martes, septiembre 30, 2014

Horizonte de pájaros fugaces.


la palabra es huella que deja el tiempo
en los espejos de la ignorancia
1/1/12

Es tu recuerdo
un lucero de olas sangrando
en el abismo de los sueños
1/1/112

Cantan los gallos
un gato en el tejado
se esfuma en la luz de la alborada
1/1/12

Es huella la palabra que el tiempo olvida
1/1/12

Un silencio de palabras rotas tratan de justificar el olvido
1/1/12


Sinfonía de guerra.

Río de sal en el rostro de un horizonte de azufre
sangre de unicornios sobre la primavera que enero marchita
voz quebrada por el hacha homicida del verdugo
tarde de cenizas que el viento diluye a lo lejos
pergaminos rotos de una historia inconclusa
Sinfonía de guerra
canto de amor y entrega
donde la eternidad es una flor que brota de cuatro  pechos
ensangrentados en su heroísmo
y allí
solos
en medio de la nada
y sin ninguna posibilidad de romper el cerco
no les quedó más que morir
aferrados a sus sueños

Enero 2012

Amaury.

Alas de aves fantásticas llevan en la voz del viento
el nombre de Amaury
más allá de un ocaso de sangre
donde las sombras sucumben a  la  luz de una estrella
que en su frente eterniza sus sueños
en el crepúsculo más puro de su breve vida.
Enero 2012

Domingo Acevedo.


A esta hora el camino real.

El camino real a esta hora esta desierto, una brisa caliente levanta nubes de polvo que se pierden entre los matorrales resecos.

Es medio día, en julio el verano achicharra todo el monte y la primavera es un vestigio lejano de flores y mariposas derretido en el recuerdo de los abuelos que debajo de una mata de mango dormitan en el efímero esplendor de los sueños.
Enero 2012


A ninguna parte he ido todo este tiempo de vivir

A ninguna parte he ido todo este tiempo de vivir. He caminado sin rumbo por los caminos de la vida, he vivido una vida que no es mía, que es ajena, que le pertenece a otros, he cargado sobre mis hombros sueños y dolores ajenos.

Hoy me he quitado la mascara que he llevado puesta por tanto tiempo y he ido al espejo a mirarme cual tal soy y no me conozco, no soy yo, mi rostro es el rostro de todos, soy el pueblo, soy la vida, la esperanza.

Soy ese niño que muere cada tres segundos de hambre, soy esa mujer crucificada en la  mas absoluta pobreza, soy ese hombre que después de un día de andar por la ciudad buscando una esperanza, vuelve a su casa con las manos vacías, soy ese anciano abandonado a su suerte, soy el mendigo de la calle, soy la muchedumbre acorralada por las guerras y el hambre, yo soy el dolor, soy la vida, soy la esperanza última.
Enero 2012


Un unicornio de plata

En las lejanas praderas de una lágrima
Un unicornio de plata deja huellas de sal
En las noches de  luna llena
Enero 2012

Domingo Acevedo.


Estas noches frías me acercan tanto al pasado
que dos palomas de agua se posan en mi corazón
Feb 2012

En una esquina de mi alma
Los duendes de la noche
Tocan  las tamboras del olvido
Feb 2012


En Siria la sangre y los muertos se acumulan en la conciencia de los que rigen el destino del planeta y determinan quien es malo y quien es bueno, quien muere y quien vive, quien gobierna y quien no y digo esto también a propósito de lo que pasó Libia

Domingo Acevedo.

Sí el hambre, la pobreza, la represión policial permanente en contra de los pobres, la corrupción, sí los apagones y la escasez de agua no te indignan es porque no vives en un barrio pobre de la Republica Dominicana o porque eres del gobierno de turno,  que todo lo que hace esta bien, aunque este muy mal.

Domingo Acevedo.

Ahora que el olvido llega y se lleva los recuerdos, quiero rendir un tributo permanente a: Tatín, Mamá Tita, Agustina, Aurora, doña Lola, Eufemia y a las demás mujeres que con su amor forjaron nuestros sueños en aquel tiempo donde vivir era tan difícil para los pobres y muy especialmente a las parteras que con sus manos fecundas nos sacaron del vientre de nuestras madres y nos mostraron el mundo

También a los hombres que como Juan de la Rosa, el abuelo Ismael, el tío Alberto, Ovidio y el tío Rafael entre otros, fueron guardianes celosos de nuestra raza.

Domingo Acevedo






                            Horizonte de pájaros fugaces.

Se nubla el horizonte de fugaces pájaros que esconden sus nidos detrás de los cristales de la tarde.
Planean en un cielo crispado de nubes y sombras, heridos por los rayos de un sol que agoniza en los brazos de la noche.
Por el camino real Ninito, con todo el peso de la noche sobre su espalda, cabalga despacio hacia donde la abuela Mamá, Tita lo espera con los brazos abiertos.
Feb. 2012

Domingo Acevedo.
  


En la oquedad del tiempo
mi voz es el eco envejecido del silencio
Dic/12

En la lejanía de mi voz
el mar se ahueca en un suspiro
Dic/12

Espiga de luz
llamaradas de sombras
racimos de estrellas
la noche
Dic/12


En la oquedad del tiempo
mi voz es el eco envejecido del silencio
Dic/12


Espiga de luz
llamarada de sombras
racimo de estrellas
la noche
Dic/12

Un monumento a la pobreza

Es prima noche, por el camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.

en el cielo, el destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos elevan una sinfonía al infinito  y junto al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su cotidianidad de hambre y miseria.

Domingo Acevedo.


Enero/13

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