Ademas de la concentración de los medios de prensa en manos del empresariado dominicano, que monopolizan, manipulan y tergiversan la información, la compra de la imparcialidad periodistica por los políticos del patio en el poder, ha traído como consecuencia, la corrupción y el enriquecimiento acelerado e ilícito de muchos periodistas que trafican con la verdad.