Jose Elias Guerrero
MARTES, 27 DE ABRIL DE 1965: LA BATALLA DEL PUENTE DUARTE.
La Marina de Guerra, hasta ese momento neutral en el conflicto, se une a las fuerzas de Wessin, y sus barcos bombardean al palacio presidencial donde se encontraba el Presidente Provisional, Rafael Molina Ureña. La fuerza aérea arrecia sus bombardeos contra la ciudad. Para contrarrestar los bombardeos, los constitucionalistas instruyen al pueblo a que ponga espejos encima de las casas para que los reflejos molesten a los aviones.
La presidencia provisional, emite un comunicado: "El Poder Ejecutivo hace de conocimiento público, que en virtud de haberse establecido la vigencia de la constitución del 63, que consagra en su artículo 66 la imposibilidad de expulsar del país a ningún dominicano, todos los nacionales que fueron arbitrariamente desterrados de la República, pueden regresar libremente al suelo patrio; se hace observar al ex presidente Joaquín Balaguer, que en esos momentos estaba exiliado, la posibilidad de retornar a la brevedad posible al país para hacerle compañía a su madre que ya estaba en su lecho de muerte"
Ante la gravedad de la situación, el presidente provisional Rafael Molina Ureña y miembros del alto mando constitucionalista, entre los que se encontraban los coroneles Vinicio Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez, Rafael Fernandez Dominguez, entre otros, y varios dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano, se dirigen a la Embajada estadounidense para tratar de conseguir su mediación, para lograr un acuerdo con los militares de San Isidro.
Luego de una acalorada discusión, el embajador estadounidense William Tapley Bennett llama por teléfono a Caamaño, diciéndole que sólo falta él en la reunión; Caamaño respondió "Dígale a Wessin que detenga los bombardeos" pero él (Bennett), les dice a los constitucionalistas "Éste no es el momento de negociar, sino de rendirse de inmediato". El presidente interino Rafael Molina Ureña, renunció y procedió a asilarse en la embajada de Colombia. Igual camino siguieron otros dirigentes constitucionalistas.
Cuando todos los oficiales militares salían del despacho del embajador estadounidense, el coronel Caamaño llegó y se detuvo en la puerta y le dijo: "Permítame decirle que seguiremos la lucha suceda lo que suceda".
Al salir de la embajada ya las unidades del coronel Wessin, apostadas en la Base Aérea de San Isidro, avanzaban hacia el centro de la ciudad, por lo que intentaron usar el puente Juan Pablo Duarte, el único paso disponible en aquella época para cruzar el río Ozama que divide la capital dominicana. Caamaño, junto a otros colaboradores cercanos, se dirigió al puente.
Es a partir de este momento, que el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, queda como jefe absoluto del movimiento revolucionario.
A las 9:30 a.m. las tropas de Wessin empiezan a tomar posiciones en el margen oriental del Puente, aviones de Havilland Vampire MKII y Mustang P-51 de la poderosa Aviación Militar Dominicana, también bajo el mando de Wessin, empiezan a ametrallar posiciones del bando constitucionalista como avanzada de la incursión terrestre (Los Campamentos sublevados y el Palacio Nacional principalmente), Los militares constitucionalistas disponían de menores recursos para hacerles frente.
Wessin había enviado una columna de tanques AMX-13 Franceses, un batallón de infantería y una de artillería contra dos batallones de Artillería del Ejército. Cada uno portaba con fusiles, ametralladoras, granadas y ocho cañones tipo Obús de la Primera Guerra Mundial. Por lo que dirigentes civiles hacen una proclama a la población civil, por los medios de comunicación, para que apoyara a las fuerzas defensoras constitucionalistas con "Piedras, palos, con lo que sea". Debido a ésto, empiezan a aglomerarse miles de civiles en el margen occidental del puente, para evitar que las tropas de San Isidro avanzaran.
Recién pasado el mediodía, la columna de AMX-13 avanza con poco apoyo de infantería, por lo que el mando constitucionalista decide incursionar la línea que estaba siendo castigada por disparos, en tres puntos, cada una con algunos militares y cientos de civiles, comandados por los Coroneles Manuel Ramón Montes Arache, Fabio Chestaro y Caamaño. Con su acción no permiten avanzar los tanques y logran romper la línea a las dos horas de combate; al mismo tiempo son bañados por ráfagas calibre .60 desde el aire. A ésto, se suman los civiles que bloquean su paso con lo que encuentran: grandes rocas, autos, hasta ellos mismos.
Al romper la línea, los constitucionalistas aprovecharon para atacar directamente los tanques, algunos de ellos al ver su línea rota, deciden regresar; otros se atrincheran en los alrededores de la margen occidental y tres son asaltados y tomados por el pueblo y los militares. Las unidades de la ultima parte de la línea se repliegan a la margen oriental, lo que es aprovechado para bloquear el puente con autos y dos enormes camiones de carga de caña de azúcar, que dificultaban el regreso de los tanques.
Las fuerzas de San Isidro no logran penetrar a la ciudad, lo que se une a las demás victorias del bando constitucionalista, los días 27 y 28 de abril y se asegura la victoria en la Guerra Civil Dominicana del bando que defendía la vuelta a la constitución de 1963.
El profesor Juan Bosch desde Puerto Rico y ante la imposibilidad de regresar al país, delega sus derechos constitucionales al coronel Caamaño. Esto sucede mientras el congreso se reúne de emergencia y proclaman a Caamaño presidente de la República.
WIKIPEDIA, Guerra Civil Dominicana.