Calles de insomnio
malecón de ceniza
puerto de sal
río que abraza el mar
mar que besa el cielo
cielo que se traga la
ciudad
ciudad amurallada en
sus raíces
por sus avenidas de
luto
antiguos transeúntes
se pierden en un
pantano de luces y sombras
y en los balcones del
verano
hermosas prostitutas
de porcelana
se desvanecen en el hastío y la soledad
mientras en el conde peatonal
ebrios arlequines
danzan bajo las lunas
del otoño
atrapados en la telaraña incierta de su destino
los mendigos de la ciudad Colonial
todas las noches se
pierden en los cubículos del hambre
y en la absoluta indiferencia del abandono
niños agonizan
escondiéndose detrás de sus sueños
mientras los fantasma
atrapados desde hace cinco siglos
en las catedrales del olvido
lloran desconsolados
su condena de
eternidad
Domingo Acevedo.
Foto tomada de la red.