China logró algo que pocas naciones han conseguido en tan poco tiempo: sacar de la pobreza extrema a unos 800 millones de personas entre comienzos de la década de 1980 y el año 2020, según estimaciones del Banco Mundial.
Este cambio profundo comenzó tras las reformas económicas iniciadas en 1978, cuando el país abrió gradualmente su economía al mundo y puso en marcha políticas destinadas a modernizar la agricultura, impulsar la industria y mejorar las oportunidades laborales para millones de familias rurales.
Durante los años ochenta y noventa, la expansión de la manufactura, la creación de zonas económicas especiales y la mejora del acceso a infraestructura básica transformaron regiones enteras. Más adelante, ya en la década del 2000 y hasta finales de la de 2010, China aplicó programas específicos para reducir la pobreza rural, llevando carreteras, electricidad, agua potable, educación y servicios médicos a comunidades históricamente aisladas. Esta combinación de crecimiento económico y políticas focalizadas permitió que generaciones completas cambiaran su destino.
Aunque aún existen desigualdades y desafíos por resolver, la magnitud del logro es extraordinaria. Esos 800 millones de personas representan más del doble de la población de Estados Unidos, casi seis veces la población de México, o más que la suma de Brasil y Japón juntos. Para ponerlo en perspectiva, China tiene hoy alrededor de 1.400 millones de habitantes, lo que convierte esta transformación, lograda entre 1980 y 2020, en una de las reducciones de pobreza más grandes y rápidas de la historia moderna.
Fuente:
- "Four decades of poverty reduction in China", Documentos Públicos del Banco Mundial
- "Lifting 800 Million People Out of Poverty – New Report Looks at Lessons from China’s Experience", World Bank Group
