el viento en la noche deshoja
su perfume
relámpago de pétalos
que ilumina la desnudez de tu cuerpo
que entre mis brazos amanece

Domingo Acevedo.
Junio/13


Es la desnudez.

Es la desnudez nuestra más intima convicción de nuestra humanidad.

Domingo Acevedo.
Junio/13

Los laberintos de la imaginación.

Una madrugada propicia para perderse en los laberintos de la imaginación.

Domingo Acevedo.
Junio/13

Después de las lluvias

Después de las lluvias de esta esplendorosa noche de junio
una luna llena nos deslumbra con su hermosura
y se que ella en donde este la mirará
y se acordará de mí.

Domingo Acevedo
Junio/13


Por favor denme tiempo.

Por favor denme tiempo para saber sí de verdad he vivido
y para poder arrepentirme de esta muerte que espero y  llega

Junio/13
Domingo Acevedo.



Esta noche en un bar.

Esta noche en un bar
sentado frente a una ventana que da al río Ozama
 veo como la luna y las estrellas
 naufragan en el horizonte de una lagrima
 y como tu ausencia en una canción
me aplasta contra los recuerdos

Junio/13
Domingo Acevedo.


Y se hace poesía.

A veces tu nombre rueda por los bordes de una lagrima
y se hace poesía
una canción

Junio/13
Domingo Acevedo


Vencedor de la muerte.


Es aquí en mi voz
Martí
donde la aurora se viste con tu nombre
desde donde  te levantas todos los días
vencedor de la muerte
y recorres victorioso
nuestra  América
y escribes con tu sangre
en los pergaminos de  nuestra historia
la palabra a libertad

Domingo Acevedo.
Marzo/13

Poema dedicado a José Martí


En la oquedad del tiempo.

En la oquedad del tiempo
mi voz es el eco envejecido del silencio

Dic/12
Domingo Acevedo.


En la lejanía de mi voz.

En la lejanía de mi voz
el mar se ahueca en un suspiro

Dic/12
Domingo Acevedo.


Espiga de luz

Espiga de luz
llamarada de sombras
racimo de estrellas
la noche

Dic/12
Domingo Acevedo.

Un monumento a la pobreza

Es prima noche, por el camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.

en el cielo, el destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos elevan una sinfonía al infinito  y junto al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su cotidianidad de hambre y miseria.

Domingo Acevedo.

Enero/13


Detrás de las sombras.

He vuelto a esconderme detrás de las sombras de mi soledad, huyo de las traiciones de los hombres.

25/12/12
Domingo Acevedo.





El paquetazo.


El paquetazo
La corrupción
el PLD
los apagones
el funcionario
el congresista
la corrupción
el alto costo de la vida
el salario miserable
la pobreza
el hambre
el desempleo
el metro
la segunda línea del metro
el pueblo
la pobreza
el hambre
los apagones
la protesta
el gobierno
el narcotrafico
la delincuencia
la complicidad
la policía nacional
Danilo Medina
La corrupción
La mega minería
el uso del cianuro
la Barrick Gold
el contrato
la estafa
Leonel Fernández
los congresistas
la estafa
el oro
Loma Miranda
el desastre ecológico
el futuro incierto
la contaminación
la muerte
la muerte que es igual
a megaminería
más el uso del cianuro

Domingo Acevedo.
Abril/13



Disfruto pensarte.

Disfruto pensarte en la distancia
Desnudarte en mis sueños
y hacerte el amor en la imaginación

Domingo Acevedo
Abril/13



Tu voz tiene dos alas.

Tu voz tiene dos alas
mariposa que susurra al viento mi nombre
tierno destello del pasado
dulce sonido de flautas en el viento
que a veces en la tarde 
llena mi silencio de tu recuerdo

Febrero/13
Domingo Acevedo.


Un orgasmo eterniza la vida.

En la brevedad del sueño un orgasmo eterniza la vida.

Enero/13
Domingo Acevedo.

Los alfileres de la ausencia.

Clavados en mi voz
los alfileres de la ausencia
hacen sangrar de olvido mis ojos

Domingo Acevedo
Abril/13


Reclama la justeza de tu derecho a vivir dignamente

Reclama la justeza de tu derecho a vivir dignamente, ya que pequeños actos  individuales, pueden generar grandes acciones colectivas victoriosas.

Junio/13
Domingo Acevedo.





Danilo y Leonel, dos formas distintas de mentir al pueblo.

Danilo y Leonel, dos formas distintas de mentir al pueblo. Una misma forma de gobernar a favor del capital criollo y extranjero  que genera riquezas a unos pocos, pobreza a la mayoría y desastre ambiental en el planeta.

Junio/13
Domingo Acevedo.



Cuelga del viento mi voz

Cuelga del viento mi voz
detrás de los cristales de la imaginación
un lirio se estremece

Domingo Acevedo.
Julio/13



Un mar distante suspira pájaros fugaces

Atardece
un mar distante suspira pájaros fugaces
que se diluyen haciendo piruetas en el horizonte

Domingo Acevedo.
Julio/13.


Un flamboyan herido


En la  inmensa pradera del tiempo
un flamboyan herido
se desangra  en los brazos trémulos del viento

Domingo Acevedo.
Julio/13


Ondea el viento un estandarte de luz

Amanece
ondea el viento un estandarte de luz
vendaval de mariposas que deslumbra el alba

Domingo Acevedo.
Julio/13

Trapiche de humo

Canto de cadenas rotas
huellas de sangre que en las noches vuelven al mar
luna llena que derrama su luz líquida y mineral
sobre altas palmeras
seibas sagradas
anacahuitas de cristal
hogueras de sangre
danza milenaria
trapiche de humo
caña con sabor a látigo
sudor y sangre en la mirada azorada del viento
días atrapados en un horizonte atardecido  por el luto
y de los pechos destrozados por el arcabuz
un vendaval de mariposas anuncian el alba

Domingo Acevedo.
Julio/13
Dedicado a Sebastian Lemba.





HOY QUE GUANCHO NO ESTA.

Guancho fue una de los pocos seres humanos con las que compartí retazos de mí vida, no fuimos niños de escuela. Nuestra infancia estaba diseminada por todo el monte, entre los conucos y los potreros, entre la maleza y los árboles perdidos bajo el sol ondulante de la primavera, entre los maizales dorados de mayo y los pastos de la tierra encantada donde, el tío Juan y el tío Alberto, peregrinos del alba, apacentaban  sus vacas.

Nuestra infancia todos los días se perdía por los infinitos senderos que recorríamos descalzos  detrás de la quimera, ensimismados en las historias que nos contaban  los abuelos que prisioneros de una gloria ya perdida en el ocaso de sus vidas todavía viven prisioneros de sus sueños.

Hoy que guancho no está, lo recuerdo porque él siempre quiso estar a mi lado, compartir mi soledad  y mi tristeza, esa tristeza que él nunca entendió y que me acompañaría por el resto de mi vida. Recuerdo que recorrer el monte era nuestra única obsesión, trepar por  los árboles hasta alcanzar las nubes, hacernos invisibles entre las hojas y el viento y perseguir a los viajeros  hasta más allá de los límites de nuestras tierras, jugar con las mariposas y los pájaros y después de perseguir inútilmente a los fantasmas de nuestros abuelos por los infinitos senderos de la fantasía, tendernos boca arriba sobre el pasto a soñar con la felicidad, que la abuela Mamá tita nos decía que estaba más allá del horizonte y que nunca, por más buscamos entre  la fantasía y los sueños la  pudimos encontrar para regresarla a la aldea.
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Domingo Acevedo.

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