la palabra
es huella que deja el tiempo
en los
espejos de la ignorancia
1/1/12
Es tu
recuerdo
un lucero
de olas sangrando
en el
abismo de los sueños
1/1/112
Cantan los
gallos
un gato en
el tejado
se esfuma
en la luz de la alborada
1/1/12
Es huella
la palabra que el tiempo olvida
1/1/12
Un silencio
de palabras rotas tratan de justificar el olvido
1/1/12
Sinfonía de
guerra.
Río de sal
en el rostro de un horizonte de azufre
sangre de
unicornios sobre la primavera que enero marchita
voz
quebrada por el hacha homicida del verdugo
tarde de
cenizas que el viento diluye a lo lejos
pergaminos
rotos de una historia inconclusa
Sinfonía de
guerra
canto de
amor y entrega
donde la
eternidad es una flor que brota de cuatro
pechos
ensangrentados
en su heroísmo
y allí
solos
en medio de
la nada
y sin
ninguna posibilidad de romper el cerco
no les
quedó más que morir
aferrados a
sus sueños
Enero 2012
Amaury.
Alas de
aves fantásticas llevan en la voz del viento
el nombre
de Amaury
más allá de
un ocaso de sangre
donde las
sombras sucumben a la luz de una estrella
que en su
frente eterniza sus sueños
en el
crepúsculo más puro de su breve vida.
Enero 2012
Domingo
Acevedo.
A esta hora el camino real.
El camino real a esta hora esta desierto, una
brisa caliente levanta nubes de polvo que se pierden entre los matorrales
resecos.
Es medio día, en julio el verano achicharra
todo el monte y la primavera es un vestigio lejano de flores y mariposas
derretido en el recuerdo de los abuelos que debajo de una mata de mango
dormitan en el efímero esplendor de los sueños.
Enero 2012
A ninguna parte he ido todo este tiempo de
vivir
A ninguna parte he ido todo este tiempo de
vivir. He caminado sin rumbo por los caminos de la vida, he vivido una vida que
no es mía, que es ajena, que le pertenece a otros, he cargado sobre mis hombros
sueños y dolores ajenos.
Hoy me he quitado la mascara que he llevado
puesta por tanto tiempo y he ido al espejo a mirarme cual tal soy y no me
conozco, no soy yo, mi rostro es el rostro de todos, soy el pueblo, soy la
vida, la esperanza.
Soy ese niño que muere cada tres segundos de
hambre, soy esa mujer crucificada en la
mas absoluta pobreza, soy ese hombre que después de un día de andar por
la ciudad buscando una esperanza, vuelve a su casa con las manos vacías, soy
ese anciano abandonado a su suerte, soy el mendigo de la calle, soy la
muchedumbre acorralada por las guerras y el hambre, yo soy el dolor, soy la
vida, soy la esperanza última.
Enero 2012
Un unicornio de plata
En las lejanas praderas de una lágrima
Un unicornio de plata deja huellas de sal
En las noches de luna llena
Enero 2012
Domingo Acevedo.
Estas noches frías me acercan tanto al pasado
que dos palomas de agua se posan en mi corazón
Feb 2012
En una esquina de mi alma
Los duendes de la noche
Tocan las tamboras del olvido
Feb 2012
En Siria la sangre y los muertos se acumulan en
la conciencia de los que rigen el destino del planeta y determinan quien es
malo y quien es bueno, quien muere y quien vive, quien gobierna y quien no y
digo esto también a propósito de lo que pasó Libia
Domingo Acevedo.
Sí el hambre, la pobreza, la represión policial
permanente en contra de los pobres, la corrupción, sí los apagones y la escasez
de agua no te indignan es porque no vives en un barrio pobre de la Republica Dominicana
o porque eres del gobierno de turno, que
todo lo que hace esta bien, aunque este muy mal.
Domingo Acevedo.
Ahora que el olvido llega y se lleva los
recuerdos, quiero rendir un tributo permanente a: Tatín, Mamá Tita, Agustina,
Aurora, doña Lola, Eufemia y a las demás mujeres que con su amor forjaron
nuestros sueños en aquel tiempo donde vivir era tan difícil para los pobres y
muy especialmente a las parteras que con sus manos fecundas nos sacaron del
vientre de nuestras madres y nos mostraron el mundo
También a los hombres que como Juan de la Rosa , el abuelo Ismael, el
tío Alberto, Ovidio y el tío Rafael entre otros, fueron guardianes celosos de
nuestra raza.
Domingo Acevedo
Horizonte de
pájaros fugaces.
Se nubla el horizonte de fugaces pájaros que
esconden sus nidos detrás de los cristales de la tarde.
Planean en un cielo crispado de nubes y
sombras, heridos por los rayos de un sol que agoniza en los brazos de la noche.
Por el camino real Ninito, con todo el peso de
la noche sobre su espalda, cabalga despacio hacia donde la abuela Mamá, Tita lo
espera con los brazos abiertos.
Feb. 2012
Domingo Acevedo.
En la
oquedad del tiempo
mi voz es
el eco envejecido del silencio
Dic/12
En la
lejanía de mi voz
el mar se
ahueca en un suspiro
Dic/12
Espiga de
luz
llamaradas
de sombras
racimos de
estrellas
la noche
Dic/12
En la
oquedad del tiempo
mi voz es
el eco envejecido del silencio
Dic/12
Espiga de
luz
llamarada
de sombras
racimo de
estrellas
la noche
Dic/12
Un
monumento a la pobreza
Es prima noche, por el
camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del
tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.
en el cielo, el
destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la
grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos
elevan una sinfonía al infinito y junto
al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con
el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un
monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su
cotidianidad de hambre y miseria.
Domingo Acevedo.
Enero/13