El sábado 10 de agosto del 2019 en una celda en la prisión de Nueva York el magnate de la trata de menores para la explotación sexual, Jeffrey Espein fue despachado al "patio de los callados". La técnica para matarlo; torniquete en la garganta con una sábana, para que parezca un suicidio. Los dos guardias que debían vigilar a Espein se quedaron "dormidos" la madrugada del "suicidio".
Jeffrey Espein hijo de un jardinero y una auxiliar de
escuela nunca se recibió de nada. Aún así trabajó como profesor de matemáticas en un instituto privado. Después se las dio de financista, aunque no hay registros de que haya ganado mucha plata en ese oficio.
Se empezó a llenar de dólares los bolsillos cuando trabajo para Leslie Wexner, uno de los dueños de "Victoria Secret"... Que años después terminó acusando a Espein de haberle robado 45 millones de dólares.
Jeffrey Espein siempre fue un abusador de menores de edad. Y se dio cuenta que en el mundo de los "ricos y famosos" habían cientos como él. Ahí estaba el negocio que lo hizo amasar una fortuna.
Tenía mansiones por todo Estados Unidos, un jet privado para 29 pasajeros, al que bautizó "Lolita Express" en "honor" a la novela "Lolita" de Vladimir Nabokov. Novela que trata el abuso de un adulto mayor a una niña de 12 años.
También tenía una isla en el caribe, "Little Saint James" se llama la isla de la pedofilia. Y un yate para llevar a sus invitados.
En la cumbre del poder Espein lo tenía todo. Abastecía de menores para la explotación sexual a ricos y famosos de Estados Unidos con toda impunidad.
Los pedófilos VIP hacían fila para sus "tours de placer" a la isla Little Saint James. Ni hablar de sus fiestas privadas en Manhattan o Palm Beach. En todas ellas habían niñas menores de edad pasadas de alcohol y anfetaminas (éxtasis).
En los archivos de Espein (más de 200 nombres) no son todos los que son, ni todos los que están.
En las listas de miles de niñas y niños sometidos y abusados faltan nombres. Algunos testimonios de las victimas dicen que en la isla de Espein eran violadas hasta tres veces al día. Por eso cientos de esas niñas, hoy mujeres, no quieren revivir esa etapa de sus vidas.
Durante casi tres décadas Jeffrey Espein fue el dueño de la fiesta y la trata.
Donald Trump aseguró el año 2002 que Espein fue su gran amigo por 15 años. "Era un sujeto hermoso" dijo el magnate anaranjado.
Otros amigos de Espein que hoy miran para otro lado y pasan silbando bajito son Bill Clinton, El príncipe Andrés de Inglaterra, Bill Gates, David Copperfield (el mago que ahora se hizo humo) Mick Jagger, Alec Baldwin, Bruce Willis, Leonardo DiCaprio... Y el fallecido Michael Jackson, cliente fijo de Espein.
La lista es larga, incluye a altos políticos estadounidense, los mismos que dan lecciones de moralidad y piden mano dura con delincuentes y migrantes.
Tenían que silenciar a Jeffrey Espein y lo hicieron.
Pero la fiesta sigue... Abastecedores de menores de edad para pedófilos ricos y famosos sobran.