El estado Dominicano no está diseñados para proteger y favorecer a los pobres
sino para proteger a industriales, empresarios, comerciantes, militares de alto
rango y a la cúpula de la iglesia católica, que son los grandes beneficiaros del estado
Dominicano, los que amasan con el sudor y la sangre de los trabajadores,
campesinos y domesticas sus fortunas, condenando al pueblo a morirse de hambre
y enfermedades previsibles y curables.
Domingo Acevedo.