Que te puedo
yo
decir
hermano
si ya estás muerto
si te has ido silencioso y solitario
a poblar los lejanos recintos del olvido
si nos ha dejado aquí
solos
desamparados
tristes en el dolor de tu partida
con la mirada herida de ausencia
con las manos vacías de ternura
acongojados
arrinconados en la angustia inmensa
de saber que te hemos perdidos para siempre
sansón de ébano
hijo natural del bosque y la lluvia
cimarrón justiciero que tejía con los hilos del roció
los colores horizontales de los amaneceres
centauro que habita a la sombra de los recuerdos
cazador siempre al acecho de su presa
entre los matorrales achicharrados por la sequía
pescador
dueño de las noches salitreras del mar Caribe
adormecido al arrullo del canto de los grillos
en su voz de salitre
el mar aún arremolina estrellas y sueños
Domingo Acevedo
18/11/2020