viernes, diciembre 13, 2024

9 poemas esenciales de José Asunción Silva.

 


Claudia Gómez Molina
Claudia Gómez Molina
Graduada en Literatura y Humanidades y traductora
Tiempo de lectura:28 min.

José Asunción Silva (1865-1896) es el poeta colombiano más reconocido de todos los tiempos. De acuerdo a algunos críticos, su poesía no ha sido superada aún por ningún poeta colombiano. El corte romántico y musical de sus poemas más tempranos dieron el tono característico de la poesía colombiana.

Fue pionero del modernismo. Su fuerte sentido crítico hacía la literatura misma y el uso del humor, la sátira y la ironía en sus últimos poemas, lo han hecho también pionero de la antipoesía.

J.A. Silva
Fotografía de José Asunción Silva

A continuación, presentamos una selección de poemas (analizada e interpretada) donde se sintetiza la trayectoria del poeta: mientras que los primeros poemas de El libro de versos están regidos por la rima y la precisión del número de sílabas que caracteriza a la tradición lírica, se puede apreciar una postura crítica hacia la estética romántica y modernista que se desencadena con plenitud en Gotas amargas.

Sus últimos poemas usan un lenguaje prosaico y descarnado, y el tono mordaz del humor negro, la ironía y la sátira.

Crisálidas

Cuando enferma la niña todavía
salió cierta mañana
y recorrió, con inseguro paso,
la vecina montaña,
trajo entre un ramo de silvestres flores
oculta una crisálida,
que en su aposento colocó, muy cerca
de la camita blanca.
………………………………………

Unos días después, en el momento
en que ella expiraba,
y todos la veían, con los ojos
nublados por las lágrimas,
en el instante en que murió, sentimos
leve rumor de älas
y vimos escapar, tender el vuelo
por la antigua ventana
que da sobre el jardín, una pequeña
mariposa dorada…
………………………………………

La prisión, ya vacía, del insecto
busqué con vista rápida;
al verla vi de la difunta niña
la frente mustia y pálida,
Y pensé ¿si al dejar su cárcel triste
la mariposa alada,
la luz encuentra y el espacio inmenso,
y las campestres auras,
al dejar la prisión que las encierra
qué encontrarán las almas?…

El poema está estructurado en tres estrofas de diez versos que se intercalan en diez y siete sílabas. Narra la historia de una niña en el momento que muere, y qué sucede con la crisálida que había puesto al lado de su cama pocos días antes. Fue escrito por Silva a los 18 años en memoria de su hermana Inés, quien murió a los seis años, cuando el poeta tenía 11 años.

La mariposa sirve de metáfora para el alma. La subjetividad de la voz poética aparece al final, en la última estrofa, por medio de la pregunta retórica. Implica un planteamiento existencial que pregunta por el ser y su trascendencia, como ha afirmado Piedad Bonnett: "Silva condensa, con tremenda maestría y poder de síntesis, la incertidumbre metafísica que le causa la muerte".

Es una metáfora con gran poder evocador. La mariposa sugiere libertad, belleza y vulnerabilidad. La luz, la inmensidad y el aura apuntan a lo etéreo.

Los maderos de San Juan

¡Aserrín!
¡Aserrín!
¡Aserrán!
Los maderos de San Juan,
piden queso, piden pan,
los de Roque
alfandoque,
los de Rique
alfeñique
¡Los de triqui, triqui, tran!

Y en las rodillas duras y firmes de la Abuela,
con movimiento rítmico se balancea el niño
y ambos agitados y trémulos están,
la abuela se sonríe con maternal cariño
mas cruza por su espíritu como un temor extraño
por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño
los días ignorados del nieto guardarán.

Los maderos de San Juan,
piden queso, piden pan.
¡Triqui, triqui, triqui, tran!

Esas arrugas hondas recuerdan una historia
de sufrimientos largos y silenciosa angustia
y sus cabellos blancos como la nieve están.
De un gran dolor el sello marcó la frente mustia
y son sus ojos turbios espejos que empañaron
los años, y que, ha tiempos, las formas reflejaron
de cosas y de seres que nunca volverán.

Los de Roque, alfandoque
¡Triqui, triqui, triqui, tran!

Mañana cuando duerma la Anciana, yerta y muda,
lejos del mundo vivo, bajo la oscura tierra,
donde otros, en la sombra, desde hace tiempo están
del nieto a la memoria, con grave son que encierra
todo el poema triste de la remota infancia
cruzando por las sombras del tiempo y la distancia
de aquella voz querida las notas vibrarán…

Los de Rique, alfeñique
¡Triqui, triqui, triqui, tran!

Y en tanto en las rodillas cansadas de la Abuela
con movimiento rítmico se balancea el niño
y ambos conmovidos y trémulos están,
la Abuela se sonríe con maternal cariño
mas cruza por su espíritu como un temor extraño
por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño
los días ignorados del nieto guardarán.

¡Aserrín!
¡Aserrán!
Los maderos de San Juan
piden queso, piden pan,
los de Roque
alfandoque
los de Rique
alfeñique
¡Triqui, triqui, triqui, tran!
¡Triqui, triqui, triqui, tran!

El poema hace una recreación de la antigua canción popular española "Los maderos de San Juan", relacionada con la fiesta de San Juan y el solsticio de verano, y de la cual existen diferentes versiones por toda Latinoamérica.

Está conformado por nueve estrofas, e inicia y finaliza de manera casi idéntica. La letra de la canción aparece en verso corto y contrasta con el verso largo del poema, el cual remite a la prosa y permite la reflexión.

El paso del tiempo en el poema funciona de igual manera que en la memoria. La letra de la canción evoca un momento pasado que se vuelve a recrear cada vez que aparece la letra de la canción.

Así, inicialmente se muestra una imagen que pareciera estar en tiempo presente, con la canción y la imagen de la abuela jugando con el nieto; luego se evoca el futuro del nieto lleno de angustias, y ésta a su vez remite a las angustias vividas por la abuela en el pasado. Después el poema nos lleva al futuro en que el nieto recuerda con tristeza a su abuela ya fallecida, y de nuevo se recrea la memoria del niño jugando con la abuela en el tiempo presente.

El cambio y lo efímero de la vida aparecen mediante la pérdida, la muerte y el extrañar.

Nocturno III: Una noche

Una noche
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de älas,
una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mi ceñida, toda,
muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas,
hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,
por la senda que atraviesa la llanura florecida
caminabas,
y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
y tu sombra
fina y lánguida,
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban
y eran una
y eran una
¡y eran una sola sombra larga!
¡Y eran una sola sombra larga!
¡Y eran una sola sombra larga!

Esta noche
solo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
por el infinito negro,
donde nuestra voz no alcanza,
solo y mudo
por la senda caminaba,
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida
y el chillido
de las ranas,
sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
¡entre las blancuras níveas
de las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
era el frío de la nada…
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
iba sola,
iba sola
¡iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella… ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se juntan y se buscan en las noches de negruras y de lágrimas!…

También conocido como el "Nocturno III", es el poema más reconocido de José Asunción Silva y uno de los tesoros de la poesía colombiana. El poema trata sobre el recuerdo, la pérdida, la soledad, la muerte.

En su estructura sobresale la mezcla de verso corto y largo. Encontramos versos de 24 sílabas, separados por comas, y también versos de 16, 12, 10, junto con versos de 4 y 6. Esto demuestra que el poema no sigue el rigor del conteo silábico, en cambio, al igual que en la prosa y la poesía moderna, busca su propio ritmo.

Sobresale la música creada por la aliteración, especialmente por los sonidos de la "n", "m" y "s" y la anáfora. Es un ritmo caracterizado, además, por diferentes velocidades en el fraseo, pausas y el golpe de los acentos de ciertas palabras, como "lágrimas".

El poema crea un ambiente sensorial, cargado de emotividad. Rindiendo homenaje a la influencia simbolista, desde el inicio del poema se alude a todos los sentidos: "Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de alas". Más adelante habla del "chillido de las ranas", los "ladridos de los perros". Es un ambiente lleno de sonidos, pero también está la luna y luz particular, junto con la sombras. Se encuentran, además, las menciones a la frialdad o la tibieza.

La emotividad del poema está marcada además por las numerosas anáforas: "una noche", "eran una", "eran una sola sombra larga".

Ars

El verso es vaso santo. Poned en él tan sólo,
un pensamiento puro,
¡en cuyo fondo bullan hirvientes las imágenes
como burbujas de oro de un viejo vino oscuro!

Allí verted las flores que en la continua lucha,
ajó del mundo el frío,
recuerdos deliciosos de tiempos que no vuelven,
y nardos empapados en gotas de rocío

para que la existencia mísera se embalsame
cual de una esencia ignota,
¡quemándose en el fuego del alma enternecida
de aquel supremo bálsamo basta una sola gota!

Este poema es un arte poética en la que el autor habla de la poesía misma y presenta el canon, principios o filosofías que rigen su trabajo. Está estructurado en tres estrofas de cuatro versos. El segundo verso es corto, de siete sílabas, y contrasta con los demás más largos, de 14 y 15 sílabas.

En la primera estrofa se presenta una visión de la poesía introducida por el romanticismo y continuada por el modernismo. Luego de la primacía de la racionalidad, la ciencia y el positivismo, en la cual la razón parecía ofrecer la solución y explicación a todo (primaban la medicina, la economía, las ciencias puras) en el siglo XVIII, el arte denuncia las carencias y fallas de este tipo de pensamiento, señalando todos los límites de la razón.

La espiritualidad que había quedado relegada por el pensamiento positivista es retomada por el artista, quien recupera la noción del misterio, la magia, la maravilla, lo que fascina y lo sagrado. Así, la primera estrofa alude a la intención de la poesía de evocar aquello que es mucho más grande las limitaciones humanas y que es digno de ser reverenciado.

Las imágenes que "bullen" de las que habla el poema, remiten a imágenes cargadas de sensaciones y sentidos, y el oro remite a un tesoro.

La segunda estrofa nos muestra una belleza decadentista caracterizada por la belleza de lo efímero, lo que alguna vez fue bello y ahora es completamente lejano e inalcanzable.

La tercera estrofa muestra la visión del arte, la literatura y la poesía como un proceso alquímico que sirve como bálsamo y alivio para la existencia.

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Taller moderno

Por el aire del cuarto, saturado
de un olor de vejeces peregrino,
del crepúsculo el rayo vespertino
va a desteñir los muebles de brocado.

El piano está del caballete al lado
y de un busto del Dante el perfil fino,
del arabesco azul de un jarrón chino,
medio oculta el dibujo complicado.

Junto al rojizo orín de una armadura,
hay un viejo retablo, donde inquieta,
brilla la luz del marco en la moldura,

y parecen clamar por un poeta
que improvise del cuarto la pintura
las manchas de color de la paleta.

El poema se presenta en la forma clásica del soneto, caracterizado por dos cuartetos y dos tercetos con versos endecasílabos.

Aunque Silva es un poeta modernista, es también reconocido por ser un pensador crítico de sí mismo y de sus contemporáneos. Por medio de la sátira y el humor, crea un distanciamiento que permite evaluar con mirada crítica la estética modernista que desarrollaban algunos, y que se puede ver, entre otros, en el libro Azul del nicaragüense Rubén Darío.

El poema critica un interés por lo anacrónico, lo complicado, el preciosismo, las rarezas y lo saturado, a las que alude con la mención a la armadura, el retablo, el brocado, el jarrón chino con su arabesco, y que, finalmente, apuntan a un arte vacío, superficial y apenas decorativo.

Así mismo, hace una sátira a la estética decadente, al aludir al orín de la armadura, lo desteñido de los muebles y las manchas de la paleta.

Psicopatía

El parque se despierta, ríe y canta
en la frescura matinal… La niebla
donde saltan aéreos surtidores,
de arco iris se puebla
y en luminosos velos se levanta.
Su olor esparcen entreabiertas flores,
suena en las ramas verdes el pío, pío,
de los alados huéspedes cantores,
brilla en el césped húmedo el rocío…
¡Azul el cielo! ¡Azul!… Y la süave
brisa que pasa, dice:
¡Reíd! ¡Cantad! ¡Amad! ¡La vida es fiesta!
¡Es calor, es pasión, es movimiento!
Y forjando en las ramas una orquesta,
con voz grave lo mismo dice el viento,
y por entre el sutil encantamiento,
de la mañana sonrosada y fresca,
de la luz, de las yerbas y las flores,
pálido, descuidado, soñoliento,
sin tener en la boca una sonrisa,
y de negro vestido
un filósofo joven se pasea,
olvida luz y olor primaverales,
e impertérrito sigue en su tarea
¡de pensar en la muerte, en la conciencia
y en las causas finales!
Lo sacuden las ramas de azalea,
dándole al aire el aromado aliento
de las rosadas flores,
lo llaman unos pájaros, del nido
do cantan sus amores,
y los cantos risueños
van por entre el follaje estremecido,
a suscitar voluptüosos sueños,
y él sigue su camino, triste, serio,
pensando en Fichte, en Kant, en Vogt, en Hegel,
¡y del yo complicado en el misterio!

La chicuela del médico que pasa,
una rubia adorable, cuyos ojos
arden como una brasa,
abre los labios húmedos y rojos
y le pregunta al padre, enternecida…
—¿Aquel señor, papá, de qué está enfermo,
qué tristeza le anubla así la vida?
Cuando va a casa a verle a usted, me duermo,
tan silencioso y triste… ¿Qué mal sufre?…
… Una sonrisa el profesor contiene,
mira luego una flor, color de azufre,
oye el canto de un pájaro que viene,
y comienza de pronto, con descaro…
—¡Ese señor padece un mal muy raro,
que ataca rara vez a las mujeres
y pocas a los hombres…, hija mía!
Sufre este mal…: pensar…, esa es la causa
de su grave y sutil melancolía…
El profesor después hace una pausa
y sigue… —En las edades
de bárbaras naciones,
serias autoridades
curaban ese mal dando cicuta,
encerrando al enfermo en las prisiones
o quemándolo vivo… ¡Buen remedio!
Curación decisiva y absoluta
que cortaba de lleno la disputa
y sanaba al paciente… mira el medio…
la profilaxia, en fin… Antes, ahora
el mal reviste tantas formas graves,
la invasión se dilata aterradora
y no lo curan polvos ni jarabes;
en vez de prevenirlo los Gobiernos
lo riegan y estimulan,
tomos gruesos, revistas y cuadernos
revuelan y circulan
y dispersan el germen homicida…
El mal, gracias a Dios, no es contagioso
y lo adquieren muy pocos: en mi vida,
sólo he curado a dos… Les dije:
/ «Mozo,
váyase usted a trabajar, de lleno,
en una fragua negra y encendida
o en un bosque espesísimo y sereno;
machaque hierro hasta arrancarle chispas,
o tumbe viejos troncos seculares
y logre que lo piquen las avispas,
si lo prefiere usted, cruce los mares
de grumete en un buque, duerma, coma
muévase, grite, forcejee y sude,
mire la tempestad cuando se asoma,
y los cables de popa ate y anude,
¡hasta hacerse diez callos en las manos
y limpiarse de ideas el cerebro!…
Ellos lo hicieron y volvieron sanos…».
«Estoy tan bien, doctor…». —¡Pues lo celebro!
Pero el joven aquel es caso grave,
como conozco pocos,
más que cuantos nacieron piensa y sabe,
irá a pasar diez años con los locos,
y no se curará sino hasta el día
en que duerma a sus anchas
en una angosta sepultura fría,
lejos del mundo y de la vida loca,
¡entre un negro ataúd de cuatro planchas,
con un montón de tierra entre la boca!

El poema se inserta en la tradición literaria que trata como tema al melancólico y que nos remite a Hamlet. El melancólico de la literatura no solo tiende a la tristeza y la depresión, sino además tiene una tendencia a pensar, al análisis, a la filosofía y la lectura.

Es una figura que se torna problemática especialmente por su necesidad de cuestionar un orden ya establecido. Mientras que la curiosidad, analizar, meditar o preguntar no son defectos en sí mismos, pueden ser percibidos como amenazas para la sociedad. La psicopatía está definida por la Real Academia como una anomalía en la que "a pesar de la integridad de las funciones perceptivas y mentales, se halla patológicamente alterada la conducta social del individuo que la padece".

De acuerdo al poema, los valores que prefiere la sociedad se inclinan a valores positivos y productivos. El poema inicia así con un paisaje completamente idílico y un lenguaje lírico. Es importante notar que la literatura anterior a Silva estaba enfocada en entretener, educar y establecer los valores que querían asociarse con Colombia como nación. Incluso hoy se encuentra vigente la identidad festiva y alegre del colombiano en los versos: "¡Reíd! ¡Cantad! ¡Amad! ¡La vida es fiesta!/ ¡Es calor, es pasión, es movimiento!".

El melancólico está relacionado con el genio que tiende a la locura y la enfermedad, precisamente porque no está en armonía con la sociedad. La productividad es el gran valor promovido por la sociedad burguesa, y es satirizada en el poema por medio del leñador, alfarero y marinero, cuyas labores parecen mecánicas y contribuyen a la idea de que los obreros son serviles y dóciles ante un estado.

Avant-propos

Prescriben los facultativos
cuando el estómago se estraga,
al paciente, pobre dispéptico,
dieta sin grasas.

Le prohíben las cosas dulces,
le aconsejan la carne asada
y le hacen tomar como tónico
gotas amargas.

Pobre estómago literario
que lo trivial fatiga y cansa,
no sigas leyendo poemas
llenos de lágrimas.

Deja las comidas que llenan,
historias, leyendas y dramas
y todas las sensiblerías
semirománticas.

Y para completar el régimen
que fortifica y que levanta,
ensaya una dosis de estas
gotas amargas.

El título del poema viene del francés y significa prólogo. Es el primer poema del libro Gotas Amargas, y sirve para presentar la propuesta estética de los demás poemas del libro.

A partir del discurso positivista que dominaba a finales del siglo XIX, ejemplificado por el discurso científico, y en especial, el discurso médico, se hace una crítica a las modas literarias del momento, en particular a los excesos románticos que caían en un tono dulzón, cursi y sensiblero.

Silva toma una postura crítica hacia su propia poesía, y utiliza palabras deliberadamente feas que no tienen ningún prestigio literario, como "estragar" o "dispéptico".

El mal del siglo

El paciente:
Doctor, un desaliento de la vida
que en lo íntimo de mí se arraiga y nace,
el mal del siglo… el mismo mal de Werther,
de Rolla, de Manfredo y de Leopardi.
Un cansancio de todo, un absoluto
desprecio por lo humano… un incesante
renegar de lo vil de la existencia
digno de mi maestro Schopenhauer;
un malestar profundo que se aumenta
con todas las torturas del análisis…

El médico:
—Eso es cuestión de régimen: camine
de mañanita; duerma largo, báñese;
beba bien; coma bien; cuídese mucho,
¡lo que usted tiene es hambre!…

El título del poema se refiere a la crisis de principios y valores asociada con el existencialismo y describe el espíritu de fin de siglo.

Por medio del diálogo se crea un distanciamiento, tanto de lo que dice el paciente como el médico, y esto permite observar con mirada crítica ambas posturas.

Por una parte, el paciente se encuentra en un pesimismo radical: "Un cansancio de todo, un absoluto/ desprecio por lo humano… un incesante/ renegar de lo vil de la existencia". Por otra, la respuesta del médico es tan simple que cae en el absurdo.

Critica al pragmatismo que descarta las preguntas sobre la existencia y el espíritu, y que incluso hoy en día sigue vigente.

El humor, por medio de la ironía, concluye el poema y da el tono de amargura que caracteriza a los últimos poemas de Silva.

Cápsulas

El pobre Juan de Dios, tras de los éxtasis
del amor de Aniceta, fue infeliz.
Pasó tres meses de amarguras graves,
y, tras lento sufrir,
se curó con copaiba y con las cápsulas
de Sándalo Midy.

Enamorado luego de la histérica Luisa,
rubia sentimental,
se enflaqueció, se fue poniendo tísico
y al año y medio o más
se curó con bromuro y con las cápsulas
de éter de Clertán.

Luego, desencantado de la vida,
filósofo sutil,
a Leopardi leyó, y a Shopenhauer
y en un rato de spleen,
se curó para siempre con las cápsulas
de plomo de un fusil.

El poema muestra una desilusión del romanticismo. Si antes la amada era un ser lejano, protector y especialmente quien finalmente lograba redimir, en el poema la amada es quien hace enfermar tanto física como espiritualmente. La tisis (tuberculosis) está frecuentemente asociada con los poetas malditos y la prostitución, y las cápsulas de Sándalo Midy eran un remedio antiguo para las enfermedades venéreas.

De manera implícita se alude a la visión del amor creada por la tradición literaria, especialmente la que crea el gran exponente del romanticismo español, Gustavo Adolfo Bécquer, quien influyó los poemas iniciales de Silva. Se trata de una crítica y un desencantamiento por este tipo de literatura.

El poema inevitablemente remite al suicidio de su autor, José Asunción Silva, quien se dispara en el corazón. Finalmente ni la poesía, ni la filosofía logran dar respuesta alguna al desencanto que denuncia el poema.

Las cápsulas que en apariencia solucionan todo tipo de problemas relacionados con el amor, excepto rescatar la noción misma del amor, resultan igual de ineficientes que las cápsulas de plomo ante el desencantamiento: aparentemente resuelven un asunto práctico, pero dejan igual de inconclusas las preguntas por la existencia y el espíritu.

Resulta curioso que la cita que hace Silva días antes de morir, de Maurice Barrés: "Los suicidas se matan por falta de imaginación", resalta justamente la idea de que el suicidio no es la única respuesta posible.

José Asunción Silva y el modernismo

El movimiento modernista (finales del siglo XIX y principios del XX) fue una crítica a los valores pragmáticos y productivos promovidos por el pensamiento burgués, así como a la ponderación de la razón del pensamiento positivista.

La poesía modernista sobresale porque deja de lado algunas funciones impuestas al arte de ser didáctico, formador, ejemplar, divertido o incluso de tener por objeto algo necesariamente bello. En Colombia, Silva fue el primer poeta en escribir poesía que no fuera edificadora.

El modernismo latinoamericano se caracteriza por su cosmopolitismo: ser modernista equivalía a ser ciudadano del mundo. La poesía de Silva fue fuertemente influenciada por su estadía en París, donde se familiariza con el clima cultural y los escritores y filósofos del momento:

"La Ciudad Luz es el centro de la exquisitez, la duda y el pesimismo. Lee a los autores renombrados del momento, llamando su atención Charles Baudelaire, Anatole France, Guy de Maupassant, Paúl Régnard, Emile Zola, Stephan Mallarmé, Paúl Verlaine, Marie Bashkirtseffy, Arthur Schopenhauer. Lee también sobre asuntos filosóficos, políticos y sicológicos. Adquiriendo modales y costumbres de dandy, asiste con frecuencia a los mejores restaurantes, salones, galerías, museos y salas de concierto, entregándose al disfrute del lujo, hasta donde su pecunio lo permite" (Quintero Ossa, Robinson).

En el modernismo se derrumban los valores absolutos antes establecidos y prima el subjetivismo: lo que el individuo piensa, siente, percibe y su experiencia.

Estética modernista: lo efímero y lo pasajero

Influido, en parte, por Baudelaire, en los poemas de Silva sobresale la belleza de lo efímero y pasajero: en particular objetos que fueron alguna vez bellos, pero nunca más lo serán, como una flor marchita.

La mujer bella por excelencia, a la manera de Edgar Allan Poe, era una adolescente pálida al extremo que evidencia alguna enfermedad. La palidez, generalmente asociada con la tisis, más allá de ser una enfermedad física, es asociada por esta estética con una gran inteligencia y una sensibilidad delicada que puede enfermar en el contacto con la sociedad.

Son mujeres que evocan un amor completamente platónico, sin ningún interés carnal. La amada es un ser lejano, imposible de alcanzar. En este sentido, la poesía de Silva canta a mujeres que han muerto justo cuando su belleza alcanza su mayor plenitud. Este es el caso del poema más popular de Silva, "Una noche", también conocido como el Nocturno III y dedicado a su hermana Elvira, quien murió a los veinte años.

Biografía de José Asunción Silva

JAS Billete
Retrato de José Asunción Silva en el billete de 5.000 pesos del Banco de la República de Colombia.

Nace en Bogotá en 1865 en una familia pudiente. Su padre fue el escritor costumbrista Ricardo Silva. En 1884, a los 19 años, Silva viaja a París con el propósito de continuar sus estudios. En su estadía se familiariza con el clima cultural y cosmopolita.

En 1887 muere el padre, Ricardo Silva, dejando a José Asunción a cargo de los negocios de la familia a los 22 años. En 1892, a los 27 años se levantan 52 ordenes judiciales en contra del escritor, se declara en bancarrota y vende todos sus bienes y negocios.

Es nombrado como diputado en Caracas. A sus 30 años, de regreso a Bogotá, el vapor que lo transportaba naufraga frente a las costas de Barranquilla. Pierde los manuscritos de sus novelas Amor, De sobremesa y gran parte de su obra poética.

Antes de los 11 años el autor había perdido a 3 de sus hermanos. El poema "Crísalidas" fue escrito en memoria de su hermana Inés quien murió a los 5 años. Su hermana Elvira Silva había contraído neumonía y muerto a los 20 años. Su padre también había fallecido.

El 23 de mayo de 1896, antes de cumplir sus 31 años, se suicida de un disparo en el corazón. El día anterior había visitado a su amigo de la infancia, el médico Juan Evangelista Manrique, y le había pedido que marcara con una equis dónde queda el corazón. No dejó ninguna nota de despedida.

Murió sin haber dejado publicado ni un solo libro. El escritor y crítico, Robinson Quintero Ossa, incluye al final de su biografía de Silva esta cita que muestra el carácter genial del poeta:

«Días antes de su última voluntad, comentaba a su amigo Baldomero Sanín Cano, citando a Maurice Barrés: "Los suicidas se matan por falta de imaginación"».

Obras de José Asunción Silva

Poesía

  • Intimidades
  • El libro de versos
  • Gotas amargas
  • Poesías varias

Novela

  • De sobremesa
  • Cultura Genia.

Rayo carnívoro.

 


 

Lluvia de sal sobre la primavera

rayo carnívoro que muerde

el corazón tierno de las nubes

anfibios sollozos perforando la noche

piedra de sacrificio

iluminada por la sangre de un sol ciego

virgen descorazonada

por los demonios de sus deseos

ángeles mutilados por el pecado

ojos que miran desde la ausencia de la muerte

hombres consumidos en su ego

niños heridos en su inocencia por la guerra

y más allá de la ira y el odio

una bandera blanca ondea en mi corazón

Domingo Acevedo.



 Foto tomada de la red.

jueves, diciembre 12, 2024

Heroes : La batalla del lago Changjin - Acción - Guerra - Película compl...

LAS CENIZAS DE MIS SUENOS

 


 

He venido a edificar sobre las cenizas de mis sueños

un monumento a la muerte

a la terrible muerte

a la que tiene mil ojos diseminados en el viento

la que me vigila desde mis adentros

la que se alimenta desde mi silencio

la que se muta en mis sentimientos

la que se prostituye con el tiempo

la humanamente inhumana muerte

la que seduce y no da tregua

Domingo Acevedo.


Foto tomada de la red.

ALBORADA DE HUMO

 


 

Escupitajo de silencio

alborada de humo esfumándose

detrás de los espejos distantes de la nada

luna devorada por los cocodrilos amarillos

del pantano nocturno

luz herida por la luz

anacahuita perenne

tamboras congeladas

en los sonidos azules del agua

lluvia de sal

volcán que eructa polvo

azufre

fuego

sobre la ciudadela de cristal de mis fantasmas

desnuda una virgen permanece sentada

en el trono de ámbar de mi soledad 


Domingo Acevedo.




 Foto tomada de la red.

AHÍ VA UN FUNERAL.

 


 

La luz lleva sobre sus hombros un ataúd

llora el cielo

una hilera de madres petrificadas junto al camino

se tapan el rostro con las manos

herida de ausencia la brisa congeló en su vientre

el vuelo mineral de los ruiseñores

sonámbulos los árboles dicen adiós a nadie

en la distancia

los ángeles danzan con las sombras

y un galopar incesante de trompetas

ilumina las habitaciones efímeras

que el tiempo deja en el aire al pasar

Domingo Acevedo.


Fotos tomadas de la red.

LA BANDERA DEL ODIO

 


 

Ellos izaron en sus corazones la bandera del odio

con sus cuchillos de sal

hirieron la conciencia del mundo

desde entonces

cada gota de sangre en mis manos

es un niño que agoniza

Domingo Acevedo.


Foto tomada de la red.

ES LA MUERTE.

 


 

Un caballo alado que en mis pupilas

huye de la lluvia es la muerte

Domingo Acevedo.


Foto tomada de la red.

miércoles, diciembre 11, 2024

Rayuela de Julio Cortázar: resumen, análisis y frases célebres de la novela.

 


Catalina Arancibia Durán
Revisado por Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura:16 min.

En la novela Rayuela (1963), Julio Cortázar rompió con la concepción tradicional de la narrativa al introducir elementos lúdicos e innovaciones de muy diverso talante. Por ello, fue rápidamente valorada como una obra maestra del boom latinoamericano.

¿Qué hizo Cortázar de singular? ¿De qué manera logró influenciar la escena literaria internacional? ¿De qué recursos literarios se valió?

Pero sobre todo, ¿cómo leer e interpretar Rayuela?

Resumen

rayuela

Del lado de allá

La primera parte transcurre en París. El narrador expone la relación entre Horacio Oliveira, un intelectual argentino que trabaja como traductor y la Maga (Lucía), una uruguaya, madre del pequeño Rocamadour. Oliveira forma el Club de la Serpiente, un grupo de amigos intelectuales que se reúne a conversar sobre arte, literatura (especialmente sobre Morelli, un escritor ficticio al que todos veneran) y jazz.

La Maga, ajena a estas referencias intelectuales, es la única pieza que parece no calzar. La suerte del bebé Rocamadour precipita el fin de esta alianza forzosa y de la relación entre la Maga y Oliveira. En esta sección tiene lugar la primera crisis del personaje principal.

Del lado de acá

La segunda parte de la historia transcurre en Argentina, país al que Oliveira regresa después de separarse de la Maga y buscarla inútilmente en Montevideo, Uruguay. Ya en Buenos Aires, Oliveira se encuentra con Tráveler y Talita. La vida toma giros inesperados. Oliveira trabaja en un circo y, finalmente, en una clínica psiquiátrica. Una segunda crisis lo llevará a las puertas del suicidio.

De otros lados

En la tercera parte, llamada por el propio autor “ los capítulos prescindibles”, el narrador nos presenta no solamente la profundización de la historia y los datos que nos permiten comprender el relato. También es el lugar donde el narrador expone su teoría literaria y donde, de hecho, la pone en práctica. “De otros lados” es el corazón de Rayuela, donde todo adquiere sentido.

Análisis

¿Una novela experimental?

La ruptura en Rayuela es múltiple, razón por la cual muchos la han calificado como una anti-novela. Lo más evidente es la ruptura de la linealidad de la lectura (de principio a fin). No se trata sólo de que el relato contenga saltos hacia atrás (analepsis) y hacia adelante (prolepsis), pues eso ha existido en la narrativa desde siempre.

La genialidad está en el desafío de hacer del lector una suerte de editor. El lector compone la lectura, organiza los fragmentos de un caleidoscopio. El libro mismo (como entidad física) se le presenta como material de juego, de indagación. Es un itinerario de pistas casi detectivesco, un juego interactivo. Cortázar nos propone un mapa para hallar un tesoro, y nuestra ambición lectora, nuestra avidez de otros mundos y otras aventuras, nos arroja con fe ciega a aceptar el desafío. Rayuela es un juego con premio de participación.

Así, le presenta al lector dos opciones: la lectura común y aquella en la que puede participar y develar los mecanismos de la escritura, donde puede sumergirse y crear.

Junto a esto, Cortázar introduce otros elementos. En un pasaje, al que hace referencia en otro de sus capítulos, nos expone una nueva lengua inventada por él: el gíglico. Esa lengua codifica la relación amorosa entre Oliveira y la Maga, aparentemente indescifrable, pero llena de significación, de imagen, de poética (ver capítulo 68 de Rayuela).

Cortázar nos invita a leer un capítulo alternando sus líneas (pares e impares); transcribe textos de otros autores e inventa citas. También reflexiona sobre la literatura y violenta la ortografía. Con ello, nos hace cómplices y nos brinda un placer lúdico, una acción participante.

La ruptura, la novedad, la invención, la "tura" de Cortázar en Rayuela ha sido calificada por muchos como una literatura "experimental". Sin embargo, Mario Vargas Llosa, decir que Rayuela es una novela experimental es, cuanto menos, injusto. No se trata de un experimento, sino de una conquista, de un mundo realmente nuevo de posibilidades literarias e interpretativas. Vargas Llosa señala que:

sería injusto llamarla una novela experimental. Esta calificación despide un tufillo abstracto y pretencioso, sugiere un mundo de probetas, retortas y pizarras con cálculos algebraicos, algo desencarnado, disociado de la vida inmediata, del deseo y el placer. Rayuela rebosa vida por todos sus poros, es una explosión de frescura y movimiento, de exaltación e irreverencia juveniles, una resonante carcajada frente a aquellos escritores que, como solía decir Cortázar, se ponen cuello y corbata para escribir. Él escribió siempre en mangas de camisa, con la informalidad y la alegría con que uno se sienta a la mesa a disfrutar de una comida casera o escucha un disco favorito en la intimidad del hogar. Rayuela nos enseñó que la risa no era enemiga de la gravedad y todo lo que de ilusorio y ridículo puede anidar en el afán experimental, cuando se toma demasiado en serio.

Una reflexión estética

Para Cortázar hay dos valores fundamentales, muy propios de esta obra en particular. El primero es el valor de la forma como contenido en sí mismo. Por su pare, el segundo refiere a la autorreflexividad estética, es decir, la reflexión sobre el propio hacer literario y artístico en la obra misma. No otra cosa será el personaje del escritor Morelli, casi un alter ego del propio Cortázar.

Rayuela es a la vez una historia, una tesis y un juego, tres formas diferentes de mirar la vida, todas ellas indispensables, fundamentales, ciertamente vitales. Es representación del inexcusable hilo del tiempo que teje el transcurrir de la vida, y cuyas fibras, hechas recuerdos, son lo único que queda para abrigarse en la hora aciaga… o para hacer caer.

Es una representación de la complejidad del mundo que nos rodea, que podemos captar en oposiciones binarias: femenino versus masculino, pensamiento abstracto vs. pensamiento simbólico, razón vs. locura; éxito vs. fracaso; forma vs. contenido.

Rayuela es una búsqueda del sentido de la existencia, acaso hecha metáfora en la búsqueda del sentido literario/narrativo de la novela. Se trata de una literatura infinita, una reflexión abierta hacia nuevos universos creativos y existenciales.

Mucho más habría que decir, pero este cielo de la rayuela debe permanecer despejado para que cada quien realice en él su propio juego. La búsqueda personal de ese cielo (como lector, como alma) es la invención, la tura, todas las turas de este mundo.

Personajes

  • Horacio Oliveira: protagonista, cuarentón, argentino, hombre culto, vive en París. Miembro del Club de la Serpiente.
  • La Maga (Lucía): protagonista, uruguaya, vive en París, ingenua e ignorante en muchos asuntos del interés del Club de la Serpiente.
  • Rocamadour (Carlos Francisco): hijo de la Maga.
  • Etienne: pintor franco-argentino. Miembro del Club de la Serpiente.
  • Ronald: pianista norteamericano de jazz. Novio de Babs. Miembro del Club de la Serpiente.
  • Babs: ceramista estadounidense. Novia de Ronald. Miembro del Club de la Serpiente.
  • Ossip Gregorovius: intelectual rumano, con pasado incierto. Se enamora de la Maga. Miembro del Club de la Serpiente.
  • Wong: amigo de origen chino. Miembro del Club de la Serpiente.
  • Perico Romero: español amante de la literatura. Miembro del Club de la Serpiente.
  • Morelli: novelista consumado, admirado por el Club de la Serpiente. Probable alter ego de Cortázar.
  • Guy Monod: amigo de Etienne.
  • Pola: amante francesa de Oliveira.
  • Gekrepten: mujer argentina, novia de Oliveira. Vive en Argentina.
  • Traveler: argentino, amigo del protagonista en su juventud. Vive en Argentina y está casado con Talita.
  • Talita: esposa de Traveler.

¿Cómo leer Rayuela?

El lector de Rayuela es recibido por una advertencia del autor antes del "primer" capítulo. En ella, Julio Cortázar propone un reto o, mejor, un juego. La novela puede ser leída, al menos, de dos maneras:

  1. con una lectura lineal, como de costumbre, y solo de los capítulos 1 al 56, en cuyo caso apenas conoceremos "una historia";
  2. siguiendo el tablero de dirección propuesto por el autor, que inicia en el capítulo 73, es decir, a saltos de un fragmento al otro.

Esto significa que, aunque la novela tiene una estructura visible de tres partes (“Del lado de allá”; “Del lado de acá” y “De otros lados”), Julio Cortázar propone de entrada jugar con ella, saltar de un cuadro al otro, como si de un juego de rayuela se tratase. Pero ¿podría haber una tercera opción?

La primera vez que leí Rayuela, justo cuando iniciaba mi formación universitaria, quise seguir el tablero de dirección. Un día perdí el marcador de la página y confié en mi memoria para retomar el orden de lectura. Al llegar al “final”, me di cuenta de que me había saltado algo importante. Verifiqué una vez más el tablero de dirección, solo para descubrir que yo había incurrido en una omisión de varios capítulos. Al indagar en el tablero de dirección nuevamente, di con el punto de desvío, y además advertí que faltaba el capítulo 55. ¿Un error de imprenta? No. Una decisión deliberada del autor.

Esto me permitió comprender que en Rayuela no solo hay dos libros, sino que muchos libros son posibles. Descubrí también que Cortázar jugaba conmigo ¿A qué otra cosa se debería la omisión del capítulo 55 o el efecto especular de los últimos dos capítulos que se remiten el uno al otro? Sirvan estas palabras para insistir en que Rayuela es una obra literaria que rompe con la forma tradicional de la narrativa. Comprendamos cómo y por qué.

Mejores frases de Rayuela

Ya para entonces me había dado cuenta de que buscar era mi signo, emblema de los que salen de noche sin propósito fijo, razón de los matadores de brújulas.

Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.

Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al revés. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.

Detrás de toda acción hay una protesta, porque todo hacer significa salir de para llegar a, o mover algo para que esté aquí y no allá, ... , es decir que en todo acto está la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que es posible hacer, la protesta tácita frente a la continua evidencia de la falta, de la merma, de la parvedad del presente.

Lo que pasa es que me obstino en la inaudita idea de que el hombre ha sido creado para otra cosa.

¿Qué pensaba Cristo en la cama antes de dormirse, che? De golpe, en la mitad de una sonrisa, la boca se te convierte en una araña peluda.

Usted es como una reina de barajas para mí, toda de frente pero sin volumen.

Para mí, entonces no es hace mucho. Entonces es lejos, muy lejos, pero no hace mucho.

Es raro cómo se puede perder la inocencia de golpe, sin saber siquiera que se ha entrado en otra vida.

Pero en el jazz como en cualquier arte hay siempre un montón de chantajistas. Una cosa es la música que puede traducirse en emoción y otra la emoción que pretende pasar por música.

Nuestra verdad posible tiene que ser invención, es decir escritura, literatura, pintura, escultura, agricultura, piscicultura, todas las turas de este mundo. Los valores, turas, la santidad, una tura, la sociedad, una tura, el amor, pura tura, la belleza, tura de turas.

Es justo que uno le diga a un hombre cómo ha vivido, si lo quiere. Hablo de vos, no de Ossip. Vos me podrías contar o no de tus amigas, pero yo tenía que decirte todo. Sabés, es la única manera de hacerlos irse antes de empezar a querer otro hombre, la única manera de que pasen al otro lado de la puerta y nos dejen a los dos solos en la pieza.

...después de los cuarenta años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente para atrás.

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. (Fragmento del capítulo 7)

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las anillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias. (Capítulo 68)

Jazzuela

En el siguiente enlace encontrarás una lista de reproducción que incluye los grandes temas del jazz mencionados en Rayuela.

Biografía de Julio Cortázar

cortazar

Julio Cortázar es un escritor argentino nacido en Bruselas el 26 de agosto de 1914. Destacó como una de las grandes figuras del Boom de la literatura latinoamericana. Fue hijo de María Herminia Descotte y Julio José Cortázar.

Para el momento de su nacimiento, la familia se encontraba en Bélgica, donde su padre cumplía funciones diplomáticas como agregado comercial de la embajada. Regresaron a Argentina en 1918. Allí, Cortázar cumplió su educación inicial, asistió a la Universidad de Buenos Aires y trabajó como maestro rural.

En el año 1951 Cortázar obtuvo una beca para estudiar en París y una plaza como traductor de la UNESCO. En esta década ganó un sitial de honor como cuentista gracias a libros como Final de juegoLas armas secretas Historias de cronopios y famas, por sólo nombrar algunos. Su novela Rayuela, publicada en 1963, fue un hito en su camino como narrador.

Simpatizó con los movimientos revolucionarios de izquierda, especialmente la Revolución cubana. Se convirtió en un activista por los derechos humanos, causa a la que dedicó ensayos y artículos de opinión.

Julio Cortázar recibió el Premio Médicis Etranger (1974) y el premio Konex de Honor (1984). Falleció el 12 de febrero de 1984 en París a causa de leucemia.

Obras de Julio Cortázar

  • 1938. Presencia
  • 1945. La otra orilla
  • 1951. Bestiario
  • 1956. Final del juego
  • 1959. Las armas secretas
  • 1960. Los premios
  • 1962. Historias de cronopios y famas
  • 1966. Todos los fuegos el fuego
  • 1968. 62, modelo para armar
  • 1963. Rayuela
  • 1967. La vuelta al día en ochenta mundos
  • 1968. Último round
  • 1971. Pameos y meopas
  • 1972. Prosa del observatorio
  • 1973. Libro de Manuel
  • 1974. Octaedro
  • 1975. Silvalandia
  • 1977. Alguien que anda por ahí
  • 1979. Un tal Lucas
  • 1980. Queremos tanto a Glenda
  • 1982. Deshoras
  • 1983. Los autonautas de la cosmopista
  • 1984. Salvo el crepúsculo
  • 1984. Argentina, años de alambradas culturales
  • 1986. Divertimento (póstumo)
  • 1986. El examen (póstumo)
  • 1996. Imagen de John Keats (póstumo)
  • 2009. Papeles inesperados (póstumo)

Referencias

  • Cortázar, Julio: Rayuela, Edición conmemorativa. España: Real Academia Española / Asociación de Academias de la Lengua española. Recuperado en read.amazon.com
  • García Márquez, Gabriel: El argentino que se hizo querer de todos. En Rayuela, Edición conmemorativa. España: Real Academia Española / Asociación de Academias de la Lengua española. Recuperado en read.amazon.com
  • Vargas Llosa, Mario: La trompeta de Deyá. En Rayuela, Edición conmemorativa. España: Real Academia Española / Asociación de Academias de la Lengua española. Recuperado en read.amazon.com

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Profesora universitaria, cantante, licenciada en Artes (mención Promoción Cultural), con maestría en Literatura Comparada por la Universidad Central de Venezuela, y doctoranda en Historia en la Universidad Autónoma de Lisboa.

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 Soy la palabra, la sangre que retoña en el silencio de una primavera muerta, el grito desolador de los que mueren todos los días bajo la perenne metralla del invasor, soy el indomable guerrero que tú, con todo tu poder imperialista no puede matar, soy la rebelión que recorre el mundo y no te deja dormir.

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Dic/2024.



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