I
Déjame recordarte
hoy
camarada
antes que el tiempo se haga cargo de todos
nosotros
y
la vida nos deje abandonados en los cementerios
y
tu historia de soldado proletario
caído al fragor de los sueños
no sea más que un manojo de olvido
en voz de la ausencia
II
Déjame camarada
con la sangre de tus verdugos
escribir tu nombre
en los pergaminos de la eternidad
para que tu recuerdo
el tiempo
ni la ausencia
ni el olvido
puedan borrarlo del corazón de nuestro
pueblo
Domingo Acevedo.
A Numitor Elpidio Jiménez Sanelly
(Tito Monte)
Foto tomada de la red.