En el océano Índico existe un caracol que habita respiraderos hidrotermales activos. En esos puntos, los fluidos volcánicos pueden alcanzar más de 400 °C, aunque el animal permanece en zonas donde la mezcla con el agua profunda reduce la temperatura y permite la vida en condiciones extremas.
Su caparazón tiene tres capas y la externa contiene pirita y greigita, minerales de hierro formados en las chimeneas submarinas. Las patas están cubiertas por escamas hechas del mismo material. Ningún otro animal conocido incorpora compuestos metálicos pesados en su cuerpo de esta manera.
El Scaly-foot Snail (Chrysomallon squamiferum) vive a profundidades entre 2.400 y 2.900 metros. Tolera presiones enormes y depende de bacterias simbióticas que transforman los compuestos químicos del respiradero en energía. Esta relación le permite sobrevivir en un entorno sin luz solar y con variaciones térmicas y químicas que eliminarían a la mayoría de los invertebrados.
La especie solo existe en tres puntos del océano Índico y está clasificada como En Peligro debido a la minería en aguas profundas. La preservación de estos respiraderos es esencial para evitar su extinción.
