Hay demasiada sangre derramada en la conciencia de la
humanidad, para que los hombres no terminemos de entender que el respeto a la
autodeterminación de los pueblos, es la garantía para alcanzar una paz duradera
que nos aleje de los peligros de un conflicto nuclear que ponga en peligro la
existencia de la vida en el planeta.
Domingo Acevedo.
Abril/21