martes, diciembre 02, 2008

ESPEJISMO DE LUNA LLENA

ESPEJISMO DE LUNA LLENA

Por Alfonso Torres

Que bueno es leer a un amigo, porque de alguna manera uno se encuentra con uno mismo, pues uno está también en el amigo; es más dulce cuando el amigo escribe bien y bueno, cuando tiene imaginación y creatividad.

Me regocijo cuando esto pasa y estoy jubiloso al tener en mis manos el libro Espejismo de luna llena, de Domingo Acevedo, un poemario desnudo, amoroso, de compromiso con la ternura y de entrega transparente; con lenguaje depurado y sobrio.

Domingo piensa como vive y vive como piensa; es un ser humano extraordinario, él se desviste para vestir el amor. Es un ser sencillo y diáfano y nos dice: nací junto al camino real, entre tiestos, conucos, carboneras y potreros.

Lo conocí en medio de las bregas políticas, construyendo utopías, despertando el sueño y colocando el sol por las madrugadas, pero jamás lo imaginé desandando en versos los caminos proletarios ni tejiendo a Marx para remendar a Lenin; y por supuesto, jamás lo pensé desnudando una flor para vestir con sus labios una mulata.

Hoy cuando tropiezo con éste su primer libro y leo la verde soledad del mundo quedó para siempre en mi corazón y entre las hojas muertas busqué desesperado el último suspiro de la vida para despertar la primavera de su sueño de silencio para que las flores no mueran jamás, es cuando comprendo que en aquél hombre de silencio y mirada campesinas, de palabras contadas, habitaba una raíz nerudiana.

En Domingo Acevedo tiene la poesía caribeña un exponente para trascender la frontera y su canto nos lleva a cultivar el pensamiento, pues se trata de una poesía trabajada, así en el siguiente texto: He visto los delfines del alba navegar en tus ojos hasta alcanzar los mares distantes del crepúsculo donde los dioses protegen la utopía para que no la roben los pescadores de sueños. Quiénes o cuáles son los delfines del alba? Cuál es la utopía? Quiénes son los pescadores de sueños?

No se trata de una metáfora intimista, del bardo enamorado, es que Domingo Acevedo trabaja la poética como Fabio Fiallo, desde la cuna del amor hasta las fibras de la patria herida y cuando dice los delfines del alba, alcanzar los mares distantes, donde los dioses protegen la utopía para que no la roben los pescadores de sueños, el autor refiere fuerzas que se imponen y abusan, atrapando los amaneceres y callando las voces de otros, matando los anhelos de otros. Está pensando en silencio en el 28 de abril del 1965.

Me alegra tanto masticar estos versos de Domingo, tan llenos de amor por el amor, por la naturaleza y por la patria. No puedo más que invitar a la lectura de Espejismo de Luna Llena.

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