No se necesita tener dinero en abundancia para ser feliz, sino tener la determinación
de disfrutar la vida con lo poco que se tiene, claro sin conformismo, luchando
siempre por alcanzar nuestros sueños.
Debemos aprender a vivir con la intensidad, de tener la certeza de que hoy
puede ser nuestro último día en entre los vivos, haciendo lo correcto y sin
herir a nadie, que todo lo vivido nos enseñe a morir en paz, que cuando nos llegue la hora,
nos vayamos tranquilos, sin mirar atrás con remordimientos y sin tener la sensación
de que no era nuestro momento.
La felicidad no es absoluta, es relativa, son momentos, destellos fugaces de
alegría que muchas veces se van, dejándonos la nostalgia de los buenos momentos.
Domingo Acevedo,
Agosto/2025