La lluvia ha dejado un olor tembloso
de membranas mohosas en la tarde
de hojas disueltas en el viento
de pasos de ciguapas ahondándose
en la espesura del monte
de soles apagándose
en los brazos lejanos de la noche
de lunas cuajadas en el silencio húmedo del aire
donde flamean los sueños
en la voz herida del agua
Marzo/15
Domingo Acevedo.