sábado, junio 14, 2025

Neandertales: ¿y si no eran salvajes, sino los verdaderos pioneros de la cultura humana?


Durante décadas, nos han hecho imaginar a los neandertales como bestias torpes, medio humanas, medio animales. Seres que vivían en cuevas, arrastraban garrotes y gruñían en vez de hablar. Pero una serie de descubrimientos recientes está desmontando por completo esa imagen. Lo que la ciencia está empezando a revelar es algo mucho más inquietante y fascinante: los neandertales no solo no eran brutos, sino que podrían haber sido incluso más sofisticados de lo que nos atrevemos a admitir.
En distintas partes de Europa, arqueólogos han encontrado restos de adornos hechos con conchas, plumas y garras de animales. ¿La sorpresa? Fueron elaborados por neandertales, miles de años antes de que el Homo sapiens llegara a esas regiones. En cuevas como la de Bruniquel, en Francia, se hallaron estructuras circulares construidas con estalagmitas rotas, alineadas con intención, a más de 300 metros de la entrada, donde la oscuridad es absoluta. Esto ocurrió hace más de 170.000 años. ¿Qué hacían ahí? ¿Rituales? ¿Reuniones? Nadie lo sabe, pero no era casualidad.
También hay evidencia de que dominaban el fuego, fabricaban herramientas con técnicas avanzadas y cazaban de forma organizada. Incluso hay restos que sugieren que cuidaban de sus enfermos y enterraban a sus muertos con objetos personales. ¿Qué clase de mente es capaz de hacer eso? Desde luego, no una mente primitiva.
Incluso se han hallado pigmentos rojos y amarillos en sus hábitats, lo que hace pensar que pintaban, decoraban o se marcaban el cuerpo. Y por si fuera poco, hay restos genéticos de neandertales en nuestro ADN, lo que confirma que no solo convivimos con ellos, sino que hubo mezcla, contacto… e incluso amor.
Entonces, ¿por qué se extinguieron? Esa es la gran pregunta. Tal vez no fueron vencidos, sino absorbidos por nosotros. Tal vez desaparecieron porque se unieron tanto a nuestra especie que dejaron de ser distintos. Y en ese caso, ¿cuánto de ellos vive todavía en ti?
Para quienes ya hemos vivido lo suficiente como para cuestionar lo que nos contaron en la escuela, esta idea resulta fascinante. Tal vez el verdadero error no fue subestimar a los neandertales, sino creer que nosotros éramos los únicos capaces de pensar, sentir y crear. Y si todo lo que creemos saber sobre nuestros orígenes está mal... ¿cuántas otras verdades están todavía enterradas bajo nuestros pies?

Sabias.




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