AHÍ VA UN
FUNERAL
La luz
lleva sobre sus hombros un ataúd
llora el cielo 
una hilera de madres
petrificadas junto al camino
se tapan el rostro con las
manos 
herida de ausencia la brisa
congeló en su vientre
el vuelo mineral de los
sisontes
sonámbulos los árboles dicen
adiós a nadie
en la distancia 
los Ángeles danzan con las
sombras
y un galopar incesante de
trompetas
ilumina las habitaciones
efímeras 
que el tiempo deja en el aire
al pasar









































