El 8 de diciembre de 1984 en la ciudad de Mar del Plata ,a raíz de las injusticias vividas, tomó la decisión de quitarse la vida, Mary Terán de Weiss.
"La tenista del pueblo"
Nacida en Rosario en 1918, fue campeona argentina en cinco oportunidades entre 1941 y 1948, y triple medallista durante los Juegos Panamericanos desarrollados en nuestro país en 1951. En aquella época llegó a ubicarse entre las diez mejores tenistas del mundo.
Adhirió al peronismo, y desde la Fundación Eva Perón trabajó para que los niños practicaran tenis, deporte que históricamente había sido reservado para sectores minoritarios de la sociedad. Fue proscripta y perseguida después del golpe de Estado de 1955, lo que la obligó a competir sólo en el plano internacional, y exilarse en España. La dictadura incautó sus bienes, y hasta la Asociación Argentina de Tenis de ese momento fue cómplice, al requerir a la Federación Internacional que le prohibiera participar de competencias en distintos lugares del mundo. La exigencia fue desestimada.
En 1959, cuando Terán de Weiss regresó a la Argentina, el único club que le permitió formar parte de su delegación fue River Plate. Sin embargo, su vieja militancia social le valió el boicot de sus propios colegas, que no se presentaban a disputar los encuentros con ella.
Mary insistió con su intención de masificar el tenis, y por eso apoyó a Guillermo Vilas en la década del 80, cuando ese deporte logró sumar miles de adeptos a lo largo del territorio nacional. Pero el olvido y aislamiento de los que había sido víctima durante gran parte de su vida la terminaron por marcar para siempre.
""Mi situación constituye una inhumana e injusta persecución, alentada por el inconfesable deseo de evitar que vuelva al primer plano en mi deporte favorito. No tengo ni he tenido nunca nada que reprocharme y así lo atestiguan los innúmeros documentos que obran en mi poder, cuya publicación aclararía la equívoca situación de ciertos detractores actuales, que en su oportunidad se complacieron recibiendo aquello mismo que hoy censuran. Declaro y juro que durante toda mi actuación en el importante cargo que desempeñé jamás perseguí a nadie ni cometí actos de injusticia. Por el contrario, atendí infinidad de solicitudes de los clubes de tenis, y en la medida de mis posibilidades he contribuido siempre a hallarles favorable solución. ¡Qué fácil olvida la gente! Ahora algunos miembros del consejo directivo de la Asociación Argentina de L.T. apoyan con su silencio semejantes actitudes insultantes contra mi persona y ofensivas para una prestigiosa institución como es River Plate.
Me remito al juicio de la opinión pública sana de mi país, y a pesar de todo confío que la cordura y equidad de los equivocados prevalezcan para que se me reconozca el lugar que merezco como mujer, como deportista, como argentina."""
( Fragmento de la carta abierta publicada en El Grafico por ella en el año 1964)
