sábado, agosto 31, 2024

La paz.


 

Mis lágrimas atan mi voz

al silencio que apuñala este grito

que estremece los cimientos

de la humanidad

 cuya indiferencia la hace cómplice

de este crimen alevoso

que oscurece el horizonte

y cierra todas las puertas de la primavera

en donde a pesar de todo

en Palestina

en los campos abonados

con la sangre de los caídos

crecen las retamas

los olivos

y la trementina 

como evidencia de que la paz

no puede estar sustentada en las manos

de quienes estrangulan la ternura de los niños

que en Gaza y Cisjordania

yacen destrozados en su inocencia


Domingo Acevedo.

 

Poema dedicado a la periodista palestina asesinada por el ejército de Israel, Shiren Abu Akleh





Foto tomada de la red.


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